La grave crisis de falta de agua en la segunda ciudad más poblada de México
Monterrey vive una sequía como no se ha visto en las últimas décadas.
La segunda ciudad más grande de México, en la que viven más de 5.3 millones de personas, padece desde principios de año una sequía que ahora es catalogada como "extrema" y que ha llegado a su punto más álgido este mes.
Con temperaturas que superan los 40 grados, sus habitantes tienen que arreglárselas para subsistir con solo seis horas al día de bombeo de agua potable, una restricción nunca antes vista e implementada por las autoridades para racionar lo que queda en sus represas.
Las reservas están prácticamente secas, como la presa de Cerro Prieto o La Boca con menos del 5%.
Por si fuera poco, en las tiendas hay días en que no se consigue agua embotellada para beber, incluso en los barrios más ricos de una urbe industrial que siempre se ha preciado de tener un nivel de desarrollo superior al resto de México.
"Ya estamos en una crisis climática extrema", dice resignado el gobernador Samuel García, quien incluso ha ordenado el bombardeo de nubes con yoduro de plata para generar lluvias.
Para el investigador José Antonio Ordoñez Díaz, "Monterrey llegó a su día cero", ese punto que se avizoraba desde hace años en el que la población viviría la escasez de agua por la sobreexplotación de los recursos y la falta de gestión del líquido.
En conversación con BBC Mundo, el académico del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey y de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México explica cómo se llegó a este punto y qué posibilidades tiene la capital de Nuevo León de sortear la crisis.
Apunta a que la concesión de agua a empresas privadas, que extraen 1.600 litros por segundo, según la Secretaría del Medio Ambiente y la Comisión Nacional del Agua, agravan el problema.
¿Por qué dice que Monterrey llegó a su "día cero"?
La gente en Monterrey no tiene en este momento agua para lavar la ropa, para usar en el baño, La mayor parte de los hogares están recibiendo solo tandas de agua. Es lo que les queda en las presas.
Antes nunca tenían que pensar si tendrían agua para lavar, o si tenían que tomar un baño de máximo 5 minutos. Y ahora sí.
A Monterrey le llegó el día cero, es el momento que te das cuenta que ya no tienes agua para hacer las cosas.
Este año está pasando algo extraordinario en Monterrey, una ciudad que nunca se había quedado sin agua. Ahorita tiene un déficit hídrico de más de 31 millones de metros cúbicos.
Ya dependen solo de la lluvia.
El día cero también es el momento en que debes cambiar los paradigmas de la forma en que se está utilizando el agua, que sepas que debes darle tratamiento para reciclarla y filtrarla. Pero es algo que no se está haciendo.
¿Es un problema generado por el consumo de una población que ha crecido exponencialmente, o por el tipo de ciudad industrial que es Monterrey?
Nuevo León está entre los puntos más álgidos, con incrementos hasta 48°C o casi 50°C. Por razones de vientos y otras cosas.
Pero también estamos explotando nuestro país, alterando nuestro territorio, dando concesiones a industrias en el norte. Y en particular los corredores industriales de Monterrey consumen mucha, mucha agua y no dan tratamiento.
Una refresquera consume en un año lo que las personas consumen en 10 años. Y una cervecera más.
Tener actividades agrícolas, pecuarias o industriales en una zona con un estrés hídrico requiere de una buena administración para que no pasen lo que vemos ahora en Monterrey.
Y ahí, si las industrias consumen 100 litros, esos 100 litros se van al drenaje. No les dan tratamiento.
El actual gobierno de Nuevo León dice que es un problema heredado, que se dejaron de hacer cosas para evitarlo en los últimos 30 años, ¿es esa la explicación?
El gobierno de Nuevo León es un gobierno de selfie, de tomarse fotos aquí y allá, no entienden una situación de crisis hídrica.
Dicen que no pueden quitar las concesiones de agua ni las compañías que están produciendo en su territorio, porque pagan impuestos y generan empleo. Pero están acabando el agua.
Así que optan por cerrar la llave a la gente, pero no a las empresas. Hay un conflicto de intereses muy serio y ahí es donde les llega el día cero.
Es como si una persona que administra los recursos de tu casa te dice no te voy a dar el agua a ti, mejor la uso para lavar el coche. Un gobierno no debería culpar a que es una herencia del pasado, sino dar soluciones.
