La comunidad china de Santiago dio hoy la bienvenida al Año Nuevo con un desfile de dragones y leones por las calles del barrio Meiggs, principal centro de negocios de los inmigrantes asiáticos en Chile, donde danzaron al son de los tambores para espantar a los malos espíritus.
A la celebración acudieron tanto el alcalde de la capital, Felipe Alessandri, como el embajador chino en el país, Yang Wanming, y el presidente del Centro Cultural y Artístico China Chile, Juan Carlos Ramírez.
La calle San Alfonso, escenario escogido para celebrar la llegada del año 4716 según el calendario chino, amanecía este viernes como cualquier otro día, coronada por el bullicioso quehacer de cientos de negocios que mezclan los caracteres mandarines con el español en sus letreros.
Sin embargo, como estaban a punto de comprobar transeúntes, clientes y empresarios, hoy era un día especial.
Lo cotidiano dejó paso a la sorpresa generalizada cuando los tambores comenzaron a rugir y personas ataviadas con trajes típicos de China se concentraron para invocar la llegada de los verdaderos protagonistas de la jornada: un grupo de dragones y leones de papel charol.
Según indica la tradición, ellos son los encargados de espantar a los malos espíritus y limpiar de malas vibraciones los negocios y los hogares chinos cada inicio de año, mediante un baile en zig zag por cada una de las dependencias.
Para ello, los dragones comenzaron a bailar en círculos por la carretera hasta detener el tráfico, mientras los leones recorrían raudos las aceras en busca de locales con un sobre rojo en la entrada, el símbolo con el que la comunidad china atrae a la buena suerte.
Durante el ritual, en varios de los negocios se vivieron escenas que provocaron la risa entre los presentes, ya que la mirada ilusionada y alegre de los propietarios de los establecimientos contrastaba con la de estupor y desconcierto de sus empleados, en su mayoría chilenos que asistían por primera vez a la celebración.
Los bailes continuaron hasta que la comitiva llegó al Mall Parma, donde el alcalde de Santiago y el embajador de China fueron recibidos con un espectáculo de baile y música que congregó a decenas de personas.
Allí, Alessandri felicitó a la comunidad china por el cambio de año e indicó que ya son "una pieza importante de la sociedad chilena" y, al mismo tiempo, el "corazón del barrio Meiggs", el cual se comprometió a seguir mejorando.
Las palabras del alcalde fueron recibidas con una fuerte ovación, antes de que los dragones y leones siguieran bailando y recorriendo los negocios del centro comercial, siempre acompañados por Juan Carlos Ramírez, el organizador de la jornada.
En declaraciones a Efe, el presidente del Centro Cultural y Artístico China Chile explicó que esta es la sexta vez que se celebra la llegada del Año Nuevo chino en el país austral, un acto "muy importante" para las "más de 30.000 personas que forman la comunidad".
Ramírez además se mostró muy "contento" por la presencia del alcalde en la festividad, ya que es la primera vez que acude, un hecho que demuestra que la conexión con el país asiático no solo tiene ver con lo "económico, sino también con lo cultural".
La comunidad china es una de las más importantes en Chile junto a las de Perú, Haití, República Dominicana, Venezuela y Colombia.