México prohíbe la importación de cigarros electrónicos
Por decreto presidencial publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF) a partir de este jueves 20 de febrero, queda prohibida la importación de cigarros electrónicos a fin de proteger a la población mexicana de metales pesados y otras sustancias contenidas en éstos, así lo informaron las secretarías de Salud y Economía.
Esto, ante el incremento de pacientes con lesiones pulmonares por el uso de cigarros electrónicos que se utilizan para el llamado "vapeo" o inhalación de nicotina u otras sustancias químicas.
A través del DOF, se aseguró que hay "más de 200 casos documentados de pacientes con lesión pulmonar grave, relacionados con el uso del cigarro electrónico, en su mayoría, adolescentes y adultos jóvenes, en al menos 25 de sus estados".
Desde mayo de 2008, la venta de cigarrillos electrónicos se encuentra prohibida en el país, sin embargo, las dependencias señalaron que se requería de una armonización en el marco normativo para evitar se llevaran a cabo prácticas de comercio ilegales de dichos productos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que los Sistemas Electrónicos de Administración de Nicotina (SEAN), mejor conocidos como cigarrillos electrónicos o dispositivos vaporizadores; los Sistemas Electrónicos Sin Nicotina (SSSN) y los Sistemas Alternativos de Consumo de Nicotina (SACN) pueden contener niveles de sustancias tóxicas y compuestos carcinógenos, en ocasiones superiores a los de los cigarrillos tradicionales.
"La OMS ha destacado que los dispositivos constituyen un riesgo para las personas del entorno expuestas al aerosol exhalado por los usuarios de estos dispositivos, porque las soluciones y mezclas utilizadas suelen estar disueltas en propilenglicol o glicerina, elementos dañinos para el corazón y los pulmones", afirman.
En México, 938 mil adolescentes probaron alguna vez el cigarro electrónico, de los cuales 160 mil lo utilizan de manera habitual de acuerdo con la ENCODAT 2016-2017, este hecho alertó al federal, puesto que representa la puerta de entrada de adicción a la nicotina.