''Precedente grave'', desechar quejas contra fiscal Gertz
El argumento: la denuncia no viene de los autores afectados
La decisión de la Junta de Honor del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) de desechar toda queja por presunto plagio que habría cometido Alejandro Gertz al retomar párrafos de varios autores y generar sus libros Guillermo Prieto (Biografía) e Ignacio Allende, es “absurda”, “contraviene” los lineamientos de la Junta y “sienta un precedente” grave, advierten investigadores.
Esta resolución se dio a conocer luego de que en octubre de 2021, 77 investigadores presentaron una queja ante la Junta de Honor, pues EL UNIVERSAL documentó que Gertz Manero retomó párrafos de varios autores sin dar el crédito correspondiente. Un mes después, más de 150 investigadores se sumaron a ese procedimiento.
El miércoles pasado, los investigadores fueron notificados por el Conacyt, en un oficio firmado por Andrés Eduardo Triana, encargado de Despacho de la Dirección Adjunta de Desarrollo Científico y Secretario Ejecutivo del SNI, que “con fundamento en el artículo 16 de los Lineamientos para el Funcionamiento de la Junta de Honor del Sistema Nacional de Investigadores, la Junta de Honor del Sistema Nacional de investigadores acuerda por unanimidad, desechar la queja presentada en contra del Dr. Alejandro Gertz Manero (CVU 255022). En virtud de que ninguno de los quejosos es autor o demuestra contar con los derechos de propiedad de las obras presuntamente plagiadas, por lo que no hay interés directo en la verificación o rectificación de las obras señaladas”.
Al respecto, el investigador del SNI Guillermo Sheridan indicó: “En el ámbito académico no hay peor falta ética que el plagio. No es casualidad que se llame plagio: es el equivalente del secuestro en el ámbito judicial. Para todo efecto, la resolución de la junta de (dizque) honor del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del Conacyt sanciona desde ayer el plagio académico mientras sea el autor plagiado quien lo denuncie.
“Es increíble. Es como si se denunciase que hay un secuestro, la policía exigiera la presencia del secuestrado para que haga la denuncia y poder actuar. Los autores que plagió Gertz no pueden denunciar, pues tienen el inconveniente de estar muertos. Más de 200 investigadores del SNI denunciamos los plagios de Gertz (que no son ‘presuntos’ ni ‘supuestos’, pues están bien documentados), porque el plagio victimiza a la comunidad científica y al pueblo que se beneficia de su labor. Pues bien: para ‘el Conacyt de la 4T’ esos investigadores valimos menos aún, por estar vivos, que los autores por estar muertos”.
El columnista de EL UNIVERSAL señaló que “el artículo 14 de los Lineamientos del SNI ordena que cualquier miembro o funcionario de SNI, ‘cuando tengan conocimiento de hechos que puedan constituir faltas de ética por parte de algún Investigador Nacional, y que estén directamente asociados con su pertenencia en el SNI, los pondrán en conocimiento de la Junta de Honor por escrito para que se determine su procedencia’. No hay de otra.
“Pero sí hay, pues ese reglamento del SNI fue violado por las autoridades del SNI. No es raro cuando otras autoridades del país violan otras leyes y las substituyen por sus caprichos personales. Al avalar la resolución queda en entredicho el Consejo General del SNI, y su junta de honor prescinde del sentido del honor. Desde ayer, el llamado ‘Conacyt de la 4T’ ha transformado el plagio de obras de autores muertos en mérito académico de los vivos, es decir, de los vivales. No se debe permitir”, indicó.
Las implicaciones
Alejandro Gertz, fiscal General de la República, ingresó apenas el año pasado al SNI, después de varios intentos en 11 años, y fue posible porque el Conacyt de María Elena Álvarez-Buylla creó una Comisión Especial Dictaminadora, presidida por Ernesto Villanueva, que ignoró un documento elaborado desde 2015 en el que, entre otras cosas, se señaló que el fiscal “omite datos en su aparato crítico que sustente la investigación documental que a su vez soporte su quehacer científico”. Aun así, se le otorgó el Nivel III del SNI.
“La comunidad científica está en grave riesgo, porque teníamos un sistema estructurado de tal manera que permitía la identificación y el castigo, y ahora nos quitan la posibilidad de castigar a los plagiarios. Un plagio es un robo y en este caso quien lo comete hace que trascienda del tema científico, se vuelve un tema de interés nacional, porque pone en la mira la situación del Estado de Derecho en México. Es una expresión más del Estado de derecho en México”, apuntó Brenda Valderrama, investigadora de la UNAM.
La decisión de la Junta de Honor, que está integrada por Elvia Arcelia Quintana Adriano, María Emilia Caballero Acosta, Alma Delfina Lucía Orozco Segovia y Elsa Ernestina Muñiz García, también fue cuestionada por la investigadora Susana Quintanilla: “No sólo inválida jurídicamente los casos que se han resuelto y sienta un precedente que es gravísimo, además hay un incumplimiento no solamente inicial por una falta por parte de un miembro del SNI nivel III, sino que es una Junta de Honor que desiste en su obligación ante más de 200 investigadores que cumplimos con nuestras obligaciones como funcionarios públicos. Nosotros no fuimos ante Derechos de Autor, es decir, la Junta de Honor ni siquiera resolvió. Me parece realmente tremendo que la Junta de Honor del SNI renuncié, porque esto es una renuncia al cumplimiento de sus funciones”.
A esas críticas se sumaron los investigadores David Romero, doctor en biomédica básica, y Alma Maldonado, doctora en Educación Superior.
“En un caso de falta de ética científica como es el asunto en la modalidad de plagio, los afectados son toda la comunidad científica y la sociedad en general, la cual presupone que el trabajo presentado fue generado por el propio autor. Con este caso, si se queda la interpretación tal como está, pareciera una invitación a plagiar a los autores muertos o a aquellos en los que sea confuso si tienen la propiedad intelectual o no de una obra. Eso no debiera ser. Se abre la puerta a faltas de ética por parte de la comunidad científica”, dijo Romero.
Maldonado calificó de absurda la respuesta del Conacyt al enviar un “gravísimo mensaje” por parte del SNI, “esto es la suma de todas las situaciones preocupantes que hemos visto en el SNI. Queda claro que están denostando lo que había costado tanto trabajo mantener: un sistema sólido, reconocido, respetado. En el fondo, todos los miembros del SNI, la comunidad científica y los que vienen detrás que quieren aspirar al SNI somos los afectados, porque entonces cuál es la credibilidad de este tipo de programas y dónde queda la honestidad intelectual”.
LA RESOLUCIÓN
El miércoles, los investigadores fueron notificados por el Conacyt sobre el acuerdo de desechar la queja en contra de Alejandro Gertz por plagio
Guillermo Sheridan
Investigador del SNI
“El llamado ‘Conacyt de la 4T’ ha transformado el plagio de obras de autores muertos en mérito académico de los vivos, es decir, de los vivales. No se debe permitir”
Brenda Valderrama
Investigadora de la UNAM
“Un plagio es un robo y en este caso quien lo comete hace que trascienda del tema científico, se vuelve un tema de interés nacional”
David Romero
Investigador
“Con este caso, si se queda la interpretación tal como está, pareciera una invitación a plagiar a los autores muertos...”