Forenses recomiendan evitar disparos al aire
La Sociedad de Ciencias Forenses en Baja California se pronunció a favor de eliminar y erradicar esa mala costumbre de realizar disparos de armas de fuego durante fin de año por constituir un delito y poner en riesgo la vida de muchas personas ante la acción irresponsable, afirmó su presidente fundador Jesús Alfredo Pérez.
Explico que un proyectil disparado al aire en forma vertical o con angulación, caerá con una velocidad tal que puede lesionar o quitarle la vida a una persona, incluso el proyectil podría caerá con la misma velocidad o ligeramente menor que tenía cuando salió de la boca cañón, pero de manera irregular su giro.
“Un proyectil lanzado al espacio en forma vertical o inclinada puede alcanzar una altura hasta más menos 800 metros y cae de manera irregular con una velocidad suficiente para lesionar o perforar el cráneo a un ser humano, causando severas lesiones e incluso la muerte” afirmo el especialista en Ciencias Forenses.
Pérez explicó que una vez que el proyectil es disparado al aire, su trayectoria comienza con una determinada velocidad inicial y esta velocidad dependerá del tipo de cartucho, carga de proyección y otros compuestos químicos .
Dijo que durante el ascenso del proyectil cuando este es disparado al aire, estará perdiendo velocidad por la densidad del aire hasta llegar al punto más alto de su trayectoria donde se detiene, es decir, toda su energía cinética se ha transformado en energía potencial para que posteriormente comience su descenso de vuelta a la tierra acelerado por la fuerza de la gravedad y pudiera tardar hasta
12 segundos en volver al suelo desde su punto más alto.
De acuerdo a los estudios de balística forense y balística de efectos la velocidad con la que caer el proyectil al suelo, puede variar según el movimiento rectilíneo y su aceleración en la que su velocidad puede ser de 117 metros por segundo donde la altura puedan ser de 800 metros.
Los forenses admiten que para que un proyectil atraviese el cráneo de un adulto, produciendo lesiones graves o la muerte, tiene que alcanzar una velocidad mínima de 100 metros por segundo sin embargo existen muchas variables en este cálculo físico matemático.
Disparar al aire puede ser letal y sumamente riesgoso con la independencia de su trayecto del proyectil disparado en forma vertical o en forma inclinada convirtiéndose en un tiro parabólico que finalmente caerá sobre el suelo y en su trayecto puede lesionar o matar a cualquier persona, concluyó.