Tijuana, el lugar en donde empieza la patria, o al menos así le llaman; la ciudad donde los sueños se cumplen si logras saltar el muro.

Devastada por la inseguridad se abre paso entre las carencias que tienen sus ciudadanos y ahora sirve como baño público para una mujer.

Tranquila, toma un baño en las aguas negras de la ciudad, mientras la gente solo observa un poco sorprendida. Se talla su cabeza para desenredarse el pelo y prosigue con su cuerpo.

Es cuidadosa, pues no pretende que la vean desnuda, talla sus senos con delicadeza, para después limpiar su abdomen. Estira sus piernas y se limpia entre sus dedos, ahora tendrá que ser más cautelosa pues tiene que limpiar sus partes intimas.

Para esto se sumerge aún más en la canalización y lo hace rápido y con prudencia.

¿Quién es ella?, ¿qué le hizo falta?, ¿por qué se encuentra en esa situación?, supongo que jamás lo sabremos.

Lo único que sabemos muy bien es que su realidad la vemos cada día que salimos a la calles, cuando llegamos a una esquina, cuando vemos a alguien en un semáforo, cuando a una familia les arrebatan su patrimonio, cuando un niño tiene que cambiar sus juguetes por despensas, cuando nos quitan a alguien.

Nuestra realidad olvidada.

Personal de diversas dependencias de gobierno se concentran esta mañana en diversos puntos de la canalización del Río Tijuana, para censar a residentes o personas que acuden a la zona, incluida la Secretaría de la Defensa Nacional.

La parte norte de la canalización ha sido utilizada en el pasado como punto de cruce de migrantes, pero en últimas fechas es común la venta y consumo de enervantes.

El resto de la canalización, incluida la del Arroyo Alamar, las personas suelen ingresar para esconderse y consumir drogas.

La información generada esta mañana es que el Gobierno del Estado iniciará obras en la canalización y como parte de las actividades se encuentra entrevistar a quienes ahí encuentren, para canalizarlos a centros de rehabilitación y ayudarlos.