"Hay más dimes y diretes que propuestas"
En el "muy complejo" proceso electoral que se vive "están polarizadas las posiciones". Además, "hay más dimes y diretes que oferta de propuestas", afirma el arzobispo Primado de México, Carlos Aguiar Retes, quien ante ese escenario plantea que en las campañas políticas lo que "el electorado realmente necesita es saber lo que piensa cada candidato sobre cómo va a gobernar".
En entrevista con EL UNIVERSAL, llama a los aspirantes a la Presidencia de la República a no denigrarse y ofrecer propuestas para resolver los problemas.
Desde el pasado 6 de febrero está al frente de la Iglesia católica en la Ciudad de México y dice que se debe buscar la manera en la que los ciudadanos participen más al emitir un voto "reflexionado y razonado".
"Con lo que se ha vivido, creo que es suficiente de denigrarse unos a otros, por lo que se deben ofrecer las concretas maneras de cómo piensan resolver los problemas del país. Tenemos que buscar que participe la mayor parte de los ciudadanos con un voto reflexionado y razonado".
Destaca la importancia de la alternancia. "Son normales en una democracia, eso lo vivimos en 2000 y tenemos que acostumbrarnos".
En una de sus oficinas, en la Basílica de Guadalupe, cuelga una réplica del ayate de la Virgen de Guadalupe y al fondo un cuadro de San Juan Diego. Ahí se realiza la entrevista con el arzobispo quien insiste: los candidatos deben establecer un "diálogo ciudadano", para que se atiendan las necesidades de cada región del país, y fortalecer no sólo el proceso electoral, sino también para que el próximo gobierno cuente con el apoyo de la gente.
Sobre la violencia, resalta que se debe atacar la impunidad, sancionar cuando se cometa un crimen, así como reconstruir el tejido social a través de la familia y la educación.
Dice que las instituciones son perfectibles, por lo que la Iglesia católica está dispuesta a colaborar para "ofrecer caminos" y se atienda a la población en temas ante situaciones que atenten contra su dignidad.
En cuanto a los casos de pederastia en el interior de la Iglesia católica, afirma que afectan a los fieles y hace que se alejen, por lo que ofrece que habrá colaboración de la Arquidiócesis Primada de México para castigar estos crímenes y evitar que se repitan: "Algo tenemos que hacer y lo seguiré haciendo tope con quien tope".
¿Cómo ve al país y el contexto político de cara al proceso electoral?
—Es un proceso muy complejo, están polarizadas las posiciones y hay una clara dificultad de llegar. Lo que el electorado realmente necesita es saber lo que piensa cada candidato de cómo va a gobernar. Hay más dimes y diretes que oferta de propuestas.
Tenemos que hacer un llamado a que en esta campaña electoral, con lo que se ha vivido creo que es suficiente de denigrarse unos a otros, por lo que se deben ofrecer las concretas maneras de cómo piensan resolver los problemas del país, pero me esperaré a la Conferencia Episcopal para que se den líneas en las que ayudemos.
¿Cómo vería una alternancia?
—Son normales en una democracia, eso lo hemos vivido, gracias a Dios que nos pareció posible en 2000 y tenemos que acostumbrarnos.
Hay muchas alternancias en los ámbitos locales, en todo el país y no creo que esa sea una dificultad.
Debemos buscar y llamar a que participen la mayor parte de los ciudadanos con un voto reflexionado, razonado y conscientes de un cambio que necesita el país.
¿Sería buena una alternancia en este momento?
—No me atrevería a decirlo porque casi es cómo decir o tomar una posición. Está en la capacidad de todo el país democrático que siempre es posible, que se dé o no y dependerá de los votos.
¿Cómo ve a los tres candidatos principales?
—Todavía necesitamos que nos hablen más de cómo piensan hacer su gobierno.
¿Cuáles son los temas que deben estar presentes en este gobierno?
—Es muy importante que se lleven a cabo convenios, incluso locales, en los ámbitos de cada rincón del país entre los candidatos y ciudadanos, no sólo llamar a votar por ellos, sino hacer propuestas concretas desde las necesidades que vive cada comunidad o sector de la sociedad. Esto se vive en muchos otras naciones y eso nos hace falta, no sólo tener una relación con quienes están dentro de un partido y mirar por esos sectores, sino concretar con vecinos de unas colonias, de una población y decir: "Me comprometo a que en mi gobierno habrá esto que podrá resolver este problema que para ustedes es el más importante".
Ese diálogo entre ciudadanos y candidatos fortalecería no sólo la democracia, sino que el próximo gobierno tendría el apoyo ciudadano.
¿Cómo contribuyen los talleres de construcción de ciudadanía que impulsa el episcopado a este proceso electoral?
—Son fundamentales, es un camino que recorremos y a veces llegamos a un sector no muy amplio.
Nos falta crecer más y lo hemos hecho constantemente cada campaña, con talleres de conciencia cívica.
¿Se requiere mayor participación ciudadana?
—Sí, evidentemente. Nos quedamos en los ámbitos de la gente que está muy cercana a la Iglesia.
No llegamos más allá, estamos hablando de 10% de la población a la que alcanzamos a llegar con los talleres. La idea es extendernos más.
¿De qué manera se extenderían?
—Aliándonos con instituciones sociales que están promoviendo esta conciencia y también esta participación ciudadana.
¿Se van a reunir con los candidatos en su próxima asamblea? y si es así, ¿cuáles serán las propuestas que les harán como representantes de la Iglesia católica?
—No tenemos todavía confirmación, la asamblea es en abril y ellos estarán en plena campaña, pero supongo que los candidatos aceptarán el diálogo con el episcopado.
Creo que serán estas las líneas fundamentales, por ejemplo, el avance y la libertad religiosa.
Se ha ido avanzando, pero todavía no llegamos a la plenitud de la libertad religiosa, por ejemplo, para favorecer la colaboración abierta y clara entre las instituciones, no solamente privadas, sino públicas en convergencia con los problemas sociales.
En los temas de violencia y corrupción, ¿cómo los percibe usted, tanto a nivel local como nacional?