“No es persecución, ni venganza contra panistas, solo justicia”, dice Bonilla
El gobernador electo de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, reiteró su compromiso de investigar y pedir castigo para los funcionarios panistas que se enriquecieron en la administración que está por concluir y que “se llevaron sus fortunas al extranjero”, dejando quebrado al Estado, que enfrenta enormes rezagos en obras y cuantiosas deudas.
Su enérgico pronunciamiento lo hizo en respuesta al grito de “…queremos que meta a la cárcel al gobernador Kiko Vega…”, lanzado por la nutrida concurrencia comunitaria del Mariano Matamoros que asistió a la inauguración del módulo de Atención Ciudadana del diputado local morenista Víctor Manuel Morán Hernández (VIII Distrito), acompañado de diputados locales y federal, así como líderes vecinales.
Acotó enseguida el próximo gobernador, quien asumirá este cargo el 1 de noviembre entrante, que recurrirá a la aplicación de la “Ley de Extinción de Dominio” para que les sean confiscados los bienes a quienes se enriquecieron en detrimento del erario estatal, sin que esto sea una persecución o venganza, solamente será una acción de justicia. “Vamos por sus fortunas y pediremos que los castiguen”.
Habló el futuro jefe del Ejecutivo estatal de las gestiones que ha realizado ante el actual Gobierno federal para que le sean cubiertos sus sueldos a los maestros, como también la deuda de la UABC y otros casos, “pero los recursos que hemos conseguido, más de 1,400 millones de pesos, los han usado para otros intereses, como lo ha reconocido el gobernador Kiko Vega, alegando que no se los ha robado”.
Entonces reafirmó que, como lo ha venido diciendo desde su campaña, “cuando estemos en el Gobierno del Estado, vamos a cumplirles a los maestros, les vamos a tener puntuales sus sueldos; todo lo que hagamos va a ser transparente, y estaremos en las comunidades, para atenderlas directa y personalmente, como lo prometí cuando hicimos nuestros recorridos y visitamos todos los sobreruedas que hay en los cinco municipios”.
Dijo también que otro de los compromisos que comenzará a cumplir desde el inicio de la administración estatal que encabezará, es el de dotar de desayunos escolares a los alumnos de escuelas primarias oficiales, comenzando por las zonas más marginadas, “porque así lo prometimos a las madres de familia en las poblaciones que visitamos, para que sus hijos puedan estudiar y tener mejores condiciones”.
A su lado, la propuesta directora general del DIF de Baja California, Lic. Blanca Estela Fabela, a quien el gobernador electo Bonilla Valdez tiene comisionada para atender este programa de los desayunos escolares, primero en planteles de zonas marginadas, para luego ampliarse su cobertura hasta llegar al 100 por ciento de la población escolar infantil.
El mandatario electo dijo extrañar las actividades de campaña, en las que recorrió varias veces el Estado de Baja California, hasta el llamado “sur profundo” del municipio más grande de México, que es Ensenada, incluyendo la Isla de Cedros, donde sus habitantes están prácticamente incomunicados y requieren de servicios sociales, médicos, alimentarios, etc.
Ofreció volver con frecuencia -“…si me invitan y si no, también…”- a las reuniones con los vecinos de las comunidades en las que hay una gran expectativa y confianza en el nuevo gobierno, por la esperanza del cambio y de terminar con los abusos de gobernantes panistas que prolongaron su permanencia en el poder, durante treinta años, hasta que en el 2018 y en el 2019, la ciudadanía votó mayoritariamente para poner fin al saqueo descarado.
Agradeció las muestras de afecto y solidaridad de las familias presentes en el evento inaugural del Módulo de Atención Ciudadana del diputado Víctor Manuel Morán Hernández, en el que estuvieron también como invitados, los diputados locales Julio César Vázquez Castillo (PT) y Rodrigo Aníbal Otáñez Licona (PBC); y la diputada federal de Morena, Irma Andazola Gómez, así como futuros funcionarios municipales y estatales.
En sus respectivos discursos, coincidieron en que unirán esfuerzos para atender las más apremiantes necesidades de la Zona Este de Tijuana, en donde carecen de redes de distribución de agua potable, calles pavimentadas, áreas verdes y deportivas, así como alumbrado público, lo que se traduce en una mayor incidencia delictiva y alteración de la tranquilidad que merecen tener las miles de familias que habitan las más de 150 colonias.