Los Candidatos: No, Señor Presidente
En lo personal guardo admiración al Presidente Andrés Manuel López Obrador. Creo que es una persona bien intencionada, tenaz, informada y ejemplo de lo que deberíamos ser los mexicanos: ponernos una meta y aplicar todos los recursos a la mano para alcanzarla, así nos tome 18 años, como sucedió con él, hasta llegar a nuestro objetivo.
Y por ese mismo respeto que le guardo al señor López Obrador, me atrevo a pedirle, de manera respetuosa, que antes de hacer afirmaciones, hable con los bajacalifornianos y les pregunte qué es lo que realmente sucede en la parte noroeste del país.
Y es que en días pasados pronunció un discurso en San Luis Río Colorado Sonora, que más que palabras de un mandatario, parecieron las de un candidato irresponsable, propenso a la exageración, a simular y a mentir.
Exhibió por ejemplo, cifras respecto a la disminución del IVA en la frontera. Los especialistas en contabilidad e impuestos afirman que por tanto requisitos que se puso, muy pocas empresas pudieron afiliarse a este beneficio del IVA del 16 al 8 por ciento.
La gran parte de las que sí completaron el trámite, se quedaron con ese 8 por ciento menos de impuesto, porque no bajaron los precios. Si lo duda, pregúntele a la gente, al consumidor si ha percibido alguna disminución en precios y servicios.
Lo mismo ha sido con la supuesta disminución del ISR del 40 al 20 por ciento.
El Presidente dijo que ya bajó el precio de la gasolina en la frontera. Esto es falso, la gasolina sigue igual en Baja California que cuando inició su mandato y en ocasiones, es más cara que en San Diego, por lo que no se ha cumplido con la promesa de homologación.
Se ufana también de haber aumentado al doble el salario mínimo, pero en la frontera nadie gana el salario mínimo y menos ahora que lo que sobra es empleo y los trabajadores se cambian de empresa sin empacho, para ganar mejor.
Reiteradamente, el presidente se refiere al establecimiento de una zona libre o zona franca. El concepto de zona libre implica que se eliminan aranceles (o impuestos), al comercio exterior. Que se dan facilidades para los importadores y exportadores, de modo que florezca la economía.
La realidad es que durante su administración no se ha tocado, ni ha variado, un solo arancel.
Las operaciones aduaneras se mantienen como siempre, no hay tan zona libre o zona franca y ninguno de sus funcionarios desea hablar de esto cuando se les pregunta en qué consiste la zona libre.
En cuanto a los homicidios, es lamentable que nos diga a los bajacalifornianos que ya disminuyó la delincuencia y que nos lo presenten como un triunfo, al pasar de más de cinco homicidios en promedio por día, a cuatro.
¿De verdad se puede evaluar una estrategia de seguridad –y considerarla exitosa-, en base a este tipo de estadísticas y lo que representa?
Yo creo que no. La razón, primero, es que cuatro muertos diarios en promedio, en una ciudad, es una noticia alarmante, difícil de aceptar y triste. Debe valorarse cada vida humana, porque por uno solo de los muertos, representa un fracaso para las autoridades en materia de prevención del delito, de la procuración y administración de la justicia y del más elemental sentido de humanidad.
Por eso, señor Presidente, no caiga en tentación: no simule, no matice, no afirme, porque podría usted caer en lo que nos ha prometido que evitará: mentir.
Usted es el Presidente y como tal, queremos ver en su persona a un líder, a alguien en quien confiar, porque de sus acciones depende en gran medida, nuestro futuro y para que éste sea realmente exitoso, debe estar basado en la verdad y en la valentía, no en posturas vanas y mucho menos, en intereses políticos de tercera, porque de eso ya estamos cansados los bajacalifornianos y si no, al tiempo.