Pondrán fin a contaminación en parque pesquero de Ensenada
El abogado Jaime Palafox Granados, representante de los vecinos de Vista al Mar, encabezó una reunión con el gobernador Jaime Bonilla Valdez y otros funcionarios de su administración y del municipio de Ensenada, en donde se acordó crear un comité mixto –ciudadanos, empresarios y autoridades- que ponga fin a los múltiples problemas de contaminación que se denunciaron en la sesión.
En principio, el gobierno estatal convocará a las empresas extranjeras ilegales y contaminantes del ambiente a que regularicen sus actividades o, de lo contrario, se les sancionará con multas y hasta el cierre de sus operaciones.
También se analizará el origen de su instalación a fin de verificar si cuentan con los permisos correspondientes.
Palafox Granados expresó que la anterior administración fue irresponsable en este tema, nunca sancionó a las empresas, hubo una gran opacidad en el gobierno saliente en cuanto a información sobre los permisos de operación de estas compañías porque, alegó, ésta era confidencial.
La señora Olivia Valle, residente del fraccionamiento Vista al Mar, explicó que empresas pesqueras se instalaron mucho tiempo después de la construcción del fraccionamiento y “misteriosamente” se les otorgaron los permisos de uso de suelo industrial en una zona residencial.
“Con el paso del tiempo se han adueñado de las calles de tráfico local, con sus camiones de carga y contenedores, sin dejar de contar los malos olores que emanan de sus fábricas”, destacó.
En total, indicó Palafox, son 35 empresas las que operan en el poblado de las cuales, en teoría, sólo 7 están debidamente reguladas para realizar descargas de aguas residuales en cárcamos o en plantas de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (Cespe), y sólo 6 cuentan con permiso de uso de suelo. “El resto ni siquiera tienen registro ante el municipio como empresas”.
En su intervención, el empresario Enrique Ibarra Jiménez, quien tiene a su cargo el desarrollo de un hotel boutique en lo que fue la casa del General Abelardo L. Rodríguez, rehabilitada incluso como museo, indicó que la inversión se ha visto truncada por los malos olores y el humo que despide una fundidora de metales instalada muy cerca del inmueble.
“He tratado de dialogar con los dueños y solo he recibido insultos y amenazas”, denunció.