Revisando las imágenes satelitales históricas, hay momentos en que las represas se ven más vacías que en la actualidad, ¿por qué no se había presentado una crisis similar?
Las presas son las cisternas que te permiten guardar agua para la época de estiaje. Pero una presa tarda, muchas veces, entre uno y diez años, en llenarse porque recibe toda el agua que le estás tomando a la naturaleza para hacer un ahorro energético.
Pero aquí, [Nuevo León], el volumen total del agua lo comprometen para menos de un año. No se puede hacer eso, pero lo están haciendo.
Las imágenes de satélite muestran un momento en el que no había una población ni una cantidad de industrias como las que hay hoy. Al aumentar esto, aumentas el consumo.
Pero el problema es que tampoco hay plantas de tratamientos de aguas.
En el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012) se otorgaron 7.000 concesiones mineras, de un día a otro, 7.000. Y con [Ernesto] Zedillo (1994-2000) y con [Vicente] Fox (2000-2006) se dieron las concesiones de las zonas más importantes de agua a las refresqueras y cerveceras.
Es muy claro que el abuso de unos cuantos intereses afecta completamente el desarrollo de la nación.
Y nunca habían tomado en cuenta la deforestación. En este momento ya no se tienen las zonas viables para la recarga de agua y con eso se está perdiendo muchísima más.
¿Cómo se explica la sequía del norte del país como la actual?
Tenemos regiones naturales muy secas. Hay regiones de México con menos de 100 milímetros, es decir, que lo máximo que caerá de agua en un año son 100 litros por metro cuadrado. No hay más.
En el 70% del país, la cantidad de agua es menor a 500 milímetros. Estacionalmente, el país es seco, donde no abunda el agua.
Entonces el 70% de todo este territorio no es apto para el establecimiento de grandes ciudades ni de plantaciones comerciales.
Es decir, tiene un balance muy fino entre el agua que llueve y el agua subterránea. Y si sobreexplotas cualquier tipo de manto acuífero, rompes el equilibrio.
Y en este momento se están explotando de manera inconcebible los acuíferos subterráneos y se están llenando de fertilizantes, lo que cambia las condiciones naturales del agua. Prácticamente nos estamos pegando un balazo, no en un pie, sino en ambas piernas.
Y la orografía del país crea una barrera natural perfectamente bien franqueada y no hay manera para que las nubes pasen y alimenten de agua a esas regiones.
Y está el factor de población, cómo ha crecido y cómo se distribuye el agua.
En mis investigaciones muestro que Brasil en 1962 tenía 73 millones de metros cúbicos para cada habitante y para 2014 ya solo unos 73.000 metros cúbicos. Esto quiere decir que el agua potable disponible disminuyó 70% en promedio.
México tenía 10.000 millones metros cúbicos y bajó a 3000.
Y el agua potable que se divide entre los habitantes del planeta no considera la flora y la fauna, a ninguna otra especie. Entonces asumes que todo el agua es para los humanos y no se toma en cuenta los ecosistemas naturales.
Otro componente es la deforestación.
En el periodo de 1985 a 2002, en México se deforestar aproximadamente 1,5 millones de hectáreas al año de diferentes ecosistemas. Si sobreponemos un mapa de deforestación al de temperatura máxima y al del clima y al de la precipitación, sale la explicación.
Ahí se demuestra por qué esas regiones tienen ese déficit hídrico y por qué se acentuó.
¿Hay alguna solución en el corto plazo para crisis de sequía extrema como la de Monterrey?
Monterrey podría ser una ciudad próspera, la más bonita, con los bosques y las bajadas de agua de sus montañas, pero la mala planeación, el abuso del crecimiento humano y lo que se está viendo, pues prácticamente lo echa a perder.
Se requiere la intervención de especialistas. Así empiezas a entender qué pasa y la necesidad de restaurar los sistemas naturales.
Y falta educación ambiental, porque la gente se está adaptando a esta situación, pero no está pensando qué va a pasar el año que viene.
Somos tan egoístas en todo esto que vemos al planeta como si fuera nuestro, cuando en realidad es un planeta compartido. Y Monterrey ha crecido, se ha desbordado, invadiendo ecosistemas y este es el costo del deterioro ambiental.
Hoy solo están esperanzados en que llueva.