Baja California primer lugar en reportes de violencia de pareja

En el primer trimestre del 2020 registró 10 mil 997 llamadas al número de emergencia

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Cadena Noticias,  Mexico, Baja California, Tijuana, 

En los primeros tres meses del 2020, en Baja California se registraron 10 mil 997 llamadas de emergencia (al 911) relacionadas con violencia de pareja lo que pone al estado en primer lugar nacional.

Lo anterior, revela que en esta entidad fronteriza, en los primeros noventa días del año, cada hora se reportó un caso de violencia de pareja en la línea de emergencia (911), en promedio 122 por día.

Las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), ponen a Baja California como el estado con la mayor cifra de casos de violencia de pareja, por encima de Nuevo León (6, 366), Jalisco (5, 729) y Quintana Roo (4, 936).

En contraparte, los estados que menos llamados de emergencia por violencia de pareja registraron en este mismo periodo son: 

Chiapas (295), Durango (220), Morelos (194), Tabasco (180) y Tlaxcala (137).

En total, en el primer trimestre del año, en el país se registraron 57 mil 990 llamadas de emergencia por violencia de pareja.

En tanto que las llamadas de emergencia con relación a violencia familiar, en este primer trimestre del año, fueron 8 mil 569.

Esta cifra coloca a la entidad en el sexto lugar nacional, detrás de la Ciudad de México (22 mil 021), Nuevo León (18 mil 605), entre otras.





No lo detuvieron porque ''quemar con agua caliente no es delito''

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El Universal,  Ciudad de México, Mexico, 

Es una tarde de octubre de 2019 en algún lugar de la Montaña de Guerrero. Juan cierra la puerta y las ventanas del cuarto. Se dirige a la cocina, abre los quemadores de la estufa y se para en medio de la habitación. Juega con las manos un encendedor. El gas comienza a flotar en el aire.

Enfrente de Juan está Xóchitl, su pareja, está paralizada escuchando las palabras que él le suelta: “No voy a dejar que estés con alguien más”, le advierte.

Antes de esta escena, Juan le arrojó un espejo y después la golpeó.

Al final, Juan desiste: cierra los quemadores de la estufa y abre la puerta y las ventanas. Esa vez, Xóchitl sintió mucho miedo, toda la noche no pudo cerrar los ojos, se mantuvo en alerta. 

Al otro día salió huyendo. Huyó a un lugar lejano de la Montaña, a la que regresó cinco meses después para parir.

Esta no fue la última agresión, tras un año de estar separados, Juan la quemó con agua caliente.

EL ATAQUE

Era 23 de octubre de 2020, yo estaba dormida con mi niño. Vino porque había roto el cargador del celular de mi hermano. Me dijo que me iba a venir a dejar el dinero. Eso fue a las 10 de la mañana. Llegó, entró hasta el cuarto porque no estaban mis papás. No trajo el dinero, me dijo que en la tarde.

Regresó como a las 3. Otra vez subió al cuarto. Nos invitó unas sopas Maruchan. Le dijo a mi hermana que fuera a comprarlas. Ella fue. Bajé al niño y puse agua a calentar para bañarlo. Mi hermana puso agua para las sopas.

Estábamos sentados, viendo la tele. El agua estaba caliente. Me paré y les dije que me iba a apurar a lavar los trastes y bañar al niño. Me siguió al lavadero. Se sentó a un costado, seguía comiendo sopa. Se acomodó y me preguntó qué si me conecto al feis en la noche. Yo le dije que aparecía como conectada porque tenía datos.

“A lo mejor platicas con alguien”, me dijo. Yo pensé: ya va a comenzar. Le pedí a mi hermana que se acercara. Llegó con el niño. Entonces le pedí que lo dejara en la andadera y que me trajera el agua para bañarlo. La trajo y la dejó ahí al lado, enfrente de él. Yo seguí lavando los trastes, cuando escuché que mi hermana gritó: “¡Nooo! ¡Es agua caliente!”. 

