Desde octubre del año pasado, cuando pasó por México la primera caravana migrante, el éxodo de centroamericanos sólo ha crecido. Unas diez mil personas cruzaron en las varias caravanas de finales de año. El gobierno mexicano les otorgó permisos de estancia temporal por razones humanitarias y de trabajo. 

En enero, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, anunciaba un plan de migración ordenado y seguro en el que los migrantes que quisieran quedarse en México podrían hacerlo legalmente y quienes lo usaran como país de paso estarían registrados. “Es hora de que los derechos humanos que exigimos, sean respetados a nuestros connacionales en los Estados Unidos y en cualquier otro país del mundo, y también, sean respetados por el gobierno mexicano”, dijo Sánchez Cordero el 7 de enero. 

Esa declaración ha sido vista como una de las causas del crecimiento del flujo de migrantes. Más de 444 mil hondureños, salvadoreños y guatemaltecos han sido detenidos al cruzar la frontera con Estados Unidos en los primeros cinco meses del año, casi 3 mil por día. La cifra se ha quintuplicado: en 2018 el promedio de detenciones de la Patrulla Fronteriza era de 620 por día. 

La gran mayoría, si no es que todos esos centroamericanos habrían cruzado por México. México sólo detuvo a 35 mil 52 centroamericanos en los primeros cuatro meses del año, unos 300 por día. Ahora, en la negociación de Ebrard con la administración de Trump, según el diario estadunidense The Washington Post, el gobierno mexicano se comprometió a detener dos mil migrantes por día.

Contrario a lo que la patrulla fronteriza del sector San Diego, la cual reporta un incremento en las detenciones de personas en un 8% donde de 3 mil 436 pasó a 3 mil 695. La sección de El Centro, California, reporta una baja. Sin embargo, en cuestión de mexicanos queriendo cruzar la frontera de manera ilegal, esa va en aumento.

“El sector del El Centro si ha bajado significativamente este año fiscal en razón a detenciones. Ha sido también porque se ha implementado una construcción también del cerco fronterizo. La mayoría de las estrategias a lo largo de la frontera con nuestros oficiales también. Ese cerco fronterizo aunque es algo nuevo que se nos ha implementado aquí en este ultimo año, nos ha dado buenos resultados en la reducción del flujo. Entonces la mayoría de las personas que se están deteniendo todavía aquí en el centro son de nacionalidad Guatemalteca, Hondureños y Centroamérica. Pero si hemos visto un incremento pequeño de mexicanos que están empezando otra vez a cruzar. Porque el año pasado realmente eran familias y niños de Centroamérica. 

Tenemos casos también de menores sin acompañamiento de adultos, que es nuestra mayor preocupación porque son niños. No están acompañados. Nos preocupa su bienestar, nos preocupa saber que estén bien de salud y que sean tratados con dignidad. Entonces para nosotros, a lo largo de toda la frontera suroeste, no solo aquí en El Centro y Mexicali y Calexico, estamos tratando de hacer lo mejor para darle ese tipo de tratamiento.” Dijo Olga Sánchez, jefa de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos, sector de El Centro.

Con esto se confirma pues, que siguen cruzando menores de edad solos hacia los estados unidos. Además de que cada vez son más los mexicanos que están retomando la opción de cruzar hacia el vecino país del norte.

Debido al cruce constante de ciudadanos que residen en la ciudad de Tijuana y laboran en Estados Unidos, se han expuesto casos mediante redes sociales en los que explican que les han colocado droga en alguna parte del vehículo. 

La mañana de este miércoles un joven abrió la cajuela de su vehiculo y se impacto al encontrar una mujer y un hombre de origen asiático de aproximadamente 18 años ,  inmediatamente el residente fronterizo hizo una revisión completa al vehículo y se registró el hallazgo de un GPS.

Una bebé de seis meses se encuentra en condición crítica en el Hospital de los Niños Driscoll, en Corpus Christi (Texas, EE.UU.), después de que fuera descubierta por agentes de la Patrulla Fronteriza junto a otros indocumentados, informó este sábado la agencia estadounidense.

