Cuarenta por ciento de la leche consumida en México es adulterada

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Cadena Noticias,  Ciudad de México, Mexico, 

Durante el Primer Foro Regional de la Leche, que reunió a productores de siete estados de la República en Guadalajara, Jalisco, pidieron al gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, apoyo para que la leche que producen más de 150 mil pequeños productores y procesada por la empresa LICONSA, se comercialice en las grandes cadenas comerciales y en el pequeño comercio, con la garantía de alta calidad y sin adulteraciones.

A este primer encuentro asistió el presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara de Diputados, Alfonso Ramírez Cuéllar, quien estableció el compromiso de apoyar de manera creciente a todo el sector agropecuario por la vía de un nuevo marco jurídico institucional. “Esto garantiza beneficios directos para toda la cadena de producción – consumo del sistema producto leche, aseguró el legislador.

Ante la presencia de productores y representantes de los gobiernos de los estados de Aguascalientes, Hidalgo, Guanajuato, Querétaro, Sinaloa, Zacatecas y el anfitrión Jalisco, el presidente del Frente Nacional de Productores y Consumidores de Leche, Álvaro González Muñoz, destacó que un avance muy significativo para revertir la pobreza de los pequeños productores, es el reconocimiento de un precio justo por el producto.

“Esto sin duda, dijo, fortalecerá la aspiración de autosuficiencia en la que está empeñado el nuevo gobierno de México, encabezado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador”.

González Muñoz puntualizó que la mejor presentación de la leche de este segmento de productores, es la pureza y calidad nutricional.

Denunció que más del 40 por ciento de la leche que se consume en todo el país, es adulterada y se comercializa como leche y prácticamente al mismo precio que la leche. “Esto, debido a errores y omisiones de la Ley en la materia y a una interpretación errónea de las normatividades sanitarias y de protección a los consumidores”.

En este foro, cuyas conclusiones se denominaron “Acuerdos de San Julián”, se señaló que, por primera vez en muchos años, el presente gobierno “borró el lastre” de pagar a los productores un precio por debajo de los costos por un producto de calidad no comparable con leche de “segunda o tercera calidad”, que es lo que se importa.

Álvaro González Muñoz señaló la necesidad de la concurrencia de los sectores que participan en la cadena de producción, industrialización y comercialización del producto. Consideró que las industrias deben aumentar sus inversiones en modernización. “La mayoría cuentan con esquemas obsoletos, ineficientes y altamente dependientes respecto de otros países, lo que provoca altos costos en sus procesos, cuando lo que se requiere es la aplicación de políticas para incrementar la productividad.

En lo que concierne al aspecto de la comercialización, las instituciones gubernamentales deberán exigir que los productos alimenticios derivados de la leche deben reunir condiciones de calidad y precio justo, sin caer en el engaño o el fraude que, en administraciones pasadas, se solapó en aras de favorecer a otros sectores que nada tenían que ver con el comercio y calidad de los derivados lácteos.

Coincidió con las políticas del nuevo gobierno, en el sentido de eliminar las importaciones baratas que tanto daño han hecho a la población mexicana, a la actividad productiva y económica. “Las importaciones de leche cuestan al país más 2 mil millones de dólares anuales, lo cual se refleja en el aniquilamiento de más de 300 mil empleos directos”.

Álvaro González mencionó que hoy LICONSA hace el esfuerzo y reconoce el costo de producir un litro de leche (8.20 pesos). Esto, dijo, “permitirá disminuir el atraso que, por décadas, fue omitido y derivó en la falta de honradez de los negociadores tanto del gobierno federal como de los organismos participantes en las negociaciones internacionales, como del TLC (con EU y Canadá) y del TLCUEM (con Europa), por utilizar a nuestro sector como herramienta para privilegiar sus intereses y condenarnos a la miseria.