Inai y Plaza Sésamo van por seguridad en línea de los niños
En el mundo de Plaza Sésamo sucede una situación casi irrepetible, pero que es común para miles de personas en la vida real.
Pancho presume a Elmo y Abelardo su nuevo celular inteligente. "¡Miren, miren! ¡Mi nuevo celular! ¡Está increíble! Puedes tomar fotos, video y también puedes chatear con todos tus amigos", dice el peludo monstruo azul a sus compañeros.
"¡Wow!", le responden Elmo y Abelardo, quienes no apartan la vista del móvil mientras Pancho captura un par de fotografías.
A la par Lola busca a Chip, una geek —entusiasta de la tecnología— y una nueva vecina en la plaza infantil más conocida de todo el mundo, quien es dueña del café internet en el barrio, lugar que será el punto de encuentro donde estos monstruos de peluche desarrollarán una nueva aventura de la mano de las nuevas tecnologías de la información.
Se trata del primer capítulo de una serie Monstruos en Red que el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) y la organización educativa sin fines de lucro Sesame Workshop crearon para concientizar a la población infantil sobre el buen uso de las nuevas tecnologías y la importancia del cuidado de los datos personales.
La serie, que tuvo un costo de casi 3 millones de pesos para adquirir la licencia de uso del programa Plaza Sésamo, Monstruos en Red por tres años, será transmitida este lunes por primera vez por Canal Once, YouTube Kids y las redes sociales del instituto.
De acuerdo con el proyecto ejecutivo de la serie, al cual EL UNIVERSAL tuvo acceso, el Inai busca promover el derecho de protección de datos personales entre la población infantil, con el objetivo de generar una cultura a través de la educación digital.
El documento señala que el Inai busca impulsar en los menores de edad no sólo un uso seguro, sino al mismo tiempo responsable de las TICs, de forma tal que se genere una cultura de la protección de los datos personales y privacidad, propios y de los demás, fomentando desde la corta edad el abandono de prácticas dañinas como el "bullying", entre otras.