''¿A cuántas nos tienen que matar para que se den cuenta?''
Alumnas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) exigieron a la institución que suspenda e investigue a directivos y maestros acusados de acoso, violación y hostigamiento sexual en contra de las alumnas.
"Se nos han violentado nuestros derechos, no nos han cumplido con protegernos. Como alumnas tenemos que sobrevivir al peligro de la calle y de la escuela", reclamaron jóvenes que marcharon a la Dirección General para pedir un diálogo directo, con su titular, Mario Alberto Rodríguez Casas, el cual no ocurrió.
"Ya se hicieron cientos de denuncias, tendederos, se marchó en silencio, se hicieron huelgas de hambre, ¿a cuántas nos tienen que abusar o matar para que ustedes se den cuenta que en su institución no hay seguridad?. Nos cambian de plantel y al agresor, bien, gracias. Les debería dar vergüenza", reclamaron a personal de la Dirección que les recibió su pliego petitorio.
Hoy marcharon estudiantes del Metro Politécnico a la Dirección General para demandar mejores condiciones de seguridad y un combate efectivo a la violencia de género que se vive en las aulas, mediante la suspensión, investigación y en su caso destitución o expulsión de profesores, alumnos, trabajadores y directivos acusados de abusar, acosar u hostigar sexualmente a sus alumnas.
La movilización fue promovida por colectivas de estudiantes como Politécnicas al Grito de Guerra quienes presentaron un pliego petitorio y demandaron entornos seguros, y la suspensión definitiva de todos los profesores y trabajadores denunciados por violencia sexual en contra de las estudiantes.
"Exigimos que todo el personal del IPN: directivos, profesores, personal de aseo, etcétera que tenga acusaciones legales y denuncias por acoso, abuso y violación sean suspendidos de sus labores y se les prohiba la entrada a cualquier plantel del Politécnico. No vamos a tolerar que sean cambiados a otros planteles hasta que exista un cierre de carpetas de investigación por parte de las autoridades", señala el documento que entregaron.
Las jóvenes también demandaron que se den a conocer de manera pública los antecedentes de los trabajadores, con el objetivo de evitar la contratación de personal con este tipo de acusaciones.
Se exigió que las autoridades den seguimiento e investiguen las acusaciones que se den a conocer en los tendederos de denuncias; y que los alumnos acusados de acoso o abuso sean dados de baja de manera inmediata, y "se les cree un expediente y no se les permita que sigan estudiando".
Se pidió que se brinde atención psicológica a las alumnas que hayan iniciado procesos formales de denuncia y que se dé seguimiento formal a dichas denuncias, "en caso de que la comunidad lo exija de manera formal o en manifestación, los agresores serán despedidos y/o expulsados".
El pliego petitorio también incluye la exigencia de incluir en el plan de estudios del sistema de bachillerato y licenciatura, una materia sobre perspectiva de género desde primer semestre; y cursos y talleres obligatorios sobre violencia de género y las sanciones que existen en el Politécnico a quienes incurran en estas.
Así como reconstruir un nuevo protocolo contra la violencia de género, que cuente con el acompañamiento y asesoría de abogadas, psicólogas y defensoras de Derechos Humanos con perspectiva de género para atender de manera estructural la violencia que viven las estudiantes.
El Politécnico, a través de un comunicado de prensa, aseguró que instalará una mesa de diálogo para resolver dicho pliego petitorio, pero también acusó que quienes lo entregaron fueron "personas encapuchadas y otras con pañoletas moradas, armadas con palos, martillos, gases, gasolina y pintura" que "quisieron tomar por asalto las instalaciones".
El instituto aseguró que atenderá todas las demandas y denuncias de la comunidad, pero también contabilizó a 30 manifestantes y las acusó de haber intentado, "tomar por asalto las instalaciones, particularmente el área de la Dirección General, bajo el argumento de entregar un pliego petitorio, ante lo cual la Secretaría General de la institución, Guadalupe Vargas Jacobo, inició un diálogo con las mujeres encubiertas", señaló.
"Después de realizadas las pláticas, procedieron a realizar pintas en diferentes lugares.
Antes de retirarse estas personas gritaron consignas contra la policía y contra las autoridades, y en su trayecto realizaron pintas en bardas citadinas y paredes de domicilios particulares y negocios en calles aledañas".