La activista Kenia Hernández fue trasladada al penal de Acapulco en el Estado de Guerrero, luego de que anoche autoridades del Poder Judicial del Estado de México informaron que la activista saldría en libertad del penal de Santiaguito, con el pago de una fianza de 30 mil pesos, por su probable participación en el delito de robo con violencia, en una caseta de cobro Toluca-Zitácuaro; proceso al que se sumó una nueva denuncia en su contra ahora por el delito de "ataques a las vías de comunicación", informaron autoridades mexiquenses y activistas.

Un juez del Estado de Guerrero, inició la causa penal 322/2020 y giró una nueva orden de aprehensión ahora por el delito de ataques a las vías de comunicación en contra de Kenia, por lo que la joven es trasladada al penal de Acapulco, informó el abogado Antonio Lara Duque, fundador del "Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero" .

Kenía, recluida hace unos días en el penal mexiquense de Santiaguito, saldría libre una vez que pagara la fianza de 30 mil pesos, para cursar en libertad el proceso al que un juez la vinculó por su probable participación en el delito de robo con violencia, en una caseta de cobro de la autopista Toluca-Zitácuaro, en agravio de Autovías Concesionadas Mexiquenses S. A, informaron anoche autoridades del Poder Judicial del Estado de México.

No obstante esta madrugada, recibieron la notificación de un juez federal quien giró una nueva orden de aprehensión en contra de la joven, por lo que ella no puso un pie en la calle, "dentro de una campaña de criminalización, impulsada por empresas concesionarias, que insisten en mantenerla en prisión a como dé lugar", pese a que Kenia no forma parte de ningún grupo violento, que se dedique a robar, despojar o amedrentar a automovilistas, apuntó el abogado experto en derechos Humanos.

Autoridades del Poder Judicial del Estado de México, indicaron que durante la audiencia realizada ayer en los juzgados de Almoloya de Juárez, Kenia estuvo asistida de un intérprete de lengua amuzgo, pues señaló pertenecer a esa población indígena, protegiendo así sus derechos.

Según la carpeta administrativa abierta en el Estado de México, "el pasado mes de febrero, Kenia "N" habría tomado la caseta de la autopista Toluca - Zitácuaro a la altura de la comunidad de San Pedro la Hortaliza, municipio de Almoloya de Juárez, lugar donde ella y otras personas despojaron del dinero del cobro de peaje a dos empleados de dicho sitio".

Se trata de el activista indígena Kumiay, Óscar Eyraud Adams, defensor del agua y la autodeterminación de los pueblos originarios en el Municipio de Tecate, familiar de la alcaldesa Zulema Adams, quien fue acribillado la noche del jueves, informaron familiares y sus compañeros activistas.

Información de grupo Reforma indica que esta es la primera vez que un activista es asesinado en la historia reciente de Baja California.

Recientemente, él denunció la falta de agua en su comunidad y cómo esto podría impactar a la etnia Kumiay, al grado de desaparecerla.

"Todo esto (sembradíos de árboles frutales) desapareció por falta de agua, porque no tenemos suficiente agua, no tenemos un permiso para la extracción, quisiéramos que se nos considerara antes que a las grandes empresas consumidoras de agua", señaló en ese entonces Adams.

"Esos títulos (de agua) deberían ser para la comunidad indígena antes que para las empresas y las personas que tienen el poder adquisitivo solo por tenerlas", destacó, "eso pone en peligro la cultura, a esta comunidad".

Alrededor de las 19:00 horas local (21:00 horas del centro de México) dos camionetas con vidrios polarizados llegaron hasta la casa donde residía Adams, ubicada en la zona Centro, a unas cuadras del Palacio Municipal, y de estas descendieron agresores que asesinaron a Adams.

A un año del asesinato de Samir Flores, su muerte es paradigma de por lo menos 32 homicidios de activistas en México durante 2019.

De acuerdo con un análisis de noticias publicadas realizado por EL UNIVERSAL, en 27 casos los asesinatos fueron a balazos y sólo en 12 hay detenidos.

En la revisión de las causas que defendían las víctimas se observa que 12 se dedicaban al área de derechos humanos y medio ambiente, 11 a derechos humanos y territorio, cinco exclusivamente a derechos humanos, una a urbanismo y tres a derechos humanos y la comunidad LGBT.