Yo estaba de espalda, sólo alcé mi brazo, me la quería echar en la cara, me protegí, pero me cayó en todo el brazo, la espalda y el pecho. Me toque el pecho y sentía cómo se me levantaba la piel, ahora tengo la marca de mi mano en el pecho. Fueron quemaduras de segundo grado.

Se fue corriendo, mi hermana lo alcanzó agarrar de su cabello, lo aventó a la puerta, pero se le escapó. Mi hermana pidió ayuda, unas vecinas me llevaron en su carro a una clínica particular. En la clínica me preguntaron por qué me quemaron, yo sólo les dije que no sabía.

Sentía que todo mi cuerpo temblaba.

LA VIOLENCIA

En 2020 en México 97 mil 778 mujeres sufrieron un tipo de violencia que va desde el feminicidio, pasando por el secuestro, la trata, la violación hasta llegar a las lesiones, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

De esas casi 100 mil agresiones, 57 mil 495 fueron lesiones dolosas, es decir: un hombre —regularmente su pareja— las agredió con la intención de lastimarlas. El promedio es aterrador: 157.5 mujeres sufren lesiones dolosas al día. En Guerrero se reportaron mil 132, una de ellas, es la historia de Xóchitl.

La Secretaría de Gobernación ha declarado dos Alertas de Género en Guerrero, una por violencia feminicida y otra por agravio comparado.

La Montaña es una de las regiones donde se preservan tradiciones que atentan contra las mujeres, como los matrimonios forzados, la explotación laboral y la asignación de un rol social que se reduce al cuidado de los hijos y el hogar. 

Es dónde es más difícil que logren justicia. El Centro de Defensa de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan, ha documentado que para los 19 municipios de la región sólo hay un Ministerio Público (MP) especializado para atender la violencia sexual y de género que no cuenta con médicas legistas, psicólogas, ni peritas intérpretes.

“Por eso la gran mayoría de mujeres prefieren no denunciar y si lo hacen, asumen que sus casos queden impunes”, señala el Centro Tlachinollan.

LA HISTORIA

Apenas tenían unas horas de conocerse y Juan le pidió a Xóchitl que fuera su novia. Fue en un baile del pueblo; ella tenía 17 años, él 15.

Xóchitl lo rechazó, no lo conocía, además estaba interesada en otro joven.

Juan nunca perdió el interés, un año después se volvió a acercar a Xóchitl. Esta vez fue más sutil hasta que aceptó ser su novia. Fue un noviazgo fugaz. Duró unos meses: la celaba por todo.

Xóchitl terminó la relación. Se dedicó a sus estudios, concluyó la preparatoria y después convenció a sus padres y a su hermano mayor para que la apoyaran para estudiar odontología en una universidad privada en Puebla.  

En el invierno de 2018, Xóchitl salió de vacaciones y de inmediato regresó a su pueblo a ver a su familia. En esos días, recibió la solicitud de amistad en Facebook de Juan. Habían pasado tres años desde el último contacto.

En cuanto la aceptó, Juan le pidió verse. Aceptó. Como en el primer encuentro fue directo:

—Que estás estudiando en Puebla…

—Sí.

—¿No habrá una escuela cómo para mi en Puebla?, ¿Me podrías ayudar?

—Sí te ayudo, no creo que haya problemas —respondió Xóchitl sorprendida por su interés de estudiar en Puebla cuando apenas terminó la primaria. No le tomó importancia.

Casi terminaban las vacaciones y Juan volvió a contactar: “Llévame contigo, me gustaría mucho estudiar”. Xóchitl se negó. Le explicó que sus padres y su hermano sólo le daban dinero para lo necesario, sin la posibilidad de cubrir un gasto extra.

Juan insistió: dijo que tenía algunos ahorros y que llegando a Puebla buscaría trabajo.

“Déjame checar”, respondió Xóchitl tratando de esquivarlo.

Era la mañana del 10 de enero de 2019, Xóchitl llegó a los taxis que van a Puebla. Ahí estaba Juan. Por su cuenta investigó el día y la hora en que saldría. Se fueron juntos. Cada quién pagó sus pasajes. Lo hospedó, con el compromiso de que saldría lo antes posible.

