Tras ocho años de esperar por resultados sobre las identidades de los restos humanos localizados en el predio conocido como “La Gallera", la autoridad Federal entregará los perfiles de ADN de siete personas, así lo reveló Fernando Oceguera, presidente de la Asociación Unidos por los Desaparecidos en Baja California.

En el año 2011 agentes federales del área de búsqueda de personas ingresaron a un lote baldío ubicado en la zona conocida como “Ojo de Agua”, en el Este de Tijuana, allí fueron exhumados restos, de lo que al parecer habían sido las victimas del mal llamado “Pozolero", quien cumplía con la tarea de deshacer en ácido los muertos por rencillas entre ciertas bandas delictivas de la ciudad.

Oceguera, en entrevista explicó que la ahora llamada Subprocuraduría Especializada en Investigación de la Delincuencia organizada le notificó que ya tenían los resultados de las pruebas de ADN de siete víctimas cuyos restos fueron ubicados en el sitio en mención, pero primero pedirán a especialistas en tanatologia para que hablen con los familiares y logren sobrellevar esta noticia.

Asimismo, el Presidente de la Asociación invitó a la población a participar el próximo lunes 17 de junio en el Foro sobre Personas Desaparecidas que se llevará a cabo en el Centro Cultural Tijuana (Cecut), en el cual participarán funcionarios federales, Estatales y de Derechos humanos, y va dirigido a quienes han sufrido la perdida de algún familiar a manos de la delincuencia organizada y no saben de su paradero.

Mas de 200 pruebas de ADN están pendientes luego de los hallazgos de personas sin vida que han registrado los familiares de personas desaparecidas en Baja California.

"La Fiscalía ha sido muy lenta, no quiere apoyar, traen a las mamás como pelotitas de homicidios a desapariciones y nadie les ha dado una respuesta" expresó Angélica Ramírez, Líder del colectivo Una Nación Buscando T.

Señaló que este año 2020 hallaron 10 cuerpos sin vida y dos cabezas en la colonia Maclovio Rojas y Playas de Rosarito de los que se suman a las setenta pruebas pendientes de ADN.

Además el Colectivo Todos Somos Erick Carrillo también registra una cifra de alrededor de 200 pruebas que tienen en espera, sin embargo ambos colectivos señalan que algunos familiares están 90 por ciento seguros que de los cuerpos sin vida que han encontrado se trata de su familiar, esto de acuerdo a tatuajes o vestimenta. 

"La ropa es fundamental para identificar que es su familiar y es algo que debe tomar en cuenta SEMEFO" expresó Ramírez.

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Un hombre condenado a cadena perpetua por un asesinato cometido en Florida en 1987 quedó en libertad después de 30 preso por decisión de una jueza que, ante las dudas planteadas por las pruebas de ADN realizadas, anuló su condena, informó este jueves un medio local.

La Fiscalía del condado Hillsborough (costa oeste de Florida) anunció que no pedirá un nuevo juicio, entre otras razones porque el reo, Dean McKee, tenía 16 años cuando se le acusó del asesinato de un hombre negro en 1987.

McKee, de 47 años, lloró en la audiencia en un tribunal de la ciudad de Tampa donde la Fiscalía informó este miércoles a la jueza Lisa Campbell de su decisión de retirar los cargos que pesaban en su contra, recogió el diario Tampa Bay Times.

"Ha sido mucho tiempo", dijo con lágrimas en los ojos McKee, a quien la jueza deseo suerte en su nueva vida fuera de la cárcel.

"Siempre supimos que Dean McKee no cometió este crimen", dijo Seth Miller, director ejecutivo del grupo de abogados sin ánimo de lucro Innocence Project, que se hizo cargo del caso en el año 2011.

La decisión judicial se produce tras más de una década de disputas legales y testimonios que indicaban que fue el hermano mayor de Dean McKee, Scott, de 18 años entonces, el que acabó con la vida de un "sin techo", Isaiah Walker, de 41 años.

Los dos hermanos McKee formaban parte de una banda de adolescentes de ideología neonazi, según el rotativo.

Scott McKee fue condenado a un año de cárcel por testificar que fue su hermano menor el que golpeó y apuñaló en 1987 al indigente en Tampa, mientras que el segundo recibió una condena de cadena perpetua.