Ante tantos asesinatos, ya no hay capacidad de asombro
El muerto de Playas, parecía una cosa rara en exhibición
Luego de la ejecución de un hombre ayer por la tarde a plena luz del día y frente a decenas de turistas locales y extranjeros que paseaban en el malecón de Playas de Tijuana es de sorprenderse la respuesta de la sociedad frente a otro asesinato más en donde de repente pareció un circo o un zoológico, con un animal (muerto) en exhibición.
La comunidad se debe acostumbrar y aceptar como parte de la vida diaria la ejecución y asesinatos de personas, señaló el profesor Jesús Alfredo Pérez, especialista forense.
El también fundador de la Sociedad de Ciencias Forenses en Baja California dijo a CADENA NOTICIAS, que resulta inconcebible pensar como frente a un centenar de personas se abrió fuego contra un individuo en diversas ocasiones, pero más sorprendente como ninguna otra persona le presta auxilio, entendiendo que pueda existir temor o indiferencia de ello.
Ante la mirada de familias enteras, turistas y visitantes que acudieron esa tarde a disfrutar de la playa, el cuerpo del joven quedó sobre el piso y solo se le cubrió el rostro con una caja de pizza en tanto llegaban las autoridades correspondientes. Ahí frente a decenas se observaba la escena donde el cuerpo ya sin vida quedaba tendido.
“Resulta impactante darse cuenta de que manera la capacidad de asombro va despareciendo en una sociedad donde todos los días parece acostumbrarse cada vez más a vivir entre ejecuciones, alcohol, drogas y violencia”, dijo el fundador de la Sociedad de Ciencias Forenses en Baja California.
El catedrático en ciencias forenses expuso que resulta peligroso perder la capacidad de asombro y de admirarse de los sucesos de alto impacto que suceden en la ciudad. Asombrarse, sorprenderse, es una de las primeras reacciones ante lo equivocado, lo inusual, lo grosero, lo abrupto o lo absurdo de las acciones humanas.
Al generarse este tipo de reacciones en una sociedad, evidentemente provocarían emociones y sentimientos de ira, terror, miedo, desesperación, repudio, vergüenza, tristeza y demás.
Sin embargo esto no está sucediendo ni en Tijuana ni en otras entidades del país, donde se vive un ambiente de violencia y día con día los valores se pierden.
Explicó que, lo sucedido en Playas de Tijuana al margen de la competencia de las corporaciones policiacas, es a la sociedad donde también debe dirigirse el mensaje o reflexión, no puede ni debe perderse la capacidad de asombrarse, ni de asombro.
El acostumbrarse y tolerar estas acciones adormecerá la conciencia de quienes integran la sociedad y su sano espíritu de crítica solo quedara plasmado en las redes sociales.
La muerte de cualquier individuo no es un acto ordinario. La sociedad no puede permanecer inerte frente a los casos que indirectamente la lastiman como la seguridad y paz social. Aceptarlo y reconocerlo como tal, es un indicio de que la sociedad está sometida a la anestesia y pronto despertará en un ambiente de caos.