Pasaron días y Juan sin emplearse. Un día la casera detuvo a Xóchitl en la entrada del cuarto. Le dio un ultimátum: o se iba Juan o pagaba renta. Xóchitl se comprometió a que en unos días Juan dejaría el lugar. Eso no ocurrió.

La casera se comunicó con la mamá de Xóchitl, le informó de la presencia de Juan.

Un día, tocaron la puerta del cuarto, Xóchitl abrió; era su mamá.

—¿Quién es él? —preguntó directo.

—Soy su novio —dijo Juan, anticipándose a Xóchitl.

Ese día, la señora se retiró enojada, sintiéndose engañada por Xóchitl.

“Lo único que me dijo es que a partir de ese momento yo ya no era su responsabilidad, que él tenía que ver por mi”, recuerda Xóchitl.

Juan se siguió quedando en el cuarto, la mamá de Xóchitl cumplió su palabra: dejó de enviarle dinero y le dejó de hablar. Sin dinero y sin el respaldo de su familia, Xóchitl decidió regresar a la Montaña de Guerrero junto con Juan.

En cuanto llegaron a la Montaña, Juan buscó a su papá para que los ayudara con hospedaje. El padre les pagó la renta de un cuarto y se lo llevó a trabajar como repartidor de cilindros con gas.

Comenzó el control. Primero prohibió a Xóchitl que visitara a su cuñada, después le quitó el celular.

“Me dijo que no lo necesitaba si ya estaba con él. Yo en ese momento acepté: pues sí, para qué necesito un celular si no salgo”, recuerda.

En esos días, su mamá intentó contactar a Xóchitl, pero el celular lo tenía Juan. Él le contestó.

“Casi no salía, me despertaba, lavaba la ropa, hacía aseo. No teníamos tele ni nada. Le dije que comprara una, la compró, pero después esa era la excusa: “para que quieres salir si ahí tienes la tele”, cuenta.

Un día, una tía de Juan le contó que Xóchitl salía de la casa cuando no estaba para verse con alguien. Esa vez la golpeó, le dejó la cara llena de moretones. Los dos días siguientes no fue a trabajar para impedir que Xóchitl se escapara.

Xóchitl se quedó, no tenía dinero ni tampoco comunicación con su familia. Pidió ayuda al padre de Juan.

“Platiquen bien entre ustedes”, fue la única respuesta que recibió.

Juan la golpeó otras tres veces, hasta que Xóchitl logró ver a su cuñada para pedirle que le dijera a su mamá que fuera por ella.

Su mamá la rescató y después de meses, Xóchitl volvió con su familia.

Xóchitl apenas pasó una semana en la casa de sus papás cuando Juan llegó para convencerla de que volvieran.

Juan habló con sus papás, negó haberle pegado, además les dijo que era ella la que comenzaba las discusiones.

El papá de Xóchitl les pidió que hablaran, que arreglaran sus problemas y les ofreció un cuarto en su casa para que vivieran. Juan aceptó de inmediato. Se mudó a vivir con ellos. Apenas pasaron unos días y comenzaron las peleas.

Un día, Xóchitl preparaba de comer a su papá, cuando llegó Juan. La llamó al cuarto y le reclamó. Xóchitl le explicó que tenían que ayudar con los quehaceres. Juan le rompió el vestido, ella se defendió y en el jaloneo lo golpeó en la nariz. Él le echó su sangre en la cara, en el cuerpo y la retó: “vete, acusame con tu papá”.

Su papá les volvió a pedir que hablaran, que si no se entendían que se dejaran. Fue todo.

La relación continuó, pero Juan convenció a Xóchitl que se fueran a vivir a la casa de su mamá. Ahí los maltratos se hicieron constantes, casi cotidianos. Por cualquier motivo la golpeaba. 

Una vez, regresaban de Tlapa porque Xóchitl había acompañado a su mamá a comprar una computadora para su hermano, Juan la golpeó.

