En un total ambiente de hermetismo, y contestando lo más indispensable, se comporta el personal del edificio Adamant, lugar donde la tarde del lunes se lanzó al vacío desde el último piso, un hombre de origen norteamericano que perdió la vida minutos después al caer a la alberca del condominio.
Cadena Noticias intentó dialogar con los directivos de la empresa o personal administrativo del edificio ubicado en bulevar Agua Caliente frente a Plaza Galerías - Hipódromo, teniendo como respuesta que no había nadie, sólo la recepcionista y el personal de seguridad en apoyo, pero nadie que atendiera por estar ocupados.
Incluso la propia recepcionista indicó que tenía pendientes y no tenía con quien revisarlos, tampoco sabía cuando estarían, ni si podrían atendernos, negando proporcionar hasta el número telefónico del lugar para concertar una cita posteriormente.
¿Pero quién era el hoy occiso?
No se pudo saber si el hoy occiso había tenido anteriormente actitudes violentas o suicidas que hayan sido registradas en el inmueble, pero se pudo saber que era de origen estadounidense, y que tenía por nombre Dixon Nicolás Ian, de 32 años de edad, y que padecía trastornos psiquiátricos.
Hasta el momento ni Bomberos o Protección Civil acudió al lugar a realizar algún peritaje por ser instancias de primeros respondientes, sin embargo la Fiscalía General del Estado indicó que es competencia dar seguimiento al aparentemente suicidio a la Fiscalía General de la República, al parecer por tratarse de un extranjero, en conjunto con el Consulado Americano.
Durante el recorrido en torno al edificio Adamant, se pudo lograr el avistamiento de personas revisando el departamento de donde se lanzó el hombre suicida, había personas revisando el balcón, y aunque no se observaron unidades de la Fiscalía General del Estado o de la República, se advierte que se estaban realizando las primeras indagatorias obligadas por ley.
Peatones curioseaban por el edificio Adamant
Los peatones que transitaban por el bulevar Agua Caliente o que salían del centro comercial, no podían evitar voltear a ver el edificio y comentaban lo sucedido la tarde-noche del lunes, y afirmaban que efectivamente, ese era el lugar de donde había saltado un hombre.
Incluso uno de los repartidores de comida estacionado en su moto, mencionó que el personal del edificio estaba muy hermético, y prácticamente evitaban que fueran a entregar los alimentos solicitados por los residentes del lujoso inmueble.
También los vecinos del edificio Adamant, se estuvieron asomando viendo los daños de los cristales de al menos tres balcones, y aunque no se podía alcanzar a visualizar, se advierte que observaban el trabajo pericial de las autoridades.