Los Candidatos: Las promesas de Bonilla
Consulta Mitofsky hizo en febrero una encuesta en viviendas de Baja California para conocer las tendencias electorales y los resultados, dejaron helados a los integrantes de la clase política: 46 por ciento de los encuestados afirmaron estar dispuestos a votar por los candidatos de Morena. En menciones espontáneas, el 19.6 por ciento de los participantes dijeron estar a favor de Jaime Bonilla para gobernador, con Oscar Vega Marín muy lejos, apenas el 3.6 por ciento. Enrique Acosta Fregoso, aspirante a gobernador por el PRI, con un 1.5 de las preferencias.
Sin embargo, muchas decisiones se han tomado desde ese momento a la fecha, que necesariamente cambian el escenario político en la entidad.
Por ejemplo, la “selección de candidatos” a presidente municipal por “encuesta”, descartando a Jaime Martínez Veloz, para Tijuana, generó no solo un desgarramiento interno en Morena, sino incluso la creación de un movimiento a nivel estatal en contra de la imposición.
El historiador y escritor británico Jhon Acton escribió que “el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente”.
Esto se puede aplicar literal a Jaime Bonilla, quien ha venido cometiendo error tras error. Por supuesto que todo mundo critica en él lo evidente: saltar de un puesto a otro como chapulín. En cuestión de días pasó de senador a coordinador de delegaciones federales y luego, a virtual candidato de Morena a la gubernatura del estado. Ejerce el cargo a conveniencia, aunque oficialmente no detente ninguno de los tres. Es y no es.
La crisis en este sentido está llegando a tal, que sus operadores de comunicación social piden a los periodistas que no le adjudiquen cargo alguno y que solo lo nombren como “ingeniero Bonilla”.
Aunque en teoría ya hay un coordinador de delegaciones federales, él sigue gestionando ante el gobierno federal, con la autoridad de un funcionario público.
Ordenó a los abogados Víctor Morán y a su esposa Blanca Estela Fabela a cambiar el periodo de gobierno de la próxima administración de dos a cinco años de gestión, vía Tribunal de Justicia Electoral, lo que le ha valido un sinnúmero de críticas.
Morena se mantiene sin presidente del Comité Directivo Municipal en Tijuana. Es un partido acéfalo pues y sus líderes ninguneados.
Hace uso a capricho y gusto de la publicidad oficial y recursos del partido para promocionarse.
Bonilla anunció con bombo y platillo que estaba arreglado el problema financiero de la Universidad Autónoma de Baja California y solventada la cartera vencida de los agricultores del Valle de Mexicali.
Al parecer sobre estimó su influencia en la Ciudad de México, porque ni la institución ha recibido las aportaciones prometidas del gobierno federal ni los hombres del campo han visto resueltos sus problemas financieros.
Con estos antecedentes la pregunta obligada es: ¿qué tanto van a aguantar la ciudadanía, pero sobre todo los morenistas estos excesos? Sería muy interesante conocer actualizada la encuesta Mitofsky, por lo que estaremos al pendiente de lo que salga al respecto.
EL COMPA “VELOZ”
Imagine este coctel: reúne usted a Jaime Martínez Veloz, a Rigoberto Campos (Mexicali Resiste de Mexicali) y al abogado tijuanense José Ángel Peñaflor, en un movimiento social por la democracia en Baja California. El resultado va a estar de campeonato, con este Movimiento Amplio Social por la Cuarta Transformación. Apoyan al presidente Andrés Manuel López Obrador, pero no quieren un cambio de gerente en gobiernos de derecha, sino una manera diferente de tomar las decisiones en la entidad, sin dar la espalda a la gente.
Van contra el oportunismo de un pequeño grupo que dicen, se han montado en las siglas de Morena. Desde ahora les preocupa que estos arribistas hagan negocio por ejemplo, con la venta de agua a Estados Unidos, generada a través de una planta desalinizadora en Rosarito, por encima de las necesidades de los bajacalifornianos.
Y es que desde que fue diputado federal, Bonilla hizo cabildeo para la construcción de la planta potabilizadora, que de realizarse bajo el esquema actual, dejaría una deuda monstruosa para la entidad y beneficio solo para unos cuantos.