Dejaron primero a la mamá, antes de llegar a la casa donde vivían, Xóchitl se asomó por la ventana del carro hacia la cancha del pueblo.

“¿Qué ves?”, reclamó Juan. Xóchitl trató de evitar la pelea.

“Apenas entramos a la casa y me aventó. Me tiró, me pateó, y comencé a gritar. Entró su hermano y le dijo que se calmara: “No ves que está embarazada y sigues haciendo tus pendejadas”. No le hizo caso, me siguió golpeando. Llegó su mamá, su abuelita, lo querían calmar pero las empujó, a su mamá le pegó y a su abuelita la tiró”.

Después de recuperarse de los golpes, mientras Juan dormía, Xóchitl se escapó. Llegó a la casa de sus papás. Pidieron ayuda a Tlachinollan.

Tlachinollan llamó a Juan y acordaron que no se le acercaría a Xóchitl.

Un tiempo después volvieron pero esta vez decidieron que sería en una casa neutra, regresaron al lugar donde vivieron juntos por primera vez.

Esa nueva etapa duró hasta octubre de 2019, cuando Xóchitl huyó lejos de la Montaña. 

Xóchitl regresó a la Montaña en marzo de 2020, por complicaciones en su embarazo. Los médicos le dijeron que el parto sería complicado porque el bebé mostraba desnutrición, por la mala alimentación que ella había llevado. Decidió estar cerca de su mamá.

El parto no tuvo complicaciones y el bebé nació sano.

Juan se enteró que regresó a la Montaña y la buscó de nuevo, pero esta vez no la convenció. La familia de Juan decidió llevar el caso con el comisario del pueblo, acusaron a Xóchitl de negarle ver al niño.

Era agosto de 2020, el comisario llamó a Xóchitl y a sus padres. Intentó mediar. Le pidió que volviera con Juan, que intentarán rehacer la relación. Ella se negó. En cambio él pidió al comisario que le permitiera ver al niño y que le dejara que se hiciera cargo de algunos gastos. Eso acordaron.

Durante dos meses Juan pasaba a ver al niño y a dejarle dinero y pañales, hasta que quemó a Xóchitl.

LA DENUNCIA

Cuando fueron a denunciar a Juan, en el Ministerio Público (MP) les dijeron que no podían detenerlo, porque quemar con agua caliente a una persona no es un delito.

Lo único que hizo el MP adscrito a la Fiscalía Especializada en Delitos Sexuales y Violencia Intrafamiliar de Guerrero, en Tlapa, fue llamar al padre de Juan para pagar los gastos médicos.

“Nosotros le dijimos que no queríamos dinero, lo que queríamos es que lo detuvieran”, dice Xóchitl.

La titular del MP insistió: “nos preguntó que cuánto queríamos: 5 mil o 10 mil, pero al final no supimos cuánto pidió”.

Un día, la titular del MP citó a Xóchitl y Juan, pero éste ya había huido. En su lugar llegó su padre. La funcionaria dijo que serían 25 mil pesos, el hombre aceptó y los entregó.

Xóchitl lo rechazó y le preguntó dónde estaba su hijo.

“Yo pensé que andaba contigo, que se habían ido a Culiacán a trabajar”, le respondió.

La titular del MP volvió a insistir hasta que convenció a Xóchitl. Al salir de las oficinas, policías ministeriales le pidieron 5 mil pesos, porque supuestamente harían rondines de vigilancia cerca de su casa y la MP le pidió otros 3 mil, sin decirles porqué.

El resto del dinero, dice, Xóchitl lo tienen guardado y no piensa gastarlo.

En distintas ocasiones a Xóchitl le han dicho que a Juan lo esconde su papá, también le han dicho que ha amenazado con matarla.

LA RECUPERACIÓN

Xóchitl no pierde la sonrisa. Ríe a la primera provocación, pero una parte de su mirada está apagada en parte por el cansancio que implica no poder dormir bien por las quemaduras. Lleva más de un mes sin poder acostarse bien, sin poder amamantar a su bebé por sí sola.

