Choferes del transporte público: víctimas del sistema
Criticados, señalados y juzgados como los responsables del pésimo servicio de transporte público en Tijuana, los choferes son apenas víctimas de un sistema que los mantiene explotados, pobres y sin servicios sociales.
Ilustra la historia de Joaquín, un operador de 45 años, quien cuenta parte de su vida a cadenanoticias.com, a condición de guardar el anonimato. La suya, es la vida de muchos choferes de Tijuana.
Hasta el año pasado, había servido los últimos 20 años como operador de tractocamión en las carreteras del país.
Dos golpizas casi seguidas en asaltos, una de ellas en Puebla y la otra en el estado de México, obligaron a su esposa a ponerlo contra la pared: o dejaba el transporte carretero o enfrentaba el divorcio.
Optó por trabajar en Tijuana, en una “cucaracha”, como él califica el microbús que maneja, “robando cambio”, es decir, operando y cobrando al mismo tiempo.
Enfermó de los riñones, por lo que solo puede trabajar un día sí y dos no, por los dolores que padece.
Y es que empieza su jornada antes de amanecer y termina de noche.
No tiene manera de retirarse. No cotiza en el Seguro Social ni tiene Afore.
En cuanto a capacitación: comete un promedio de diez infracciones por viaje, entre pasarse los altos, hablar por teléfono celular mientras maneja, cambiar de ruta, no ceder el paso a los demás automovilistas o a los peatones, etcétera, etcétera y muchos más etcéteras.
¿Quién lo para?
Nadie.
Sobre todo en los días de ésta última administración municipal.
¿Qué pasajeros, usuario o automovilista lo denuncia?
Nadie.
Porque no hay quien quiera enfrentar un problema que hoy por hoy, no tiene solución.