La mala suerte combinada con la imprudencia, provocaron que Sandra Jiménez, de 23 años, terminara lesionada por una bala perdida cuando caminaba junto a una peregrinación rumbo a la iglesia de San Hipólito para celebrar a San Judas Tadeo.
Según lo dicho por la joven, ella iba junto a la congregación, cantando y echando porras a su Santo por el cruce de la calle Barreteros y la calle Cerrajería, en la colonia Azteca, perímetro de la alcaldía Venustiano Carranza, cuando de repente sintió un golpe en el rostro, a la altura de la quijada, y en su hombro.
--Momento de confusión
En un principio, Sandra pensó que los impactos en su cuerpo habrían sido causados por los juegos pirotécnicos que el grupo de feligreses lanzaban en su trayecto hacia dicho templo, ubicado en el centro de la ciudad.
Sin embargo, sus acompañantes, al ver que sangraba, la revisaron y notaron que se trataba de una bala, la cual se había alojado debajo de su clavícula, de donde salía un hilo de sangre, por lo que de inmediato llamaron a los servicios de emergencia.
Minutos después, la joven fue trasladada a bordo de una ambulancia del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) al hospital General Rubén Leñero, donde más tarde los médicos reportaron su estado de salud como fuera de peligro.
A pesar de lo ocurrido, el contingente de creyentes continuó su camino hacia la parroquia de San Judas Tadeo, donde pasarían celebrando toda la noche.