Las cicatrices de las quemaduras le duelen con cualquier contacto y por momentos una comezón invade su cuerpo. Aunque está contenta porque los médicos le han dicho que se recupera muy bien. 



Espacio de diálogo e información sobre prevención de violencia para las mujeres

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Cadena Noticias,  Mexico, Baja California, Tijuana, 

Las mujeres de Tijuana recibirán conferencias en línea sobre distintos temas que suman a la prevención, atención, y sanción de la violencia de niñas y de ellas mismas. 


Cualquier mujer puede unirse a estas conferencias de forma gratuita solo tiene que llenar un formulario de registro en línea; el ciclo de pláticas comenzó el 23 de noviembre y terminará el día 9 de diciembre.


Entre las pláticas que se darán se encuentra Empoderamiento económico, violencia institucional, Derechos de las mujeres discapacitadas entre otros. 

El Instituto Municipal de la Mujer es el encargado de organizar estas conferencias por parte del Ayuntamiento de Tijuana.



''¿A cuántas nos tienen que matar para que se den cuenta?''

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El Universal,  Ciudad de México, Mexico, 

 Alumnas del Instituto Politécnico Nacional (IPN) exigieron a la institución que suspenda e investigue a directivos y maestros acusados de acoso, violación y hostigamiento sexual en contra de las alumnas.

"Se nos han violentado nuestros derechos, no nos han cumplido con protegernos. Como alumnas tenemos que sobrevivir al peligro de la calle y de la escuela", reclamaron jóvenes que marcharon a la Dirección General para pedir un diálogo directo, con su titular, Mario Alberto Rodríguez Casas, el cual no ocurrió.

"Ya se hicieron cientos de denuncias, tendederos, se marchó en silencio, se hicieron huelgas de hambre, ¿a cuántas nos tienen que abusar o matar para que ustedes se den cuenta que en su institución no hay seguridad?. Nos cambian de plantel y al agresor, bien, gracias. Les debería dar vergüenza", reclamaron a personal de la Dirección que les recibió su pliego petitorio.

Hoy marcharon estudiantes del Metro Politécnico a la Dirección General para demandar mejores condiciones de seguridad y un combate efectivo a la violencia de género que se vive en las aulas, mediante la suspensión, investigación y en su caso destitución o expulsión de profesores, alumnos, trabajadores y directivos acusados de abusar, acosar u hostigar sexualmente a sus alumnas.

La movilización fue promovida por colectivas de estudiantes como Politécnicas al Grito de Guerra quienes presentaron un pliego petitorio y demandaron entornos seguros, y la suspensión definitiva de todos los profesores y trabajadores denunciados por violencia sexual en contra de las estudiantes.

"Exigimos que todo el personal del IPN: directivos, profesores, personal de aseo, etcétera que tenga acusaciones legales y denuncias por acoso, abuso y violación sean suspendidos de sus labores y se les prohiba la entrada a cualquier plantel del Politécnico. No vamos a tolerar que sean cambiados a otros planteles hasta que exista un cierre de carpetas de investigación por parte de las autoridades", señala el documento que entregaron.

Las jóvenes también demandaron que se den a conocer de manera pública los antecedentes de los trabajadores, con el objetivo de evitar la contratación de personal con este tipo de acusaciones.

Se exigió que las autoridades den seguimiento e investiguen las acusaciones que se den a conocer en los tendederos de denuncias; y que los alumnos acusados de acoso o abuso sean dados de baja de manera inmediata, y "se les cree un expediente y no se les permita que sigan estudiando".

Se pidió que se brinde atención psicológica a las alumnas que hayan iniciado procesos formales de denuncia y que se dé seguimiento formal a dichas denuncias, "en caso de que la comunidad lo exija de manera formal o en manifestación, los agresores serán despedidos y/o expulsados".

El pliego petitorio también incluye la exigencia de incluir en el plan de estudios del sistema de bachillerato y licenciatura, una materia sobre perspectiva de género desde primer semestre; y cursos y talleres obligatorios sobre violencia de género y las sanciones que existen en el Politécnico a quienes incurran en estas.

