Los Candidatos: Homónimo de Bonilla, el malo.
En Baja California, los adversarios políticos de Jaime Bonilla habían hecho públicas, una y otra vez, acusaciones de que morenista ha pertenecido al Partido Republicano y que en su tiempo, realizó aportaciones económicas para las campañas políticas de Donald Trump, el extinto Jhon McCain, Nit Romney, Bob Filner y Duncan Hunter, quienes han impulsado políticas anti migrantes y en particular, anti mexicanas.
Otros señalamientos son relativos a que perteneció a ese partido y se desempeñó como funcionario de Estados Unidos, por lo que habría jurado proteger la Constitución de ése país. En el año 2000 habría se habría lanzado como candidato a director del Distrito del Agua de Otay, en Chula Vista, California, cargo que habría desempeñado de 2001 a 2012, con una re elección.
Quizá Jaime Bonilla tuvo un error de cálculo y pensó que tales dichos en su contra quedarían siempre en el ámbito regional, como una anécdota, simplemente, pero se equivocó.
Ahora que va por la gubernatura de Baja California y descarriló a personajes como Jaime Martínez Veloz, en sus aspiraciones a ese cargo primero y luego a la presidencia municipal de Tijuana por Morena, las cosas han cambiado, porque el Semanario Proceso publicó el asunto a nivel nacional.
Con esto, el panorama para el senador con licencia por Baja California se enreda y se descompone. Las altas esferas de Morena y del resto del sistema político mexicano voltean al noroeste al conocer el tema y se complica la situación para quien hasta hace unas horas se sentía intocable e inalcanzable.
Ocurrió lo impensable: Jaime Bonilla le envió una carta a Proceso para aclarar la situación.
En primer término, afirma que es falso que haya aportado recursos a la campaña de Donald Trump.
“En primer lugar, es importante precisar que estas versiones circularon en páginas de redes sociales -de dudoso origen y donde se promovieron noticias falsas- durante la campaña electoral 2018 donde se buscó afectar mi imagen sin fundamento, siendo entonces candidato al Senado de la República.
“Tales señalamientos carecen de veracidad, pues son apoyadas por supuestas pruebas documentales las cuales fueron manejadas de manera oficiosa, parcial, con dolo y sin apego a la verdad”.
En respuesta, el semanario Proceso publicó la carta aclaratoria de Jaime Bonilla y no solo eso: la reportera que escribió la nota, Nelda San Martín, refirió haber verificado “la información proporcionada por el senador con licencia y en efecto las donaciones a la campaña de Donald Trump que aparecen en la página de la Comisión de Elecciones Federales de EU a nombre de “Jaime Bonilla” pertenecen a un homónimo que realizó con su empresa Water Treatment Technologies, ubicada en la ciudad de Vista, California”.
Con esto, al menos en Proceso, queda desarticulada la acusación contra Bonilla, sin embargo, permanece la duda: ¿existe otro Jaime Bonilla, con empresa de agua en Chula Vista, quien realmente pudo haber hecho las aportaciones a los políticos anti migrantes de Estados Unidos?
CAMPAÑA ANTICIPADA
Por cierto, los asesores de campaña de Jaime Bonilla ignoran o simplemente, les gusta pasar por alto, los tiempos de campaña.
Durante años, antes de ser candidato a diputado federal, ya había espectaculares de Bonilla a lo largo de la autopista Escénica Tijuana-Ensenada, y ahora sucede lo mismo en redes sociales.
Se supone que en precampaña, la publicidad solo puede ser enviada a la membresía, en este caso de Morena, pero hay particulares, como Sarah Robles, que promueven abiertamente al senador con licencia para gobernador de Baja California.
Presumen por cierto sus “logros”, como haber trabajado en el Senado para que la frontera norte tenga IVA al 8 por ciento, entre otros milagritos amlistas que se cuelga.
¿Habrá alguien o alguna autoridad que haga valer la ley en la materia o que de perdida, le digan al señor Bonilla que él también está obligado a respetar los lineamientos en materia electoral?