En una cancha de basquetbol de la colonia Vicente Guerrero, en Iztapalapa, hay una banca en donde jóvenes se reúnen todos los días, ese punto se conoce como "El Diván", porque ahí todos llegan a desahogarse.
Unos cuentan cómo "la tira `entambó´ a su hermano" y otros enseñan los golpes que les dio su padre alcohólico. Algunos se dedican a asaltar para sobrevivir, huyen de la policía o se drogan para olvidar sus problemas. Entre ellos estaba Jovany Avilés, quien se cansó de vivir así y decidió reformarse. Tras nueve intentos, ingresó a la UNAM y buscó la manera de ayudar a la gente que como él, aspira a tener una mejor vida.
De ser un pandillero que falsificaba certificados de preparatoria y que "atracaba a los chavos del bacho 4", Jovany se graduó como sociólogo y creó el Colectivo Emergente, con el que ha brindado ayuda a más de 5 mil jóvenes de todo el país, enseñándoles que se puede sobrevivir a través del arte.
"Emergente A.C. es una organización de sociólogos, surgió como colectivo cultural en 2006 y se constituyó formalmente en 2012. Lo que hacemos son proyectos de prevención de la violencia comunitaria a través del autoempleo y la cultura, partiendo siempre de la investigación social aplicada", explica Avilés.
Este año recibieron el Premio de la Juventud por el Mérito Cívico Ambiental y de Labor Social, entregado por el Instituto de la Juventud (Injuve), como reconocimiento a su labor en las colonias con alto índice delictivo de la Ciudad de México.
Una escuela de arte para todos
Emergente promueve el autoempleo con la Escuela de Cultura Urbana (ECU), una iniciativa que en conjunto con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), brinda clases de manera gratuita a jóvenes que quieran emprender un modelo de negocio a partir del talento artístico.
Avilés señala que en la ECU "las clases son de marketing, producción, administración de negocios y relaciones humanas. No es que vengan y les enseñemos a rapear o grafitear. Sí hay gente que puede orientarlos en eso, pero en realidad nosotros queremos que desarrollen sus ideas para que puedan vivir de ellas".
Un punto clave para implementar el modelo educativo de la ECU es Iztapalapa, debido a que es la segunda alcaldía más peligrosa de la capital, acumulando más de 25 mil 500 averiguaciones por diferentes delitos en 2018, de acuerdo con el Boletín Estadístico de Incidencia Delictiva de la Ciudad de México.
Además, cifras de la Encuesta Intercensal 2015, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), indican que es la demarcación con mayor número de personas de entre 15 y 29 años de edad, con un aproximado de 452 mil 130 jóvenes, de los cuales el promedio de escolaridad es de 10.1 años, equivalente a abandonar los estudios en los primeros semestres de educación media superior.
En Iztapalapa, Emergente realizó un estudio para identificar las zonas violentas y luego buscaron a los grupos de jóvenes que viven en esa región para alentarlos a transformar sus pandillas en colectivos culturales.
Un ejemplo de cómo funcionan los colectivos es el caso de Rapaz, formado por los raperos Adaan Life, Khampa y Sower. Ellos cantaban en las calles y al integrarse a la ECU comenzaron una carrera musical profesional: "Somos de Iztapalapa, Tepito y Nezahualcóyotl en donde la violencia y la drogadicción son cosas de todos los días. Al momento en que tú haces algo por los chavos, estás generando conciencia, estás evitando que, por ejemplo, muchas personas se metan a robar", explica Adaan Life.
En la ECU les enseñaron los aspectos técnicos para grabar un disco, además de aspectos de mercadotecnia y administración para dar a conocer su material.
Para apoyar a estos proyectos musicales, Emergente instaló un estudio de grabación en el bajo puente de Churubusco y Eje 3, el cual es gratis para los alumnos de la ECU.
La gratuidad de las clases que la ECU brinda a sus más de 400 alumnos se sostiene con el apoyo de USAID y la producción de estudios sociológicos: "Emergente ya es una empresa formalmente constituida que vende servicios de consultoría, investigación, análisis, cartografía social, información geográfica, que el gobierno y la iniciativa privada compran para implementar programas sociales o hacer alguna actividad altruista en esas colonias".
Los chavos quieren empleo, no conciertos
En su trabajo en zonas rurales y urbanizadas de todo el país, Jovany observa que la preocupación de los jóvenes es el desempleo: "Aunque son contextos diferentes, hay similitudes. La mayoría deja de estudiar porque la escuela no les brinda una buena educación. Prefieren desertar para ganar dinero".
En ese contexto, el Inegi reporta que en México más de 981 mil jóvenes están desempleados, de los cuales nueve de cada 10 sólo cuentan con la secundaria terminada. Mientras que el sector que sí labora, cerca de 59%, lo hace en actividades informales.
Avilés afirma que la falta de oportunidades y débiles salarios son factores que llevan a los jóvenes a caer en frustración y por tanto a delinquir, por lo cual considera necesario cambiar las políticas públicas destinadas a ellos: "Las instituciones creen que cumplen con sólo organizar festivales, pero lo que realmente quieren los chavos es empleo. No quieren conciertos, quieren chamba. Por eso nosotros les enseñamos a vivir de su propio talento".
Jovany cree firmemente que impulsar la creatividad de los jóvenes y su desarrollo empresarial genera una economía alternativa que disminuye la violencia en sus comunidades, pues se alejan de los vicios y la delincuencia.
"Puedo decir que los jóvenes son quienes mantienen a flote al país, ellos no son violentos por naturaleza, son creativos, por eso se llama Emergente, porque ellos son una fuerza que emerge desde todas esas culturas subterráneas que ahí están, pero a veces no queremos ver", finalizó.