El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, rechazó hoy la posibilidad de abandonar el poder o de convocar nuevas elecciones presidenciales, porque "no acepto ultimatums de nadie".
En una entrevista con el canal español de televisión La Sexta, Maduro aseguró que el presidente estadounidense, "Donald Trump ha impuesto a Occidente una política equivocada" sobre Venezuela, y afirmó: "No nos vamos a someter".
La conversación entre Maduro y el periodista Jordi Évole (quien ya le entrevistó en octubre de 2017) tuvo lugar en el Palacio de Miraflores y se emitió justo cuando concluía este domingo el ultimátum de ocho días que España y otros países de la Unión Europea la dieron para convocar elecciones presidenciales o de lo contrario reconocerán a Juan Guaidó como presidente interino.
Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, juró el cargo como presidente provisional tras no reconocer la validez de la reciente toma de posesión de Maduro debido a que no considera legítimas las elecciones presidenciales de mayo pasado.
Incluso, sugirió la posibilidad de una convocatoria para renovar la Asamblea Nacional: "lo que está necesitando venezuela es una renovación del Parlamento".
En la entrevista, que estuvo marcada por reproches o respuestas críticas de Évole a algunas afirmaciones de Maduro, éste denunció repetidamente que "Venezuela es víctima" de una campaña de agresión encabezada por Trump y seguida "de manera perruna" por algunos gobiernos de derecha de América Latina.
"Estamos amenazados por la mayor potencia del mundo. La opción militar está sobre la mesa de Donald Trump", insistió, aunque recalcó que "esto no tiene por qué acabar mal".
En cambio, alabó la posición de Gobiernos como los de México o Uruguay, que han convocado "una conferencia" para promover una salida dialogada a la crisis.
"Trump ha impuesto a Occidente una política equivocada. No nos vamos a someter", aseguró, de las misma forma que afirmó: "Yo no me niego a convocar elecciones, hay elecciones presidenciales en 2024".
Preguntado acerca de si piensa irse del cargo, su respuesta fue: "¿irse para dónde?", y criticó a los dirigentes europeos, especialmente al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, por el ultimátum que concluyó este domingo.
En este sentido, consideró que Sánchez, igual que los demás, "se ha plegado" a los designios de la Casa Blanca, y acusó al dirigente español de ser "un farsante" porque "no ha sido elector por nadie", incluso si Évole le recordó que en España es el Congreso el que elige al presidente del Gobierno.
También tuvo palabras críticas contra los dirigentes del centro derecha español Pablo Casado (Partido Popular) y Albert Rivera (Ciudadanos), a los que acusó de tener "una visión neocolonial" de Venezuela.
Maduro insistió en culpar del exterior a la gran mayoría de los problemas políticos, económicos y sociales que sufre el país, e incluso en una ocasión acusa al periodista de estar "envenenado" por la campaña exterior en su contra.
Sin embargo, Maduro también admite "errores" de gestión. "Somos víctimas de una agresión externa, pero sin lugar a dudas somos responsables de muchas cosas".
Cuestionado sobre la inflación y la crisis de abastecimientos de productos básicos, insistió en que su país afronta "una guerra económica brutal", pero "no tiene una crisis humanitaria", sino política.
Aún así, reconoció que las sanciones económicas de EEUU "nos hacen daño", aunque aseguró que "no van a poder con nosotros".
Sobre Guaidó, Maduro asegura que "hay un solo presidente" en Venezuela, ya que él controla todos los resortes ejecutivos del poder, por lo que "no hay un Gobierno paralelo".
Y aunque afirmó estar "abierto al diálogo", no dejó de recordar que el ministerio público pidió al Tribunal Supremo iniciar un juicio contra Guaidó "por posible violación constitucional por parte de ese diputado".
Maduro calificó de "payasada" la asunción de la presidencia interina por parte de Guaidó.
Évole llegó a marcar con su teléfono una llamada a Guaidó, para intentar una conversación con Maduro, pero saltó el contestador y el buzón de mensajes estaba lleno.
Aún así, Maduro le envió un mensaje: que "piense bien, lo que está haciendo" y no haga daño al país con su "estrategia golpista".
El presidente venezolano rechazó que en Venezuela haya una crisis humanitaria y cifró la cifra de compatriotas que han dejado al país entre 600.000 y 800.000, frente a los tres millones que calcula la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Y explicó que "mucha gente se ha ido engañada", aunque aseguró que muchos "se fueron con una falsa visión, se han dado cuenta" y "miles se están regresando".
La entrevista comenzó con una pregunta de Jordi Évole sobre los periodistas de varios países extranjeros detenidos brevemente la pasada semana, entre ellos entre ellos tres enviados miembros de un equipo de la Agencia EFE que fueron capturados el día 30 en Caracas y liberados al día siguiente.
Maduro aseguró que "no ha habido detención de periodistas" y que solo se trató de un "chequeo" como ocurre de otros países. Sin embargo, el equipo de EFE, enviado desde Bogotá, ya había pasado ese chequeo varios días antes al identificarse como periodistas a su llegada al aeropuerto de Caracas.