Activistas estadounidenses protestaron en territorio mexicano, en esta ciudad, en contra de las políticas migratorias del gobierno encabezado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

La manifestación, dijo Daniel Watman, coordinador del Jardín Binacional de Amistad y Plantas Nativas, es para expresar su rechazo a la militarización de la frontera, además del plan de reforzar y construir el muro que actualmente divide a México de EU.

La movilización se posicionó en puntos diferentes de la ciudad, el primero de ellos fue en el área donde fueron colocados los ocho prototipos del muro que ordenó construir el Ejecutivo estadounidense.

La segunda parada fue a la altura del aeropuerto Abelardo L. Rodríguez, a unos centímetros del muro donde trabajadores de la construcción colocan la nueva valla de metal que sustituirá a la de lámina, que históricamente había dividido ambos países.

Watman dijo que la intención también es informar a la gente sobre la realidad de la política migratoria estadounidense, al reaccionar desproporcionadamente ante la presencia de los migrantes centroamericanos que recientemente llegaron en caravana a Tijuana.

"Estamos hablando de unas 6 mil personas, ¿y de repente ya es una crisis humanitaria? No lo creo, pero aun así enviaron [el gobierno estadounidense] a miles de militares para supuestamente proteger la frontera. ¿Era necesario? Tampoco lo creo", cuestionó el activista.

Además de Watman, también participaron otros manifestantes, entre ellos líderes religiosos estadounidenses, quienes exigieron a su gobierno tener un trato más humanitario ante el desplazamiento de migrantes que quieren ingresar al país para huir de la violencia mediante el estatus de refugiado.

Los creyentes no están de acuerdo tampoco con la insistencia de militarizar y la construcción de un nuevo muro en la frontera con México, y bajo el emblema "el amor no conoce fronteras", decidieron expresar su rechazo.

La otra protesta. Durante el inicio de semana, otro grupo de activistas realizó una protesta más, pero del lado estadounidense. Entonces, 32 personas fueron arrestadas por la Patrulla Fronteriza en el Parque de la Amistad, mientras expresaban su apoyo a los migrantes centroamericanos en Tijuana.

El grupo comparte la idea de que los muros están incitando a la violencia con una separación, cuando la unión de ambas naciones puede crear un lazo que dé la oportunidad de transmitir amor.

Esta actividad forma parte de las acciones que se estarán realizando durante esta semana en Estados Unidos como parte de la iniciativa El Amor no Conoce Fronteras, que organiza el Comité de Amigos Americanos.

Miembros de la comunidad y organizaciones civiles de Tijuana y San Diego, se unieron la  mañana de ayer  para pedir a las autoridades, así como a la ciudadanía en general, localizar al activista pro migrantes, Hugo Castro, miembro de la organización Ángeles de la Frontera, quien desde el pasado jueves  se encuentra desaparecido en la Ciudad de México.

El activista, que desde hace varios años ha venido documentando la situación migratoria en la frontera norte de México, y en el país vecino, así como la cuestión de los deportados, salió de Tijuana con rumbo a Tapachula, Chiapas, donde se encontraría con la caravana del “Viacrucis del Migrante”, para acompañarlos en su recorrido hasta esta ciudad fronteriza.

De acuerdo con Gabriela Cortés, pareja sentimental de Hugo y también activista, detalló que el día miércoles 12 de abril por la noche, Hugo se comunicó con ella para avisarle que ya se encontraba a bordo del autobús que lo llevaría hacia Chiapas. El jueves 13 fue el último día que supo de él, cuando realizó una transmisión en vivo, en el que pide ayuda porque se encontraba varado en la carretera CDMX-Puebla.

En ese video, publicado alrededor de las 17:30 horas, Castro mencionó que fue agredido por un grupo “de criminales” y tuvo que bajarse del camión y escabullirse por la carretera, señaló que se encontraba solo y aunque intentó parar otros autobuses o pagar un taxi no lo subieron, porque no le aceptaron los dólares, e incluso en una parte del video mostró cierto temor porque consideró que los estaban vigilando.

Desde entonces, no se tiene conocimiento de su paradero y no han podido comunicarse, tampoco él lo ha hecho con alguno de sus familiares, situación que les preocupa, dijo Cortés, porque se encuentra en una situación vulnerable.

Destacó que ya hay varias organizaciones que se dieron cita a la zona para comenzar a buscarlo, sin embargo, dijo, es necesario que autoridades mexicanas y de Estados Unidos, puesto que él es ciudadano estadounidense, emprendan alguna acción de ayuda para poder localizarlo prontamente, ya que su vida corre peligro.