El holgado triunfo de Andrés Manuel López Obrador –producto del enojo social contra la clase política– le concede una amplia legitimidad para conducir los cambios que ha propuesto. Sin embargo, el bono democrático no puede ejercerse para venganzas, frivolidades y pobrezas semejantes, señalan articulistas que colaboran en las páginas de EL UNIVERSAL.
A partir de ahora, agregan, comienza el reto de la reconciliación y de escuchar a todas las voces. Estiman que la victoria del candidato de la coalición Juntos Haremos Historia desencadenará un cambio en la correlación de fuerzas de los grupos de poder, pero queda por ver si su triunfo es una victoria para México o solo una muestra adicional de alternancia democrática.
A continuación sus respuestas:
Alberto Aziz, investigador del CIESAS.
Dicen que ya le tocaba y que la tercera fue la vencida. Unos insisten en que el país cambió de tal manera que tuvo el contexto necesario para ganar; otros consideran que México ha llegado a un límite muy grave en violencia, corrupción e impunidad, que las opciones de continuidad estaban derrotadas desde el principio. Lo cierto es que AMLO tuvo una estrategia exitosa y sus opositores fracasaron. Así fue el mandato de las urnas, ahora comienzan los retos…
Alfonso Zárate, analista político.
López Obrador logra una victoria histórica que le otorga una legitimidad incuestionable. El resultado de las urnas confirma el tamaño del enojo social con un gobierno que fracasó en lo que más le importa a los mexicanos y le permitirá conducir un quiebre en aspectos medulares: el modelo económico, el perfil de la clase gobernante y el estilo personal de gobernar.
Andrew Selee, director del Policy Migration Institute
La elección de hoy marca un cambio en la correlación de fuerzas de los grupos de poder en México, entran nuevos actores, salen otros y también se quedan muchos. El PRI finalmente colapsa, una muerte muchas veces anunciada pero nunca antes cumplida, y nace un nuevo partido hegemónico (un poco al estilo del PRI de los años 30). Habrá que ver si en estos tiempos del pluralismo, se puede replicar el centralismo del pasado o hay que construir algo diferente y más incluyente. Reconocer y responder a este pluralismo, este México de muchas voces y muchas visiones del futuro, será el gran desafío del nuevo presidente.
Arnoldo Kraus, médico y escritor.
PRI, PAN y PRD son los responsables de las enfermedades que padece México. AMLO no ganó por serendipia; su tenacidad y la contumacia de los partidos en el poder sembraron el camino. Cambiar es imprescindible.
Carlos Heredia, profesor del CIDE.
El hartazgo contra el PRI y la esperanza de cambio llevaron a AMLO a la Presidencia. No debemos volver al país de un solo hombre. El dilema no es con o contra AMLO, sino la recuperación del interés público, para construir gobierno y ciudadanos una sociedad incluyente, preparada y sana, cimentada en la justicia, el desarrollo y la paz.
Catalina Pérez Correa, División de Estudios Jurídicos del CIDE.
Esta elección abre la oportunidad de darle una salida institucional a la crisis que vivimos en México. El nuevo gobierno entra con una legitimidad social inmensa. Debe aprovechar el respaldo social para hacer los cambios necesarios y corregir los errores de los gobiernos anteriores. En materia de seguridad tiene el enorme reto de revertir la militarización, la impunidad y el uso faccioso de las procuraciones de justicia para construir instituciones civiles eficientes y autónomas que sirvan a la ciudadanía.
Gabriel Guerra, analista político.
Si alguien nos hubiera dicho que para las 8 de la noche ya tendríamos idea clara del ganador y que antes de la medianoche tendríamos la jornada concluida, no lo hubiésemos creído.
Los perdedores reconocieron al ganador, con entereza, con gallardía y elegancia. El INE hizo (y muy bien) su trabajo. El presidente de la República fue lo que anhelábamos: un demócrata.
Y el ganador fue generoso e incluyente en su discurso. En este país me siento hoy muy orgulloso de ser mexicano.
José Ramón Cossío, ministro de la SCJN.
