Los escombros y la oscuridad impiden las labores de rescate en la mina inundada
Los escombros impidieron a los buzos del ejército mexicano descender en su primer intento a las profundidades de la mina de carbón inundada en el norte de México, donde 10 mineros han estado atrapados durante una semana, dijo el jueves el ministro de Defensa.
Los mineros quedaron atrapados el 3 de agosto en una mina del estado de Coahuila, en el norte de México, cuando sus trabajos de excavación provocaron el derrumbe de la pared de un túnel, lo que provocó la inundación de algunas partes de la mina subterránea.
Hasta el jueves, las autoridades mexicanas habían logrado reducir drásticamente la cantidad de agua, que inicialmente había alcanzado los 30 metros, pero han tenido dificultades para enviar equipos de rescate, incluso en los ejercicios preliminares para evaluar si las condiciones serían seguras para una misión de rescate.
Dos buzos militares entraron el miércoles en uno de los tres pozos de la mina inundada después de que un minero y un profesional de rescate se sumergieran cuatro veces para despejar los escombros. Sin embargo, no pudieron acceder completamente en la mina.
"Estaba obstruido", dijo el ministro de Defensa, Luis Cresencio, en una conferencia de prensa el jueves.
"Encontraron que no tienen espacio para avanzar, tienen obstrucciones (...) sigue habiendo ahí algunos polines, inclusive con las luces que llevan para poder observar el interior, no tienen la visibilidad que requieren para hacer la identificación de lo que se encuentran", explicó Cresencio.
El ministro añadió que las autoridades seguirán intentando entrar en la mina, al tiempo que garantizan la seguridad de los equipos de rescate. La profundidad del agua en los tres pozos es de unos 9 metros, 7 metro) y 5 metros, respectivamente.