Así como reconstruir un nuevo protocolo contra la violencia de género, que cuente con el acompañamiento y asesoría de abogadas, psicólogas y defensoras de Derechos Humanos con perspectiva de género para atender de manera estructural la violencia que viven las estudiantes.

El Politécnico, a través de un comunicado de prensa, aseguró que instalará una mesa de diálogo para resolver dicho pliego petitorio, pero también acusó que quienes lo entregaron fueron "personas encapuchadas y otras con pañoletas moradas, armadas con palos, martillos, gases, gasolina y pintura" que "quisieron tomar por asalto las instalaciones".

El instituto aseguró que atenderá todas las demandas y denuncias de la comunidad, pero también contabilizó a 30 manifestantes y las acusó de haber intentado, "tomar por asalto las instalaciones, particularmente el área de la Dirección General, bajo el argumento de entregar un pliego petitorio, ante lo cual la Secretaría General de la institución, Guadalupe Vargas Jacobo, inició un diálogo con las mujeres encubiertas", señaló.

"Después de realizadas las pláticas, procedieron a realizar pintas en diferentes lugares.

Antes de retirarse estas personas gritaron consignas contra la policía y contra las autoridades, y en su trayecto realizaron pintas en bardas citadinas y paredes de domicilios particulares y negocios en calles aledañas".



''Quién violente a una mujer, debe ser candidato para ir al tambo''

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El Universal,  Ciudad de México, Mexico, 

Luego de que el Instituto Nacional Electoral (INE) aprobara que ningún agresor de mujeres pueda ser candidato, el presidente Andrés Manuel López Obrador respaldó esta decisión pues aseguró que quien violente a una mujer debe ser candidato "pero al tambo (cárcel)".

En conferencia de prensa en Palacio Nacional, el titular del Ejecutivo federal admitió que desconoce los detalles de esta resolución del órgano electoral pero señaló que no se debe de permitir que haya candidatos con este tipo de antecedentes.

"Está bien, lo veo bien, quien agrede a una mujer no debe de ser candidato o representante. Debe de ser candidato, pero al tambo", dijo el mandatario.

"O sea, no conozco la resolución, pero si es así yo creo que está bien. Un golpeador de mujeres no puede ser candidato, imagínense, eso no se debe de permitir", dijo.



'Sabes de parte de quién es'; a Jennifer le cortaron la cara, sospecha de su ex

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El Universal,  Ciudad de México, Mexico, 

Jennifer Lucía Izquierdo Trujillo fue víctima de un ataque que le dejó marcada la cara para siempre, el pasado 5 de octubre. Dos sujetos la abordaron cuando salía de su casa, en la alcaldía Iztapalapa, en la CDMX, rumbo al trabajo, aunque no opuso resistencia, lo primero que hicieron fue cortarle la cara con navajas y luego le exigieron, puntualmente, “los celulares” que llevaba en su bolso.


Ella tiene certeza de que no se trató de un asalto, sino de un ataque en su contra de parte de su expareja, con la que vivió violencia doméstica por 13 años y procrearon dos hijos.


En entrevista para El Universal, Jennifer narró que convivió en unión libre con su expareja desde el 2006, pero cuenta que desde siempre vivió de violencia a su lado.


“Él es un hombre muy celoso, posesivo y controlador. Sus argumentos siempre eran que yo lo engañaba", dijo.


Jennifer indicó que su expareja, quien fue integrante de la extinta Secretaría de Seguridad Pública Federal (SSPF), la humillaba al decirle que “no servía para nada” y que la orilló a alejarse de sus amistades, familia y del trabajo bajo el argumento de que él sería el proveedor del hogar.


“Nunca dio gasto, solo fue un papá ‘Santa Claus’ que, con regalos ocasionales para mí y los niños, cumplía como padre, pero muy poco o casi nada aportó en lo económico para mis hijos, a los que yo sostengo. Y lo peor, me obligaba a tener relaciones sexuales después de un episodio de violencia”, explicó.

