Tecate recibió durante estas vacaciones a academias de ballet de Chihuahua, Veracruz y el Paso Texas, para desarrollar un curso intensivo de ballet, impartido por el reconocido maestro Alberto Terrero Miller, bailarín principal del Ballet de Cuba.

El Centro Estatal de las Artes abrió sus puertas para este encuentro de danza internacional, además el maestro Terrero resaltó que se contó con la participación de escuelas de Tijuana, Ensenada y Mexicali.

Fueron más de 30 alumnas de las diversas escuelas las que participaron en este curso, de los 9 a los 25 años, aprendiendo técnicas de ballet, dúo clásico, puntas y preparación física específica.

El maestro Terrero precisó que este es un ejercicio que se realiza por primera vez en CEART Tecate con el objetivo de fomentar la danza clásica, no solo en este curso intensivo sino también durante los cursos permanentes de ballet del Centro Estatal.

Terrero Miller consideró este encuentro como un intercambio cultural que propiciará una mejoría en los cursos que el CEART ofrece para detonar al máximo el potencial de los estudiantes tecatenses.

El cierre de este curso será este miércoles en las instalaciones del CEART, ahí todas las escuelas participantes mostrarán lo aprendido en clases con un programa artístico para la comunidad en general a partir de las 6 de la tarde.

 En el ballet son pocos los hombres que logran forjar una carrera destacada en la disciplina. Para conseguirlo, día a día mantienen intensos entrenamientos para convertirse en atletas, luchan contra sus propios cuerpos para estar en forma, se enfrentan a prejuicios machistas y a cuestionamientos acerca de la importancia y viabilidad de su profesión. Además, tienen conciencia de que su carrera como bailarines clásicos terminará antes de los 40 años.

Esta situación se advierte en la Escuela Superior de Danza Clásica y Contemporánea del INBA, donde en los últimos tres años han egresado 82 intérpretes, y sólo 22 de ellos son hombres. Únicamente, 30% encuentra un espacio en una compañía profesional: de 51 bailarines egresados, 20 están bailando profesionalmente.

La figura masculina en la danza clásica surge como una protección para la mujer —representación pura de la delicadeza y fragilidad en el ballet—, y por la necesidad de proyectar fuerza, poder y belleza a la vez, asegura el maestro Jazmany Hernández, quien fue solista durante 10 años de la Compañía Nacional de Danza (CND).

Hernández, originario de Matanzas, Cuba, se formó como bailarín en la Escuela Cubana de Ballet fundada por Alicia Alonso, donde una de las características de la enseñanza metodológica de la danza clásica es que buscan rasgos físicos muy masculinos para los hombres en escena. El cubano llegó a México en 2002 durante una gira de su compañía. Tenía un boleto de regreso a su país que nunca usó, pues consiguió la oportunidad de ingresar al Taller Coreográfico de la UNAM, dirigido por Gloria Contreras. Ahí estuvo dos años, antes de integrarse a la CND.

El maestro se ha enfrentado a prejuicios machistas acerca de que el ballet no es una disciplina artística para hombres y tampoco es una profesión seria. “He tenido que explicar en reuniones lo que implica ser un bailarín clásico, pues la gente piensa que es fácil y que cualquiera puede hacerlo. Las ideas retrógradas sobre la orientación sexual se han generado en la sociedad y en el ballet vienen porque el bailarín genera movimientos suaves que pueden rayar en amaneramientos, y claro, en una sociedad de hombres fuertes y toscos, inquieta que un varón se mueva así y que use mallas y zapatillas de ballet. Para mí, es maravillosa la diversidad, exploto al máximo las cualidades de los bailarines de cualquier orientación sexual, homosexuales y heterosexuales”, dice el director de México City Ballet.

Porte, delicadeza y una belleza inagotable. Si hablamos de Biby Gaytan es inevitable pensar en ¿cómo le hace para lucir siempre bella? No importa cuántos años pasen, la esposa de Eduardo Capetillo siempre luce como cuando tenían 20, pero, ¿cuál es su secreto? ella misma lo reveló a través de su cuenta de Instagram. Con un breve videoclip, Biby dio a conocer la pasión que se ha convertido en la fuente de la eterna juventud: el ballet. La protagonista de Dos mujeres un camino aparece ataviada en la vestimenta propia de sus clases y con la maestría de una adolescente regaló una breve rutina que incluyó giros en punta. Como si se tratara de una muñequita, la actriz de 45 años dejó claro que ha sido su pasión y constancia en esta disciplina lo que la mantiene en forma y tan jovial como cuando debutó en televisión. “Les comparto una de mis más grandes pasiones”, escribió al lado del clip en el que deja claro que además de talento como actriz, también lo tiene como bailarina. Muchos años antes de que Biby descubriera su gusto por la actuación, como bailarina de ballet ya era toda una profesional. También a través de su cuenta de Instagram, Gaytán publicó una foto de cuando era una niña entregada al ballet. “Siempre me gustó este tutú. Mi mamita lo decoró”, escribió la actriz como título de una la tierna imagen en la que se le entregada al aplauso del público. Biby descubrió esta disciplina que la ha acompañado a lo largo de su vida gracias a su mamá, la maestra Bibi Gaytán Barragán, reconocida bailarina de ballet y fundadora de una reconocida academia de baile en Tabasco. Fue esta herencia materna que la ha hecho seguir los pasos de su mamá y, desde hace años, mantener su pasión viva a través de la docencia con la academia que la actriz abrió en la Ciudad de México.

El ballet requiere gran concentración a nivel mental, además de flexibilidad, coordinación y ritmo musical a nivel físico. Tiene tantos beneficios que se recomienda comenzar a practicarla desde los 3 o 4 años, que es cuando el aparato locomotor puede asimilar e interiorizar con más facilidad y soltura los movimientos y técnicas de la danza. Entre los múltiples beneficios se encuentran:

 

1.- Estimula la circulación sanguínea y el sistema respiratorio

2.- Favorece la eliminación de las grasas y el control de peso.

3.- Ayuda a corregir malas posturas.

4.- Se logra una mayor elasticidad.

5.- Ejercita la coordinación, la agilidad de movimientos y el equilibrio

6.- Colabora en el desarrollo muscular y la forma de la columna.

7.- Ayuda al desarrollo de la psicomotricidad.

8.- Permite mejorar el equilibrio y los reflejos.

9.- Puede corregir problemas como el pie plano, ya que gracias a las posiciones que adopta el pie durante una clase, la mayor parte del tiempo arqueado, pueden hacer que poco a poco se corrija el defecto.

10.- Desarrolla la expresión corporal, el oído y la memoria.

11.- Ayuda a la socialización y a superar la timidez.

12.- Relaja y libera adrenalina.

13.- Mejora la autoestima y aumenta la confianza del pequeño.

14.- Reduce síntomas de estrés o ansiedad.