En marcha primer estudio sobre funcionamiento de techos verdes en Ensenada
Estudiantes de Cicese, iniciaron el primer estudio sobre el funcionamiento de “techos verdes” en Ensenada con el objetivo de probar cómo la composición por diferentes especies de plantas modifica la transferencia térmica de estas cubiertas ajardinadas.
El diseño inició con la tesis de Diana López Silva, estudiante de maestría en el Posgrado en Ciencias de la Vida, quien buscará el tipo de vegetación óptimo para reducir el consumo energético en edificaciones y casas habitación en esta región del país.
“Utilizar azoteas para sembrar plantas aporta una amplia variedad de beneficios. Los techos ajardinados son capaces de regular la temperatura de las edificaciones porque actúan como aislantes térmicos y disminuyen el consumo de energía”, explicó.
Asimismo, detalló que mejoran la calidad del aire de las ciudades; reducen la contaminación y al poderse utilizar como huertos urbanos fomentan el consumo sostenible y ecológico; proporcionan aislamiento acústico a las casas y edificaciones.
Entre otras cosas, protegen la estructura de los techos de la radiación solar y la lluvia; aportan áreas verdes a las ciudades y a la conservación de la biodiversidad, y provocan un efecto restaurador en la tranquilidad y salud mental de las personas en su rededor.
Por ello diseñó un estudio que le permitirá probar si dos tipos de plantas diferentes en su metabolismo influyen sobre el comportamiento térmico en seis módulos: Una es Sedum acre, una planta suculenta, crasulácea, de raíces poco profundas adaptada para tolerar la sequía. Tiene un metabolismo CAM (metabolismo ácido de crasuláceas); es decir, transpiran (abren sus estomas) e intercambian vapor de agua con el medio ambiente durante la noche.