El Palacio Nacional, centro del poder en México con López Obrador
El insigne Palacio Nacional vuelve a ser el centro del poder en México desde que el izquierdista Andrés Manuel López Obrador asumió la Presidencia este sábado, convirtiendo la residencia oficial de Los Pinos en un espacio público.
En campaña y tras su gran triunfo en las presidenciales del 1 de julio, López Obrador confirmó que no viviría en Los Pinos y, aunque una de sus ideas era vivir en el Palacio Nacional, a un costado del Zócalo capitalino, al final decidió que seguirá ocupando su actual casa en Tlalpan, en el sur de Ciudad de México.
"Voy a seguir en mi casa, en Tlalpan. Ahí vivo con mi familia y ahí seguiré viviendo mientras termine la primaria mi hijo (Jesús Ernesto, de 11 años). Después voy a rentar una casa cerca de Palacio Nacional", declaró el futuro presidente en un mitin a finales de abril.
Aunque la sede oficial del Ejecutivo siempre ha sido Palacio Nacional, Los Pinos fue de facto desde la década de 1930 el principal lugar de reunión y eventos, además de vivienda, para los gobernantes.
El Palacio Nacional se relaciona directamente con las tres transformaciones de México, la Independencia iniciada en 1810, la Reforma de 1857 y la Revolución de 1910.
López Obrador ha prometido una "cuarta transformación", que impulsará previsiblemente desde las paredes de este icónico edificio que a principios del siglo XVI sirvió de vivienda para el conquistador español Hernán Cortés.
El 23 de marzo de 1938, en el contexto de la Expropiación Petrolera del presidente Lázaro Cárdenas, este mandatario tan admirado por López Obrador dirigió un mensaje a México desde el balcón central de Palacio Nacional.
Los siguientes gobernantes mexicanos también han usado este palco para dar varios discursos. Especialmente para pronunciar el mensaje para el Grito de la Independencia, en la noche del 15 de septiembre, y presenciar el desfile militar al día siguiente.
Poco después de las 13.00 hora local (19.00 GMT), al finalizar su primer discurso a la nación tras asumir el cargo, el líder del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) salió del Palacio Legislativo de San Lázaro, rodeado de una marea humana que lo hizo avanzar con una cierta dificultad.
En el Palacio Nacional, López Obrador mantiene una comida privada con líderes extranjeros. Más de un centenar de representantes de unos 50 países, entre ellos una veintena de jefes de Estado y de Gobierno, acuden a la ceremonia en Ciudad de México.
Entre estos, sobresale la presencia del rey de España, Felipe VI, la asesora de la Casa Blanca e hija de Donald Trump, Ivanka Trump, o el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence.
Tras el evento oficial de investidura de este 1 de diciembre, y saliéndose del protocolo habitual, López Obrador ofrecerá un discurso a la multitud congregada en la plaza del Zócalo, donde se celebrará una fiesta popular con eventos culturales.
En los últimos días antes de la investidura empezó la mudanza de mobiliario y documentos desde la casa en la colonia (barrio) Roma donde López Obrador despachó tras su victoria el 1 de julio hacia el Palacio Nacional.
La vivienda se llenó de personas -hasta 300, según medios locales- que transportaron en varios camiones mobiliario, escritorios, libreros y documentos de todo tipo, además de cuadros.
En principio, todos estos objetos fueron llevados a este icónico edificio, que fue sede de la Secretaría de Hacienda durante la administración de Enrique Peña Nieto (2012-2018), además de museo y espacio cultural.