''Mujeres trabajan 6.2 horas más que el hombre a la semana en México''

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El Universal,  Ciudad de México, Mexico, 

A nivel nacional, las mujeres trabajan 6.2 horas más que los hombres en promedio a la semana, según el tiempo total de trabajo remunerado y no remunerado, revelan los resultados de la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (ENUT) 2019, dados a conocer por el Inegi y el Instituto Nacional de las Mujeres.

A nivel nacional, el promedio de horas semanales de tiempo total de trabajo para las mujeres de 12 años y más es de 59.5 horas y para los hombres es de 53.3 horas. El tiempo total de trabajo identifica una brecha desfavorable para las mujeres de 6.2 horas más de trabajo total a la semana.

En opinión de Julio Santaella, presidente del Inegi, así como de Nadine Gasman, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, es probable que la carga de trabajo para las mujeres se haya incrementado este año producto de la pandemia por Covid-19 y el confinamiento, sin embargo, no se sabe en qué magnitud.

Las cinco entidades con las mayores brechas de desventaja en el tiempo total de trabajo para las mujeres son: Zacatecas, Guerrero, Oaxaca, Sinaloa y Veracruz, con -12.2, -9.6, -9.1, -8.7 y -8.7 horas, respectivamente. En contraste, las cinco entidades con menores brechas son: Campeche, Quintana Roo, Yucatán, Tabasco y Nuevo León, con -0.4, -1.0, -2.1, -3.5 y -3.7 horas, respectivamente.

Los principales objetivos de esta encuesta son proporcionar información estadística para la medición de todas las formas de trabajo de las y los individuos, tanto remunerado como no remunerado; hacer visible la importancia de la producción doméstica y su contribución a la economía y, en general, la forma cómo usan su tiempo mujeres y hombres, así como la percepción de su bienestar.

Del total del tiempo de trabajo de la población de 12 años y más, prácticamente cinco de cada diez horas contribuyen a la economía del país, sin que medie pago alguno por ello.

El 30.9% del tiempo total de trabajo para las mujeres corresponde al trabajo para el mercado, 66.6% al trabajo no remunerado de los hogares y 2.5% a la producción de bienes para uso exclusivo del hogar.

Para los hombres, 68.9% concierne al tiempo dedicado al trabajo para el mercado, 27.9% para el trabajo no remunerado de los hogares y 3.1% a la producción de bienes para uso exclusivo del hogar.

En trabajo doméstico no remunerado para el propio hogar, las mujeres de 12 años y más reportaron 30.8 horas promedio a la semana mientras que los hombres en el mismo rango de edad registraron 11.6 horas semanales.

En comparación con los resultados de 2014, se incrementa el tiempo promedio de trabajo doméstico no remunerado, una hora para las mujeres (29.8) e incrementa la participación para los hombres en prácticamente dos horas (9.7).

Pese a su jornada completa de trabajo para el mercado, para las mujeres no existe una reducción importante de las horas de trabajo no remunerado, siendo de 25.7 horas a la semana en el trabajo doméstico para el propio hogar, contra 11.0 horas de los hombres, ambos bajo la misma condición de trabajar 40 o más horas para el mercado.

Entre las mujeres hablantes y no hablantes de lengua indígena, es más alto el tiempo promedio dedicado al trabajo doméstico para el propio hogar en las mujeres que son hablantes de alguna lengua indígena, con 5.4 horas más en promedio a la semana de trabajo (30.5 contra 35.9 horas).

Las mujeres reportaron 12.3 horas de cuidados directos y 28.8 horas con cuidados pasivos. Por otro lado, los hombres tienen un promedio de 5.4 horas de cuidados directos y 12.9 horas incluyendo cuidados pasivos.

A nivel nacional, en 2019, la tasa de participación de las mujeres en trabajo no remunerado para otros hogares fue de 20.6% y de los hombres de 13.0%. Las mujeres dedicaron en promedio 9.7 horas a la semana a esta actividad y los hombres reportaron 6.4 horas.

A nivel nacional, las mujeres reportaron 5.0 horas semanales en trabajo voluntario y los hombres reportaron 6.3 horas en la misma actividad. Respecto al trabajo comunitario, las mujeres reportaron 3.2 horas a la semana y los hombres 4.0 horas.

En actividades de convivencia familiar y social, las mujeres reportan una mayor tasa de participación y promedio de horas semanales en comparación con los hombres. Sin embargo, los hombres reportan una tasa mayor de participación en la realización de deportes y ejercicio físico, así como en el promedio de horas a la semana dedicadas a esa actividad.

Los hombres reportan en promedio 6.2 horas a la semana al cuidado a la salud, muy similar al de las mujeres, que es de 5.7 horas. Asimismo, los hombres dedican 4.4 horas a la semana a rezar, meditar o descansar y las mujeres registran 3.8 horas. Sin embargo, las mujeres reportan una tasa de participación de 53.5% en esta actividad y los hombres de 43.7%.





42% de fallecidos por Covid eran cabeza del hogar: INEGI

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El Universal,  Ciudad de México, Mexico, 

Édgar Vielma Orozco, funcionario del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), destacó que en México han perdido la vida más de 250 mil personas por el coronavirus y de ellos, 42 por ciento eran jefes de familia.

