La Fiscalía General de Justicia del Estado de Nuevo León informó sobre la localización del cuerpo de un bebé que corresponde a las características de Iker Alonso Aranda, un menor de cuatro meses de edad que desapareció el pasado 26 de octubre en Montemorelos, junto a su madre Ana Lucía Aranda, de quien la misma institución confirmó que es la persona que encontraron sin vida y calcinada en Villagrán, Tamaulipas.

"Se hace del conocimiento de la comunidad que la Fiscalía General de Justicia del Estado de Nuevo León, en una estrecha colaboración con la Procuraduría General de Justicia del Estado de Tamaulipas, y después de un ardua labor de inteligencia e investigación criminal, ha localizado y confirmado la muerte de la ciudadana, Ana Lucía Aranda Pérez, madre del menor Iker Alonso Aranda, por quien fue emitida una Alerta Amber el 28 de octubre del presente año, debido a su desaparición en Montemorelos, Nuevo León", el 26 de octubre, informó en un comunicado emitido la noche de este viernes.

"En cuanto al menor Iker Alonso, se ha localizado un cuerpo sin vida con sus características el cual está pendiente de identificación genética", expuso la Fiscalía General de Justicia del Estado.

Añadió que con relación a estos hechos, "el esfuerzo conjunto de investigación, análisis y el despliegue legal, han motivado que un juez de control de Tamaulipas ordenara la aprehensión de Álvaro "N" de 32 años de edad, a quien le fue ejecutada tal orden de captura este viernes, por lo cual será puesto a disposición de las autoridades judiciales para establecer su imputación por estos hechos".

Según fuentes policiales relacionadas con el caso, el presunto responsable del doble asesinato, quien forma parte de una familia con una buena posición económica en Montemorelos, aunque era casado, sostenía una relación sentimental con la joven que apareció calcinada en Villagrán, Tamaulipas.

El cadáver de un bebé fue abandonado a un costado del río Atoyac, en los límites de Puebla y Tlaxcala.

Pobladores de la zona hicieron el hallazgo la tarde del martes sobre un camino de terracería del municipio poblano de Cuautlancingo.

En la zona limítrofe con el municipio tlaxcalteca de Papalotla, vieron que estaba tirado un bebé, a un costado del río Atoyac

Como no lloraba, los pobladores se acercaron y vieron que no respiraba, por lo que hablaron al número de emergencias.

Las autoridades de ambas entidades acudieron e indicaron que el bebé no tenía vida.

Las autoridades ministeriales se encargaron de realizar las diligencias correspondientes para determinar la causa de muerte del bebé -de quien hasta el momento se desconoce cuántos meses tenía- e identificar a los responsables.

La Fiscalía General del Estado (FGE) de Puebla y la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de Tlaxcala hicieron el levantamiento del cuerpo de la pequeña víctima.

En la serenidad de la Casa de Dios, cruces de madera fueron colocadas sobre los féretros, seis para ser exactos.

Un ataúd en color café y cinco más en blanco, como la pureza de los cinco niños que yacen en su interior, son reflejo de la fuerza de Grace, el huracán categoría 3 que impactó a Veracruz el sábado.

Familiares y amigos íntimos se congregaron en la Iglesia La Asunción de Xalapa, la ciudad golpeada por inundaciones que dejaron varios muertos, seis de una sola familia.

Los restos de los seis son parte de la familia Moreno Caballero, cuya vivienda quedó sepultada por un alud de lodo en la populosa colonia Brisas del Río Sedeño, en la periferia de la capital.

La imagen muestra el tamaño de la tragedia. Un pequeñito féretro para María Fernanda de tan solo 15 días de nacida y de ahí las medidas crecen con los restos de Dora Isabel de 27 años, la madre de todos ellos: Kevin de 9 años, Cristofer de cinco, Axel Jair Moreno de cuatro, Alexander de tres.

El dolor inunda el recinto, los cantos religiosos se esparcen por el lugar y Adán Moreno Ortiz, quien perdió a casi toda su familia (logró salvar a otro de sus hijos), sigue resistiendo.

De la intimidad del velorio en la colonia que los vio morir, a la casa de Dios y luego, en diferentes carrozas al panteón Palo Verde, ante el asombro de propios y extraños. Un recorrido por una ciudad consternada.

Y en el campo santo, con el círculo cerrado de los amigos y familiares, un adiós íntimo.

Esta mañana se localizó el cuerpo decapitado, en un auto abandonado dio a conocer la DSPM.

El reporte preliminar, refiere que alrededor de las 08:15 horas de hoy domingo 10 de enero, reportaron una cobija con manchas de sangre entre las calles Junípero Serra y Juan Diego de Alcalá, del fraccionamiento Misión, donde se dirigieron agentes municipales.

Los oficiales localizaron en la caja de un vehículo tipo pick up, el cuerpo envuelto de una persona sin la cabeza, motivo por el cual dieron aviso a la Fiscalía General de Estado, a la que le compete realizar la investigación correspondiente.

Un reporte esta maña alerto a la policía municipal que se aproximo a la calle Maya de la colonia Mariano Matamoros Centro de la delegación La Presa.

Allí tuvieron a la vista un tambo color azul y al interior se encontraba el cuerpo de una persona del sexo masculino sin vida.

Por lo que se dio aviso a los agentes de la Fiscalía General Del Estado para iniciar con las diligencias correspondientes y al levantamiento de el cuerpo para ser trasladado a SEMEFO en calidad de desconocido.