Playas aptas para el turismo, pero mal monitoreadas en Baja California
El monitoreo de la Comisión Federal contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) en Baja California, dictamina que las playas más visitadas por el turismo en Tijuana y Playas de Rosarito son aptas para el contacto humano, pero sus puntos de monitoreo se ubican lejos de la descarga principal de la plata de tratamiento de Punta Bandera, que a todas luces genera altos índices de contaminación.
Según la página oficial de la Cofepris, en Tijuana las Playas son aptas para el uso recreativo. Las muestras, tomadas entre el 12 y el 21 de junio indican la presencia de entre 20 y 30 parte de enterococos por cada cien milímetros de agua, cuando la norma oficial mexicana permite como máximo 200.
En el caso de Playas de Rosarito, existen varios puntos de monitoreo y todos ellos se encuentran también muy por debajo de lo que exige la norma: 33, 44, 10 y 17 partes de enterococos por cada cien milímetros de agua.
Sin embargo, y según se puede apreciar en la gráfica, los puntos de monitoreo se ubican lejos del canal de descarga de la plata de Tratamiento de Punta Bandera.
LA POLÉMICA POR DESCARGAS
El alcalde del condado de Imperial Beach, California, Serge Dedina, se ha quejado públicamente e incluso tiene una denuncia federal en contra de las autoridades encargadas de vigilar la calidad del agua que llega al Sur de California de descargas mexicanas a través del Río Tijuana.
La Cofepris no registra estos alto niveles de contaminación porque el punto de descarga se ubica lejos, a más de cinco kilómetros de lado norteamericano.
Mayra Giovanna Guadarrama, jefa de Gestión Ambiental Playas de Rosarito afirma que el agua de mar frente al municipio presenta calidad óptima, apta para el baño de turistas.
Y es que en efecto, la Cofepris, a través del Comité de Playas Limpias, que maneja la Comisión Nacional del Agua, así lo certifica en sus monitoreos del 12 y el 21 de junio de este año.
Ella afirma que circulación oceánica va al norte, por lo que Punta Bandera no afecta a Playas de Rosarito.
En Playas de Rosarito hay dos plantas de tratamiento, una en el Arroyo Huahuatay y otra en la colonia Reforma.
Ambas, según la funcionaria, cumplen con la norma 003 y pueden ser reutilizarlas para riesgo de áreas verdes. Reconoce que en ocasiones suceden incidentes, derrames de aguas negras provenientes de cárcamos de bombeo.
Lo que procede es que se notifica a la Comisión estatal de Servicios Públicos, para que se atiendan de inmediato los derrames por tratarse de una zona turística.
De 0 a 200 por cada cien mililitros que permite la norma, en Rosarito oscila entre 10 y 30 por cada cien mililitros de enterococos, por lo que en Rosarito nunca se ha llegado altos niveles.
En contraparte. Javier Brown Guajardo, presidente de la Asociación de Ecología de Playas de Rosarito afirma que las descargas de la planta de tratamiento de Punta Bandera son altamente perjudiciales, en especial al nicho marino, donde nacen y crecen los peces.
Afirma que ha habido momentos en que se manda hasta el 50 por ciento de las aguas negras a la playa a través del vertedero en San Antonio del Mar, lo que también afecta a los vecinos de la zona, por la presencia de fauna nociva.
La afectación a toda la zona afirma, es porque las corrientes marinas circulan hasta Ensenada y regresan al norte.
Pone como ejemplo la Playa El Bebé, altamente contaminada y de riesgo, ya que presenta agujeros, sin embargo, en este punto la Cofepris no establece puntos de monitoreo.