Antecedentes de violencia en la pareja

El 3 de noviembre de 2008, cuenta, levantó un acta de hechos por violencia y amenazas; sin embargo, no dio seguimiento a la misma porque volvió a creer en su palabra.


Comenta que su expareja siempre la amenazó con marcarla porque su belleza era su rostro, por lo que el presunto asalto que sufrió el pasado 5 de octubre, le hace tener fuertes sospechas de que fue un encargo, ya que los sujetos que la atacaron, primero la lesionaron y luego se acordaron de pedirle sus celulares.


“Me acorralaron dos hombres antes de subir a mi auto y fueron directamente a cortar mi rostro, uno de cada lado y al finalizar los cortes a mi rostro uno le dijo al otro ‘aaah y los celulares guey’. Antes de echarse a correr uno de ellos me dijo ‘sabes por parte de quien es y se dirigieron hacia la esquina donde una camioneta los esperaba”.


Del hecho existen videos, pero a pesar del antecedente de violencia que vivió con su expareja, el Ministerio Público solo investiga el caso por “presunto robo”.


Además, mencionó que el 9 de julio pasó algo similar. Igual, al salir de casa, un hombre encapuchado intentó atacarla, pero afortunadamente, logró cerrar la puerta de su vehículo. Horas más tarde, su expareja le llamó por teléfono para preguntar cómo estaba. “Nunca preguntó por sus hijos, fue directo a preguntar por cómo me encontraba”.


Ella le reclamó en el momento y contó que la habían intentado asaltar. Horas más tarde, sin más, su expareja le indicó que ya habían detenido al asaltante y que había ‘movido’ sus influencias para, según, rastrear a su atacante por cámaras de vigilancia.


“¿Qué me hace pensar que es él? Pues las amenazas de toda la vida y que antes del evento de julio ya habíamos hablado de que yo quería hacer mi vida con alguien que ya había conocido y déjale en claro que ya no quería nada con él, porque incluso, nunca fue su motivo principal no niños, nunca se preocupó por ello”.


No confía en autoridades


Jennifer señala que no confía en las autoridades de la Ciudad de México y que nunca recibió algún seguimiento de su caso con perspectiva y violencia de género en el MP de Iztapalapa.


“Cortar mi cara a través de terceros fue la conclusión de la violencia económica, psicológica, física y sexual que sufrí por parte del padre de mis hijos durante 13 años. Por eso decidí dejarlo… Pero hoy quiero alzar la voz, porque temo por mi seguridad y la de mis hijos. No quiero ser una cifra más de mujeres muertas en este país a manos de sus exparejas. Mucho menos por quedarme callada”.


Los números y la realidad


En lo que va del año, de acuerdo con datos de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (CDMX), hay más de 16 mil carpetas de investigación por violencia doméstica y 22 por feminicidios, la mayoría, es decir, cinco, en la alcaldía Iztapalapa.


Mientras, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), de enero a agosto, se han registrado 626 casos de feminicidios, y la CDMX es la tercera entidad del país con más casos (48), solo por debajo de Edomex (94) y Veracruz (61).


El caso de Jennifer, trae a la memoria el de Abril Pérez Sagaón, asesinada en noviembre de 2019. Su esposo, Juan Carlos García, ex CEO de Amazon, es el principal sospechoso como autor material, ya que había precedentes de violencia y una golpiza de la que fue exonerado por un juez.


También, está el caso de la saxofonista María Elena Ríos de Oaxaca, quien sufrió un ataque con ácido en septiembre de 2019 por encargo del exdiputado priista Juan Antonio Vera Carrizal, con quien tuvo una relación y en la que la violencia y maltrato también fue una constante.


“Aunque la agresión no la cometió directamente mi expareja y padre de mis hijos, estoy segura de que él es el autor intelectual de la agresión que sufrí porque antes ya me había amenazado”, finalizó Jennifer su entrevista con EL UNIVERSAL.