El gobierno de Estados Unidos presentó una segunda acusación federal en contra de Naasón Joaquín García, líder de la iglesia de La Luz del Mundo; Eva García de Joaquín, su madre; Joram Núñez Joaquín, su sobrino; Silem García Peña, apoderado legal de la iglesia en México; y dos operadoras de tráfico sexual, Rosa Sosa y Azalea Rangel Meléndez.
"Los acusados y otros, conocidos y desconocidos, abusaron del poder, doctrina y estructura de la Iglesia de la Luz del Mundo para amenazar, forzaron y abusaron sexualmente de niñas, niños y mujeres en la iglesia de LLDM para involucrarse en crímenes financieros y para obstruir investigaciones criminales sobre sus delitos”, señala la acusación en contra del líder de la iglesia, lo que representa su segundo caso federal, además del caso estatal por abuso de menores que ya lo tiene en prisión.
¿Qué señala la nueva acusación?
Según las investigaciones realizadas desde Estados Unidos por el Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) y el Servicio Interno de Impuestos (IRS), el esquema criminal encabezado por los acusados operó por décadas e implicó el abuso de generaciones de miembros de la iglesia, periodo durante el cual los señalados incluso destruyeron evidencia para obstruir las investigaciones.
La acusación recién revelada indicó que la actividad criminal incluía la creación de fotos y videos de abuso sexual infantil.
García fue puesto bajo custodia federal temprano el miércoles en Chino, California, donde está cumpliendo una sentencia de más de 16 años tras declararse culpable en 2022 de dos cargos estatales.
Sus abogados no han comentado al respecto.
¿Quiénes son los involucrados en los cargos?
García es líder de La Luz del Mundo, que afirma tener cinco millones de seguidores en todo el mundo, y cumple una pena de 16 años por abuso sexual en una prisión de California. Los creyentes lo consideran el “apóstol” de Jesucristo.
Los fiscales en California han dicho que utilizó su influencia espiritual para tener relaciones sexuales con niñas y mujeres jóvenes a quienes se les decía que eso las llevaría a la salvación, o a la condena si se negaban.
Además de García, un acusado en el caso fue detenido en Los Ángeles mientras que otro fue arrestado en Chicago, informaron las autoridades. Otros tres estaban prófugos.
Según la acusación, dos de los implicados y otros intentaron destruir pruebas e impedir que las víctimas del abuso sexual hablaran con las fuerzas del orden después de que García fue arrestado.
Se indicó que presionaron a las víctimas para que firmaran declaraciones falsas negando que hubiera ocurrido algún abuso, redactaron y distribuyeron sermones afirmando que todas las víctimas de abuso sexual mentían y reforzaron la doctrina de la iglesia de que dudar del apóstol era un pecado castigado con la condenación eterna.
Implicados explotaron la fe y se aprovecharon de sus seguidores
En un comunicado, el fiscal federal Jay Clayton dijo que García y los demás “explotaron la fe de sus seguidores para aprovecharse de ellos”.
“Cuando fueron confrontados, utilizaron su influencia religiosa y poder financiero para intimidar y coaccionar a las víctimas para que permanecieran en silencio sobre el abuso que habían sufrido”, agregó.
Ricky J. Patel, el jefe de la oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional en Nueva York, dijo que los cargos fueron el resultado de una “investigación de años que abarcó el país e involucró el apoyo de docenas de valientes víctimas”.
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