La afluencia y el contento democrático han sido ejemplares este 1 de julio. Después de las celebraciones, vendrá lo más difícil. Reparar con buena política los agravios y las rencillas, para encontrar causa común. También, hacer buena administración para mejorar nuestra lastimada convivencia. Victoriosos y derrotados, deben encontrar lo mejor de sí para detener la lucha. La democracia habló tal como la diseñamos. El bono democrático no puede ejercerse para venganzas, frivolidades y pobrezas semejantes. Se votó por el cambio. Que lo haya con instituciones, razones y libertades.
Jorge Islas, académico de la UNAM.
Esta elección fue histórica y ejemplar. La gente votó por el cambio. La voluntad popular decidió darle a AMLO una amplia legitimidad, lo cual le permitirá impulsar su plan de gobierno, tendiente a transformar a la nación. Por otro lado, Meade y Anaya reconocieron la contundencia de los resultados, señal de que aún queda civilidad política y esperanza por mejorar nuestra democracia.
Lourdes Morales, coordinadora de la Red pora la Rendición de Cuentas.
Tal y como lo pronosticaban la mayoría de las encuestas serias, es decir, aquellas que se dieron a la tarea de publicar metodología y muestra, Andrés Manuel López Obrador será el próximo presidente de México. Por primera vez, un candidato identificado con la izquierda llega a la silla presidencial. Su victoria, con un amplio margen de 30 puntos, le otorga una legitimidad incuestionable. Andrés Manuel encabezará un país herido por la desigualdad, la corrupción, la inseguridad y la violencia. Tres aspectos son destacables: en primer lugar, la compra masiva de votos, el enorme costo de nuestra joven democracia, los huecos de nuestro sistema electoral y las campañas sin propuestas, fueron enfrentados por una ciudadanía que exigió, de manera pacífica y organizada, un relevo en la clase política. En segundo lugar, el proceso electoral más violento se tradujo en una jornada con incidentes menores, en la que los principales contrincantes aceptaron la derrota. En tercer lugar, el nepotismo y la opacidad fueron castigados en las urnas. El bono democrático está ahorita en la cancha de una coalición sui géneris que abarca desde la extrema izquierda hasta la derecha evangelista. Las expectativas son altas y no son ciegas. Inicia una nueva oportunidad para participar y exigir como sociedad el gobierno que merecemos.
Luis Herrera Lasso, consultor en temas de seguridad y política exterior.
Después de una campaña de denostaciones, promesas huecas y hechos violentos, culmina el proceso electoral con una jornada nutrida y pacífica. AMLO logra su anhelo debido al fracaso político de priistas y panistas. Queda por ver si su triunfo es una victoria para Mexico o solo una muestra adicional de alternancia democrática.
Manuel Gil Antón, profesor del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México
Cuando ha sido parte de la vida jugar futbol, ese abrevadero de ética a juicio de Camus, quizá la principal lección es que es más difícil saber ganar que saber perder. Detener la soberbia, dar su sitio a quienes, derrotados, hicieron posible el partido. Reconocer que la alegría por el triunfo es breve, sin dejar de ser honda, y el siguiente partido es otra cosa. Ganar una elección es un reto: tener más votos, y tantos como ahora, implica un compromiso muy fuerte. Porque, bien a bien, el triunfo electoral es solo el primer paso, y no basta, para ejercer el poder de otra manera. Hay, entre muchas, una propuesta central del próximo presidente de México: separar el poder económico del político. Urge.
María Elena Morera, presidenta de Causa en Común
Debemos festejar unas elecciones celebradas con orden y en libertad. A Andrés Manuel, le reconozco su amplio triunfo, deseo haga un buen gobierno y nos vaya bien a todos. Considero que deberá escuchar a las distintas voces que en nuestro país se expresan, abrir las puertas a la unidad y a la participación. En Causa en Común seguiremos trabajando por la seguridad y la justicia, sumando con las autoridades, criticando lo que creamos que está mal y proponiendo soluciones.
Miguel Carbonell, investigador del IIJ-UNAM
Combate a la corrupción, atención a asuntos económicos y lucha contra la impunidad son tres de los muchos temas que deberá atender AMLO tan pronto se siente en la silla presidencial. A ellos debemos sumar muchos otros, que consumirán la energía y el tiempo del futuro Presidente y de todo su equipo de gobierno. Ojalá no nos fallen.