El periodista, político, sindicalista y activista electoral, Julio Rodríguez se volvió tema de conversación en el círculo rojo con su nombramiento en la Secretaria de Educación de Baja California.

Julio Rodríguez, un personaje con un comportamiento social inusual, y con un obsesivo y profundo interés por analizar y explicar la política, durante sus más de 25 años como reportero y comentarista político, se enemistó fuertemente con una familia de periodistas y reporteros amigos de estos, que no pierden oportunidad de hacerle mala fama, aunque para ello se valgan de la técnica de cambiar veracidad por credibilidad.

Pero además este polémico personaje no tiene reparos en ser irrespetuoso a la etiqueta política, lo que le genera odios oficiosos por la imprevisibilidad de su sola presencia muy cercana a profesora Mary Sánchez, nueva Secretaria de Educación.

Causante de comezón, picor y ardor entre los funcionarios de la Secretaria de Educación, logró unir al Sub Secretario Iván López Báez con su anterior adversario Catalino Zavala, para juntos buscar la manera de expulsar a Julio Rodríguez de la Secretaria y de la gracia del Gobernador Jaime Bonilla.

López Báez y Catalino hicieron ayer una tregua a su sorda lucha, para apuntar sus armas contra hábil cinismo de Rodríguez y alejarlo de la profesora Sánchez Ávila y así manipularla con facilidad.

En esa misión parece se sumó el Secretario de Gobierno Amador Rodríguez Lozano.

Inaudito es la alianza entre López Báez y Catalino, para detener a un singular personaje que detenta poco poder real, pero una gran habilidad de persuasión.

No es lo mismo ser oposición a ser gobierno. Y partiendo de ahí es cuando se puede o se debe de pedir cuentas a los gobiernos recién llegados. Un funcionario como Amador Rodríguez Lozano no puede darse el lujo de ser un funcionario sobrado y brabucón. Que, al primer cuestionamiento, responde con otra pregunta y pareciera que le molesta tener que dar cuentas… sin embargo las tiene que dar.

Llega el gobierno de Bonilla y es el mismo que le debe 199 millones de pesos al Ayuntamiento de Mexicali. El cual, si bien se ha comprometido a pagarlo todo de un jalón, debe también responder a los señalamientos de corrupción al interior de la recién creada Guardia Estatal. No solo con la apertura de una carpeta de investigación… con resultados contundentes.

Premian a un servidor publico (Julio Rodríguez Villareal) que le “tiró” a MORENA bajo el amparo de jactarse como un comunicador. Y que a pesar de ser sancionado por el Tribunal de Justicia Electoral del Poder Judicial de Baja California por violencia política por razones de género en contra de Elvira Luna. Hoy este agresor (según lo dictaminado por organismos electorales) despacha en la dirección de participación social del sistema educativo a cargo de Catalino Zavala. 

Todo esto, sin contar con las declaraciones de Amador Rodríguez Lozano, donde asegura que todo lo planeado por este gobierno es para 5 años… lo que deja entre ver que si la suprema Corte de Justicia de la Nación, regresa el periodo a 2 años… el fracaso de este gobierno sería culpa de quién mide como inconstitucional a la famosa “ley Bonilla”.

Es tiempo entonces, de gobernar.