El primer informe de gobierno del presidente municipal de Ensenada, Armando Ayala Robles, se dio en medio de una hoguera de vanidades: en pleno Covid 19, cuando la mayor parte de las actividades sociales están restringidas, él convoca a decenas de invitados, algunos sin protección personal, ni apegándose a las medidas de prevención.
El uso de cubre bocas o la sana distancia que recomiendan las autoridades de salud fueron ignoradas.
El grupo de invitados fue sentado frente al alcalde, quien ofreció un discurso al estilo priista, sin considerar que este ha sido un año de restricciones económicas, sociales y de salud para la mayor parte de la comunidad, en un intento de presumir logros, de una administración que se ha distinguido por su frivolidad y la nula respuesta ante un aumento nunca antes visto en la historia de Ensenada en cuanto al número de homicidios.
El gobierno de Armando Ayala ha permitido fiestas y bodas, en las que él mismo ha fungido como oficial del registro civil, principalmente en el Valle de Guadalupe.
El informe se llevó a cabo en el Museo del Vino, uno de los recintos más caros y exclusivos del Valle de Guadalupe. Antes del evento, empresarios y transportistas de El Sauzal acudieron a bloquear las instalaciones, en protesta por torpes acciones de su gobierno para resolver la problemática que sufren vecinos de El Sauzal.
Y es que la administración de Armando Ayala ha sido incapaz de resolver los problemas urbanos y de contaminación que aquejan el área y que mantienen divididos a vecinos, empresas dedicadas al almacenamiento de contenedores marítimos y empresas del parque industrial Fondeport, que generan un alto grado de contaminación ambiental.