La menor formaba parte de un grupo de 21 personas arrestadas por los uniformados después de cruzar ilegalmente el Río Grande, llamado también Río Bravo y que sirve de frontera natural entre Estados Unidos y México en Texas.

El grupo se encontraba a tres millas (5 kilómetros) al oeste del cruce fronterizo de la localidad de Roma el pasado jueves cuando fue descubierto en plena madrugada, indicó la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en un comunicado de prensa.

El personal médico del Centro de Procesamiento del Sector Valle del Río Grande determinó a la mañana siguiente que la menor necesitaba atención médica y debía ser enviada a un hospital.

La menor fue transportada junto a su padre primeramente al Hospital Regional de Niños de Edinburg en Edinburg, en Texas, y posteriormente fue enviada en helicóptero a Corpus Christi.

Por la falta de espacio en el helicóptero, el padre fue trasladado por CBP en otro medio de transporte al hospital para que pueda estar con su hija mientras esta recibe atención médica.

La nacionalidad de la menor y las causas por su hospitalización no fueron dadas a conocer por la agencia estadounidense.

"Nuestros pensamientos y oraciones están con la niña y su padre durante este momento difícil", dijo CBP en el mismo comunicado.

A pesar de la disminución en el número de detenciones de indocumentados en la frontera reportadas por el Gobierno federal en el último mes (71.999, comparados con los 132.870 de mayo y los 94.908 de junio), cientos de inmigrantes continúan arriesgando sus vidas para cruzar a Estados Unidos.

La Patrulla Fronteriza informó el jueves que buscaban a un menor de 3 años de edad en Texas que desapareció el pasado martes cuando cruzaba el Río Grande junto a su madre, una inmigrante hondureña que murió en el intento.

El pasado mes de junio, las fotografías de los cuerpos sin vida del salvadoreño Oscar Martínez y su hija Angie Valeria, de 23 meses, ahogados en el Río Grande dieron la vuelta al mundo, poniendo en primer plano el alto precio que algunas familias inmigrantes pagan por intentar obtener el llamado "sueño americano".

Ese mismo mes, la Patrulla Fronteriza reportó la muerte de una niña de siete años en el desierto de Arizona originaria de la India quien viajaba con su madre y una de sus hermanas, que sobrevivieron. 

Elementos de la policía capitalina rescataron a 19 migrantes hondureños, entre ellos 9 menores de edad, que se encontraban al interior de un hotel en la colonia Vallejo, Gustavo A. Madero.

Cerca de las 8 de la mañana, los policías desplegaron un operativo para rescatar a las personas, quienes provenían del estado de Tabasco, según las primeras informaciones.

Los migrantes presentaban deshidratación y hambre, por lo que fueron trasladados a las instalaciones de la Fiscalía General de la República, en la colonia Camarones.

Se sabe que los uniformados realizaron la detención de un pollero, quien pretendía llevarlos hasta la frontera norte.

Un migrante menor de edad fue abandonado por su padre en las instalaciones del albergue Agape en Tijuana. A decir del director, Alberto Rivera sin previo aviso, el padre del menor decidió dejarlo en las instalaciones con otro adulto que se irá de regreso a Guatemala en los próximos días y a quién solicitó llevarlo de regreso a su hogar, en su natal Centroamérica.

“Aquí venimos con dos familias, venimos a Derechos Humanos, vinimos a asesoría, consejería porque un papá se fue y dejó un menor de edad a cargo de otro migrante para que se lo lleve a Guatemala, luego hay otro papá que quiere enviar a su hija con alguien a su hija y pues queremos ver el proceso legal”, afirmó Rivera.

Al darse cuenta que existe otro padre de familia que desea dejar a su hija con otro adulto para que regresen juntos a Guatemala y no tener parentesco, el Pastor decidió buscar asesoría ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos y el consulado de Guatemala en Tijuana para saber cómo proceder legalmente. 

Afirmó que esta situación lamentablemente se ha vuelto cotidiana, en la que varios padres de familia han decidido solicitar el apoyo de otros migrantes para que regresen sus hijos a Centroamérica, ante el largo tiempo que ha llevado el continuar el proceso de asilo en los Estados Unidos.