Rodolfo Martínez, el chofer de la pipa de gas lp, propiedad de Baja Gas que se estrelló en el Crucero de la Cinco y Diez, a las 10:47 de la noche del pasado 27 de abril, afirma que la planta de almacenamiento de Baja Gas And Oil en el bulevard Lázaro Cárdenas y Benítez, de La Mesa, es un peligro para Tijuana.
Este trabajador afirma que se están violando sus derechos y testifica de su inocencia.
Afirma que si ocurrió el accidente del 27 de abril, fue por falta de mantenimiento del vehículo que conducía, un tracto camión modelo 1987, muy viejo para transportar gas. Es un peligro para la sociedad el transporte de gas de esa manera, asegura.
El tenía apenas dos meses en la empresa. Pasó los exámenes que le pusieron, ya que cuenta con licencia federal para manejar vehículos de doble articulado, con transporte de materiales radioactivos, químicos, gas lp y gas natural.
“No se cómo permite la Secretaría de Comunicaciones y Transportes circular a esas unidades, no cuentan con las medidas de seguridad. Agarré la unidad por la necesidad, me vine acá porque me ofrecieron un trabajo mejor”.
Afirma haber estado en la planta de gas de la Cinco y Diez por lo menos en cuatro ocasiones.
¿Qué tan seguras son las instalaciones?, le preguntamos.
Responde que “nada es seguro. Como me ocurrió a mí, así puede ocurrir un accidente ahí, porque es un almacenaje de grandes cantidades de gas, de 300 a 500 toneladas, lo que es un peligro para la sociedad”.
Recuerda que él y sus compañeros estaban echando de 12 a 14 viajes al día con pipas viejas, en un traslado de Ensenada a Tijuana.
A su paso se encontraban con escuelas, gente, plazas, hospitales como el del Seguro Social y mucho riesgo.
En cuanto a la verificación a la planta, por parte de autoridades, dice que nunca las vió.
Alrededor de la planta de la Cinco y Diez hay centros comerciales, estaciones de gasolina, uno de los penales más grandes del estado y la clínica 20 del Seguro Social, así como una vasta zona habitacional, entre otros.