En medio de la contingencia provocada por el COVID-19 y ante el arribo de decenas de personas a palacio municipal que buscan apoyo social, se habilitó una fila al exterior del recinto municipal.

Oficiales de la policía municipal, que resguardan las oficinas gubernamentales, hicieron una fila en el patio exterior de palacio municipal.

En la fila se pudo ver a empleados de la construcción, trabajadoras domésticas, que acudieron a solicitar ayuda para encarar la situación de emergencia.

Fueron alrededor de trescientas despensas por parte de la secretaría de desarrollo social municipal, las que se entregaron.

Los residentes de varias colonias de la ciudad, argumentaron que al no haber trabajo, de manera momentánea, se les dificulta adquirir alimentos.

De igual manera, denunciaron que hay zonas en las que los dueños de abarrotes y expendios, incrementan el precio de los productos.

Don Rodolfo es un adulto mayor que pese a sufrir problemas de movilidad, dedica algunos momentos del día a visitar el estacionamiento de un centro comercial en Otay, para alimentar a las palomas.

Aunque para muchas personas se trata de aves que generan un problema, por la contaminación que dejan, para él es una oportunidad de demostrar la empatía por los animales urbanos.

“Alimento las aves porque ellas también tienen hambre, como tú o como yo”, comenta.

En Tijuana y en otras ciudades de Baja California, hay un dilema entre miles de ciudadanos “o morirse de hambre o contagiarse del coronavirus”.

Es decir, seguir en sus casas resguardándose de la pandemia o salir a la calle a trabajar y llevar sustento a la familia.

En pocos días se cumplen 90 días del primer contagio en Baja California “y estamos sin dinero y sin trabajo”, dijo un comerciante cuyo negocio ya quebró después de dos meses cerrado.

Agregó “tenemos una crisis económica y pronto de hambre, si no volvemos a trabajar ya”.

Es evidente que la autoridad estatal y municipales se encuentran entre la espalda y la pared, o se sigue combatiendo con todo la pandemia y dejan que negocios continúen quebrando y se incremente el desempleo, o sus acciones se flexibilizan y se permite abrir a más comercios.

Un directivo del comercio, aseguró que a partir de este lunes la movilidad, principalmente en Tijuana se incrementará, incluso más negocios abrirán aunque no sean esenciales.

“Hace 80 días cerraron el antro donde trabajo y ya no pude más, tuve que vender mi carro e irme a trabajar a una maquiladora donde gano mil 800 pesos al mes, la mitad de lo que ganaba como en las propinas que me daban como mesero”.

Agregó “me iba a trabajar a la maquiladora o se morían de hambre mis dos hijos. Tuve que salir a trabajar, a enfrentar la enfermedad, y ojalá ya abran el bar donde trabajaba, porque los sueldos de las maquiladoras están jodidos, apenas alcanza para comer”.

Los casos activos de COVID-19 pueden incrementarse en los próximos días.