''No salimos de una y ahí vamos con otra'': damnificados en Yucatán
Hace un año, su modesta vivienda se incendió a causa de un corto circuito y el Ayuntamiento de Mérida le ayudó construyendo un pequeño cuarto y su baño mismos que ahora están inundados por el paso del huracán "Delta", lo que los obligó a refugiarse en uno de los albergues de la comisaría de Caucel, cercana a la ciudad capital del Estado.
Teresa Cauich Figueroa, de 37 años de edad, relató que ella y sus dos pequeños hijos tendrán que quedarse varios días más en el albergue que instaló la autoridad municipal pues el agua de su predio aún sigue sin descender y además ya tiene mal olor.
Esta pequeña comisaría de Mérida, de apenas 480 habitantes, fue de las más afectadas y dañada en viviendas e inundaciones por el paso del huracán "Delta" y cuatro días después, (el miércoles pasado azotó el meteoro) la mayoría de la gente sigue en los albergues porque sus casas quedaron inhabitables.
Teresa vive en Noc Ac, una comisaría ubicada a 31 kilómetros de Mérida. Ella y su esposo repartían pan dulce y barras de pan francés (pan de harina) a sus vecinos y con eso alcanzaban algún dinero para ir buscando el alimento de su familia, ya que él perdió su empleo al llegar el Covid-19 a Yucatán.
Su esposo trabajaba en una fábrica pero en marzo pasado por la pandemia le dieron de baja; "No nos ha ido bien, no salimos de una y ahí vamos con otra", comentó en alusión a que su predio se incendió el año pasado y ahora, su recién construida vivienda quedaron bajo agua debido a la cantidad de lluvia que dejó el huracán Delta.
Cauich Figueroa casi sollozando declaró a EL UNIVERSAL que su esposo está chapeando algunos predios para conseguir dinero, pero mientras el agua de su vivienda no disminuye y no pueden volver.
Según los expertos, la cantidad de lluvia que cayó en Yucatán provocó que rebosara el manto freático por lo que tardarán varios días para que descienda el nivel del agua.
Aunque el Gobierno del Estado y la comuna meridana han enviado pipas para el desazolve y despensas en apoyo a las familias, la ayuda ha sido insuficiente, pues el agua comienza a quedar putrefacta y la gente aunque quiere retornar a esta comisaría no puede porque sigue incomunicada.
Para Teresa, su esperanza es que su esposo encuentre trabajo y pueda tener dinero para reparar la casa que les donó el Ayuntamiento de Mérida. "Aunque chiquita, es nuestra y nos da mucha tristeza ver cómo se inundó", relató.
Al igual que en las comisarías de Mérida, en municipios del oriente del Estado y de la costa de Yucatán, las inundaciones causaron daños a viviendas y se espera contar con recursos del FONDEN, destinados este año, ya que ese fideicomiso desaparecerá pero hasta el 2021.