Despedido por acudir maquillado al trabajo
Erick Rentería Arreola puede considerarse un modelo de empleado: respetuoso, preparado y bien presentado, sin embargo, fue despedido de su empleo en una tienda Coppel en Ciudad Juárez, Chihuahua. La razón: ser varón y acudir maquilado (muy discretamente) a sus labores.
Narra haber trabajado para Grupo Coppel durante dos largos años, hasta que me despidieron hace unos días.
“¿El motivo?” porque uso maquillaje para el rostro y ceja, como pueden ver mi foto. Mi maquillaje es discreto y no me maquillo para parecer mujer, ya que ese no es mi caso, de ser así me hubiera ido mucho peor de lo que me fue.
“Resulta que después de un año, laborando de manera responsable, cumpliendo con todo lo necesario en mi puesto, se acerca una gerente y comienza a insultarme haciendo comentarios homofóbicos.
“¿Quién te dijo a ti que los hombres usan maquillaje?” “Te ves mal" y “No puedes estar aquí porque das mala imagen a la empresa” "Lávate la cara o te voy a mandar sacar” todo eso de una manera muy eufórica argumentando que eran "decisiones" de la empresa.
“Yo no supe qué responder, sentí que el mundo se vino abajo, de inmediato me alejé de ella y me fui a llorar al baño, ya que en ningún lado me habían discriminado de esa manera. Cometí un error porque me quedé callado, para no perder el empleo.
“Pasó el tiempo y hasta me dieron un reconocimiento por ser un empleado destacado. Después de un tiempo, los gerentes de la sucursal comenzaron a hablar de nuevo sobre mi maquillaje, y volvieron a pedirme que dejara de usarlo.
“Ellos me hicieron sentir que yo no valía como persona, yo no podía dejar de pensar en ‘¿por qué tengo que ser como soy?, yo no pedí nacer así “tal vez si no fuera gay, no tendría tendencia a maquillarme y no estaría pasando por esta situación tan humillante.
“Aun así, busqué motivación para seguir desempeñando mi labor de manera óptima, ya que me gusta mucho trabajar en atención al cliente y por supuesto que hice caso omiso sobre dejar de usar maquillaje, ya que no le hago mal a nadie y nunca afectó en mis resultados.
“Fue entonces cuando mi jefe habló conmigo para despedirme sin razón aparente, haciendo alusión a que ya me habían comentado con respecto al maquillaje, y que sus superiores no le dejaron opción.
“Al final que yo me maquille no me hace menos ni más que los demás, soy igual que tú que estás leyendo esto, tenemos Los mismos derechos y pido que me entiendan. Porque no es Justo que una empresa como Coppel teniendo tantos clientes de la comunidad LGBT+ no estén enterados que tipo de tratos dan a los empleados”.
La esperanza de Erick es que su despido no se quede así y si alguien está pasando por algo similar pueda tener una voz y expresar lo que tenemos que pasar las personas simplemente por ser homosexuales.