Alon Azulay y Johny Ben "N", quienes fueron asesinados este miércoles dentro de un restaurante de Plaza Artz, serían presuntos traficantes de armas que supuestamente surtían a cárteles hacia todo el sur-sureste del país, las víctimas de origen israelí, eran conocidos convictos en su país de origen, ligados con mafias transnacionales en Oriente Medio.

Un análisis inicial de corporaciones policiacas federales, determinaron que las víctimas mortales tenían apenas seis meses en el país y que posiblemente, el blanco del ataque era una tercera persona que los acompañaba en la misma mesa y que posiblemente escapó y es buscado por las autoridades.

Por su parte, la Procuraduría capitalina, de momento ha descartado que el móvil del crimen sea pasional pues en el ataque participaron por lo menos cinco personas más. Los primeros peritajes revelaron que en el patio del centro comercial se encontraron más de 40 casquillos de grueso calibre, aparentemente minutos antes de la ejecución dentro del restaurante, otro grupo llegó con armas largas y abrió fuego.

Estos fueron los que sostuvieron un enfrentamiento con los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC-CDMX) y lesionaron de gravedad a un policía y escaparon en un vehículo tipo Versa.

Mientras esta acción se realizaba, los sicarios dentro del restaurante aprovecharon la distracción en la entrada de la plaza y asesinaron a la pareja de israelíes.

La Fiscalía estadunidense anunció el arresto en Texas de cinco hombres acusados de comprar más de un centenar de armas para enviarlas a un cartel en Tamaulipas.

Los hombres fueron identificados como Gerardo Rafael Pérez Jr., alias Jerry, de 23 años; Francisco Alejandro Benavides, Frankie, de 23; Mark Anthony Treviño Jr., de 24; Luis Matías Leal, Wicho, de 30, y Antonio Osiel Casarez, de 26.

Pérez, residente de Laredo (Texas), coordinó la adquisición de más de cien armas de fuego en Texas para ser contrabandeadas a través de la frontera con México y entregadas a un cartel de narcotráfico en Nuevo Laredo (Tamaulipas), según la acusación.

Los cinco están acusados de un cargo de conspiración para traficar armas de fuego, que conlleva una pena de hasta 15 años de prisión, y un cargo de conspiración para comprar armas de fuego con una pena máxima de 25 años de prisión.

La organización criminal, compuesta además por otros tres hombres que ya habían sido arrestados en 2023, supuestamente utilizó compradores testaferros, incluidos los coacusados.

Five Arrested in South Texas for Allegedly Trafficking Military Grade Firearms to Mexican Drug Cartel https://t.co/YWhLIcSgMR @ATFHou @HSI_SanAntonio

— U.S. Attorney WDTX (@USAO_WDTX) March 25, 2024

Los documentos judiciales alegan que la organización adquiriría armas de comerciantes sin licencia, o de titulares de licencias federales de armas de fuego, donde los compradores testaferros harían representaciones falsas para asegurar las armas de fuego.

Leal está acusado de proporcionar dinero en efectivo e instrucciones para facilitar la conspiración, y Casarez, de contrabandear las armas de fuego a México.

Las armas de fuego de alto poder incluían rifles FNH SCAR, Barrett calibre .50, FNH M294S y rifles M1919.

Los cinco fueron nombrados en una acusación formal presentada el 6 de marzo y fueron arrestados el pasado miércoles, detalló la Fiscalía.

Pérez, Casarez, Leal y Benavides están acusados además de un cargo de conspiración para contrabandear mercancías desde Estados Unidos y un cargo de conspiración para poseer armas de fuego en apoyo de un delito de tráfico de drogas.

Otros tres supuestos cómplices que ya estaban nombrados en la acusación inicial son José Emigdio Q. Mendoza, Gerardo Antonio Ibarra Jr. y Gerardo Corona Jr., todos arrestados en 2023.

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Dos sujetos fueron detenidos en la ciudad de Puebla con 130 ejemplares de loros cucha, loros de cabeza roja y cabeza amarilla y dos monos saraguato para comercializarlos de manera ilegal. El aseguramiento ocurrió sobre el viaducto elevado del segundo piso de la autopista México-Puebla, donde elementos de la Policía Estatal mantenían labores de vigilancia. Los uniformados marcaron el alto a un Nissan Tsuru, debido a que detectaron que en la parte trasera del automóvil transportaban rejas con diferentes tipos de aves.

Los policías solicitaron a los ocupantes, quienes se identificaron como Samuel O., y Habib Guim C., mostrar la documentación que acreditara la procedencia de las especies, sin embargo, afirmaron que no contaban con permisos e intentaron sobornar a los agentes para evitar su detención. Fueron rescatados 100 loros cucha, 24 loros de cabeza roja, cinco loros de cabeza amarilla y dos monos saraguato. Además los detenidos portaban 20 bolsas plásticas con una sustancia granulada con las características propias de la droga conocida como cristal y siete más que contenían polvo blanco con apariencia de la cocaína.

Contrabandistas de especies marinas fueron detenidos cuando trataban de burlar el retén militar de la carretera a San Felipe, ya que en su pick up traían del puerto a Mexicali, filetes y partes de especies marinas en peligros de extinción, pero fueron detectados por los militares dos pescadores que las traían ocultas en corvinas, por lo que enfrentarán cargos federales.

No se dio a conocer los nombres de los detenidos ni datos, sólo que son dos personas del sexo masculino que traían varios peces de los denominados corvinas, pero en una de las hieleras debajo de las especies legales traía 26 filetes de totoaba Macdonaldi y dos aletas de tortuga marina.

Los implicados quedaron a disposición del Ministerio Público Federal.

Agentes de la Policía de Investigación (PDI) tienen identificado el presunto nombre de la mujer que la tarde del miércoles 24 de julio, acompañó a los dos israelíes en el restaurante y que escapó por el área de cocina; esto, luego de que Esperanza "N" y su cómplice asesinaran a las víctimas.

De acuerdo con una ficha de la empresa International Business Capital Corporation, se trata de Vanessa Ballar "N", quien aparentemente fue vicepresidenta de la compañía con sede en Palm Beach, Miami, Florida.

Identificada en un principio como "La Güera", se cree que esta mujer sería la que dio la señal para que los agresores accionaran sus armas en contra de Benjamín Sutchi y Alon Azulay en Plaza Artz Pedregal.

"Yo no hice nada y ya me tengo que ir", fue lo único que Esperanza "N" alcanzó a decir al comandante de la Policía Auxiliar, Gerardo Suárez, luego de que la capturó tras asesinar a los israelíes Benjamín Sutchi y Alon Azulay en un restaurante de la Plaza Artz.

El oficial comenta a EL UNIVERSAL que la mujer sólo pudo hacer algunos aspavientos y trató de esquivarlo en un par de ocasiones, pero segundos después sus compañeros llegaron para identificarla y colocarle las esposas.

Hoy el agente fue motivo de un reconocimiento público por parte de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, por la captura.

Cuenta que es la detención más destacada que ha realizado.