Los Candidatos: Jaime Bonilla, retrospectiva
Jaime Bonilla Valdez, el virtual candidato de Morena a la gubernatura del estado, nació en Tijuana un nueve de junio de 1950, cuando todavía Baja California era territorio y no estado libre y soberano como ahora. Vivió su primera infancia en la colonia Libertad y cuentan quienes lo conocen que siempre fue vivaz.
Aunque en la actualidad se le puede considerar un empresario de medios de comunicación acaudalado, no siempre ha gozado de la abundancia. Su primer empleo en el que pudo amasar fortuna fue en una empresa maquiladora, que en los años ochenta tuvo auge al producir relevadores eléctricos.
De ahí pasó a establecer una casa de cambio en la zona centro. Fue director del Periódico Baja California y adquirió estaciones de radio en Ensenada.
Por cierto que la operación de este negocio le valió al alejamiento con radiodifusores de Tijuana, ya que la concesión era originalmente para transmitir en Ensenada y se trajo la antena a la colindancia con Tijuana, lo que ocasionó invasión de señal con otras emisoras.
Desde el 2018 y en lo que va de este año, Jaime Bonilla se ha interesado en serio en la radiodifusión en Baja California, convencido de que sigue siendo el medio más eficaz para comunicarse con la gente. No solo conserva su estación original de radio, sino que durante el 2018 hizo negociaciones para adquirir una de las empresas más antiguas de Tijuana: Radio Enciso.
Lo curioso es que arregló todo lo relativo al pago de cuotas sindicales atrasadas y las cuentas pendientes de la empresa, pero lejos de conservar los programas y la línea editorial o diseñar un nuevo proyecto de comunicación, simplemente la hizo repetidora de su estación de radio, La Tremenda.
Extraoficialmente se sabe que Bonilla se hizo recientemente de la 1420 de am de Tijuana. Repitió la operación hecha en Radio Enciso, ya que también salieron los periodistas que estaban en la estación y solo quedó uno de ellos, con muchos años en la empresa por cierto, Odilón García Díaz.
Bonilla también tiene la 620 de Tecate y por lo menos una estación más en Mexicali.
En prensa, hay quienes afirman que la llegada de Enrique Méndez a la dirección editorial de El Mexicano, constituye garantizar la presencia del empresario en el rotativo, por lo que se estaría consolidando en medios de comunicación tradicionales.
Lo que nadie sabe con certeza es cuál es el estatus laboral de Jaime Bonilla. Es senador con licencia, pero todo parece indicar que aún no renuncia a su cargo como delegado general del Gobierno de la República en Baja California, lo que se esperaba para el pasado fin de semana.
En realidad, Bonilla se ha mantenido prácticamente hermético ante medios de comunicación. Personalmente le he solicitado entrevista a sus encargados de comunicación y simplemente, no da respuesta.
Tampoco da agenda de dónde estará, aunque envía boletines de prensa sobre eventos pasados, por supuesto, con su versión de los hechos.
En este contexto, el viernes pasado fue abordado por un reportero en un hotel de Tijuana, respecto a su participación en la demanda para ampliar de dos a cinco años el periodo de gobierno en Baja California, a lo que simplemente respondió ‘no es mi tema”, abordó a su Suburban y se fue.
Bonilla es un personaje controversial, cuya historia incluye tener casa en San Diego, ciudadanía norteamericana y en el pasado, hasta cargo público en el vecino país.
Hay quien afirma que en lo personal ha hecho aportaciones económicas al Partido Republicano, acciones que le han valido críticas de personajes tijuanenses como Felipe Ruanova Zarate, quien en su momento reunió firmas para ser candidato a gobernador independiente.
El señor Bonilla ha sido también promotor deportivo, pero de esa historia en otra ocasión le hablaré, así como del desempeño legislativo que ha tenido tanto como diputado federal como de senador, aunque en este último cargo, solo estuvo algunos días.