Entre 10 % y 30 % de los niños en edad escolar y adolescentes sufren dolor del crecimiento, síndrome de causas desconocidas que provoca malestar en los huesos de las piernas y en algunos casos en los brazos, además de cefaleas, dijo hoy a Efe la endocrinóloga pediatra Alicia Delgadillo.
Esta afección, dijo la especialista del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), afecta a menores entre los cuatro y los 14 años, aunque en las niñas se puede extender a los 16 años y en los varones hasta que cumplen la mayoría de edad.
La especialista del Centro Médico Nacional de Occidente, señaló que, aunque es transitoria y benigna, es molesta para el paciente.
"El niño está en un periodo de crecimiento y a veces el hueso crece más rápido que lo que crecen las estructuras adyacentes que son los músculos y los ligamentos, eso puede jalar un poquito el periostio, que es la última capa del hueso que tiene sensibilidad al dolor", explicó la experta.
El dolor comienza por las tardes y no se localiza en una zona específica, sino a lo largo del hueso de las piernas y en ocasiones también de los brazos. Aunque está mayormente relacionado con el periodo de crecimiento, este síndrome es multifactorial.
"El síndrome sí existe, el dolor no es un invento del niño, hay que revisar cada caso, porque al ser multifactorial podría estar relacionado también con factores como que tenga mayor movilidad en los ligamentos, que tenga el arco del pie caído o que atraviese por un periodo de estrés elevado", advirtió.
Desde los 10 años, Carlos Núñez detectó un fuerte dolor en los muslos, sobre todo el del lado derecho.
Cuenta a Efe que el malestar le llega de repente como si hubiese hecho mucho ejercicio un día antes y que prefirió no decir nada a sus padres, hasta ahora, dos años después, porque su hermana comenzó a quejarse de lo mismo.
A su madre, Mariana Sánchez le asustó la idea de que pudiese ser síntoma de alguna enfermedad grave. El pediatra les explicó que ese tipo de dolores son comunes, sobre todo en la pubertad y la adolescencia.
"No pensé que fuera porque estoy creciendo, sí es doloroso a veces porque dura muchas horas y no sabía por qué. Ahora me lo quito con la pomada que nos recetaron", expresó el joven.
Claudia Cortés tiene 13 años y las molestias en las extremidades a veces se juntan con el dolor de cabeza, al tal grado que debe dormir un rato para que éste disminuya.
Su mamá Verónica Ornelas creyó que se trataba de algo más serio y luego de algunos exámenes el diagnóstico del médico la tranquilizó, pero también la sorprendió.
"Me preocupé porque creía que era algo de la cabeza o de los músculos. Es curioso porque uno nunca piensa que el que la niña crezca fuera a dolerle tanto", expresa a Efe.
La especialista del IMSS afirma que incluso este síndrome puede presentarse en dos etapas diferentes, es decir, que si el menor lo presentó en la etapa escolar es frecuente que lo repita en la adolescencia.
El malestar debe desaparecer con un analgésico, con masajes o al brindar calor a la zona afectada. También el paciente puede intentar realizar ejercicio constante y regular, para que sus músculos se alarguen y se fortalezcan.
Delgadillo advierte que el menor no debe presentar síntomas como fiebre, inflamación de las articulaciones o falta de movilidad.
De ser así podría tratarse de una enfermedad más seria como una artritis reumatoide juvenil, una artritis reactiva a raíz de una infección, una neoplasia o tumor óseo.
La endocrinóloga recomienda a los papás llevar al niño o niña al pediatra aunque el dolor sea mínimo, ya que es necesario que sea el médico quien lo revise y diagnostique qué está causando el malestar.