Dueños de “tienditas” han optado por no incrementar los precios de los productos de la canasta básica ante la contingencia y en apoyo a la economía de las familias.

La dueña de la tienda “Herrera” ubicada en la colonia Colinas del Magisterio, manifestó que hasta el momento las ventas no han bajado, por lo que prevé hacer pequeñas despensas para que la gente pueda adquirirlas y no se vea afectada en su economía.

“He comprado al mayoreo lo que vamos a vender y aunque si me han subido el precio de algunas cosas, pienso que es mejor no subirle aunque por el momento no haya casi ganancia. Sé que son tiempos difíciles y de alguna manera tenemos que apoyar”, dijo.

La comerciante, agregó, que buscará que los proveedores también la apoyen en esta iniciativa, pues lo que pretende es que las ventas se mantengan. Por el momento, ha cambiado únicamente el horario de servicio.

Del mismo modo, el minimercado ubicado en la colonia Margaritas mantiene los precios de diversos productos; hay suficiente mercancía y alimentos para quienes acuden a surtirse.

“El único temor que tenemos es que en algún momento haya un saqueo. Sabemos que los mercados grandes pues no hay tantas cosas y los precios han subido, por eso es que decidimos mantenernos igual”, externaron los encargados.

Un hombre llegó al local de Jesús Juan a pedirle fiado. Negarle el préstamo fue el motivo por el que, presuntamente, el homicida disparó contra el tendero exconvicto.

Así lo declaró la testigo del homicidio y esposa del fallecido. Ella cuenta que minutos después de la medianoche, un hombre arribó a la tienda que su esposo atendía, ubicada en la colonia San Juan Xalpa, en Iztapalapa.

Según la mujer, ella escuchaba desde adentro de la tienda cuando el hombre le pedía fiado a Jesús Juan.

Al negarle el préstamo, el agresor desenfundó un arma, apuntó a la cabeza del tendero y disparó en tres ocasiones.

Tras escuchar los disparos, la mujer salió a ver qué había ocurrido. Ella vio escapar al homicida sin lograr identificarlo.

La testigo pidió ayuda de policías y paramédicos que, al llegar al lugar, informaron que el vendedor había muerto.

Ante los agentes, la esposa declaró que su marido era un exconvicto que hace seis años obtuvo su libertad en el Reclusorio Norte, donde estuvo preso por narcotráfico.

La mujer, de 34 años, también estuvo presa, pero por robo con violencia.

Desde hace dos años, ambos establecieron la tienda y comenzaron a trabajar en el comercio donde ocurrió el homicidio.

La mujer dijo que su esposo no tenía problemas con ninguna persona.

El cadáver fue trasladado al anfiteatro de la agencia ministerial, en donde se espera que sea reclamado.