Con datos del censo del año pasado, agregó que 2.6 por ciento de la población de hasta 17 años, unos 996 mil menores de edad, están en alguna situación de orfandad.

En 2020, de acuerdo con otros registros administrativos del Inegi, como defunciones y nacimientos, se estima que hay 6 mil 211 madres fallecidas (por tumores malignos, Covid-19, agresiones u homicidios) que han dejado alrededor de 9 mil personas entre 0 y 17 años huérfanas.

La pérdida de uno de los padres “es uno de los acontecimientos más complejos que puede enfrentar un niño o un adolescente”, subrayó.

Constanza Tort San Román dijo que para contar con un primer mapeo de actores y acciones a favor de la identificación de niñas, niños y adolescentes en orfandad a consecuencia del Covid-19, se requiere el apoyo de los Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes.



Las mujeres en ciberseguridad ganan menos que los hombres

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Cadena Noticias,  Baja California, Mexico, 

El número de mujeres que se unen a las filas de los profesionales de la ciberseguridad aumenta constantemente, pero aún queda mucho por hacer para cerrar la brecha.

El último 2 Cybersecurity Workforce Study (ISC) encontró que la aguda escasez de talento disminuyó el año pasado, por primera vez en años.

De hecho, también ha habido cambios positivos en otros "departamentos"; por ejemplo, en 2013, las mujeres ocupaban solo el 11% de los puestos de trabajo en la industria de la ciberseguridad. La edición del año pasado del informe Women in Cybersecurity, también redactado por la organización de certificaciones de seguridad ISC, mostró que las mujeres ya constituían casi una cuarta parte de la fuerza laboral de seguridad.

Por otro lado, el estudio también destacó otro problema persistente: la brecha salarial de género. "Cuando se les preguntó sobre los salarios del año anterior, el 17% de las mujeres dijeron que ganaban entre 50.000 y 99.999 dólares, un total de 12 puntos porcentuales menos que los hombres (29%)", se lee en el informe.

Es evidente que aún queda mucho por hacer para cerrar la brecha, un hecho que merece una atención especial ya que el mundo conmemora hoy el Día Internacional de la Mujer.

La carrera para nivelar la disparidad de género en muchas industrias está ganando fuerza constantemente, y por todas las razones correctas. Una fuerza laboral diversa ofrece un campo de juego más nivelado para las nuevas contrataciones, y los estudios han demostrado que los millennials, que constituirán el 75% de la fuerza laboral para 2025, también consideran la diversidad y la inclusión al elegir empleadores. La diversidad también mejora la cultura del lugar de trabajo y tiene un impacto directo en la rentabilidad y productividad de una empresa.

Un problema de percepción

Aunque la ciberseguridad se percibe ampliamente como una industria progresista y con visión de futuro, el hecho es que, en gran medida, sigue siendo una profesión dominada por los hombres. Según el último informe de ISC 2, algo más de la mitad de los profesionales encuestados percibió que el porcentaje de mujeres en el campo ha aumentado en los últimos cinco años. Sin embargo, entre las mujeres, el 7% considera que el número de mujeres en el campo ha disminuido en ese período de tiempo, en comparación con solo el 4% de los hombres.

En términos generales, es probable que mucho se reduzca a percepciones erróneas perennes que son parte del problema general de la imagen dentro de la industria técnica y la percepción errónea general de que la ciberseguridad es el ámbito de los nerds masculinos que usan anteojos y trabajan día y noche en cubos o habitaciones sin ventanas, un profunda estereotipo arraigado y perpetuado por programas de televisión populares.

Cerrando la brecha

Varias organizaciones han puesto en marcha iniciativas destinadas a restablecer el equilibrio. Una de estas iniciativas es la beca Women in Cybersecurity Scholarship de ESET, que ha otorgado una beca de US$ 5,000 a mujeres que buscan un título universitario y aspiran a una carrera en ciberseguridad durante cinco años consecutivos. El año pasado, ESET entregó US$ 20.000 en total a cuatro estudiantes destacados que cursaban estudios de seguridad de la información.

Una de las ganadoras del año pasado, María Bolaños, es estudiante de la Universidad de Houston, donde se prepara para convertirse en especialista en seguridad de la información. Durante el verano, trabajó como voluntaria enseñando a codificar a niños de comunidades marginadas.

“Esta beca con ESET me acerca al futuro que imagino para mí. Nadie esperaba que yo, como una latina de bajos ingresos, prosperara en cualquier campo, especialmente en un campo como la ciberseguridad, y haré todo lo que esté en mi poder para demostrarme a mí misma que pertenezco aquí”, dijo Bolaños.

Otras organizaciones que tienen como objetivo lograr la igualdad de género y mejorar las tasas de contratación incluyen el Centro Nacional para Mujeres en Tecnología de la Información con sede en EE. UU. Y Girls Who Code. Mientras tanto, Women in Cybersecurity es una iniciativa global destinada a promover a las mujeres en el campo fomentando e impulsando su pasión por la ciberseguridad.