Sacerdote predica desde una camioneta en Tijuana por coronavirus

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Mexico, Baja California, Tijuana, 

Es el sacerdote Jorge Echegollén y en estos tiempos de distancia social, iglesias vacías y templos sellados, encontró la forma para acercarse a sus fieles: su troca y su teléfono celular.

 Es la religión motorizada en tiempos de redes sociales. Desde el 24 de marzo, un grupo de 20 sacerdotes de diferentes iglesias recorre unidades médicas de esta ciudad todas las noches. 

Viajan en la parte trasera de una camioneta, como si fueran un grupo musical. Llevan todo el ajuar: el santísimo, las ostias. Las túnicas. El vino de consagrar. “Salimos a dar la bendición del Santísimo Sacramento y llevamos un poco de consuelo espiritual a los familiares con pacientes covid-19 que ahorita están sufriendo”, explicó el padre Echegollén. “También buscamos darles una palabra de aliento al personal médico que está dando la vida por nosotros”, abundó.

 En el caso de Echegollén, su turno son los lunes y jueves, días en que peregrina ocho kilómetros para visitar hospitales del ISSSTE e IMSS, así como uno privado. 

Su punto de partida es la Iglesia San Miguel Arcángel, donde es párroco desde hace años.

 Es minutos antes de las 8 de la noche cuando una camioneta tipo pickup llega a la iglesia para adaptar un altar en la parte trasera. Antes de iniciar su recorrido, el sacerdote oficia una misa virtual, transmitida en las redes sociales de la Arquidiócesis de Tijuana. 

Con información de MILENIO.





'Babosada ¡Quítesela, vámonos libres!': Sacerdote arranca cubrebocas a una mujer

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Milenio,  Ciudad de México, Mexico, 

La pandemia por coronavirus, covid-19, sigue ocasionando muertes y contagios. Por ello, se sigue pidiendo las medidas para evitar contagios. Por ello, cuando hay personas que no las siguen son duramente criticadas. Tal es el caso de un sacerdote del noroeste de Honduras, quien causó controversia, luego de que le arrancara y tirara el cubrebocas de una mujer, pues según él, usarlo se trata de "una babosada". El hecho ocurrió en medio de una conmemoración el Domingo de Ramos, en el atrio de un templo en el municipio de Corquín, departamento de Copán. 

El video se hizo visible desde el canal de TV Copan Sur. Por ello, casi de inmediato, estas imágenes fueron difundidas por medios locales y redes sociales. "No perdamos nuestra cultura, nuestra religión. Mire, yo miro toda esta babosada, ve...", dice mientras le arranca el cubrebocas a una mujer. "Mierda, ve", exclama, para luego lanzar lejos la mascarilla. 

En las imágenes también se observa que le retira la mascarilla a otro asistente, diciendo que las mascarillas "son un negocio" y que no dejará entrar a misa a quienes estén con cubrebocas. El sacerdote fue identificado como Rolando Peña, de 60 años. Vestido de casulla roja -como manda el calendario litúrgico para Semana Santa- se jactó de andar sin ningún tipo de protección ante la pandemia de covid-19. "Mire yo como ando, ve. Quítesela, vámonos libres, descubrámonos. No me voy de aquí hasta que no se quiten las mascarillas", aseguró. 

El sacerdote Peña justificó su actitud en su "forma de ser" y dijo que sólo estaba bromeando. "Tenemos que tener la confianza en Dios. Esta babosada [la mascarilla], yo la uso, pero esto no me va a salvar de un cáncer, de una anemia o de cualquier otra enfermedad. La gente malinterpreta las cosas que yo digo", aseguró. 

"Si a alguien le afecté, yo pido perdón, pero es mi manera de ser", insistió. Darwin Andino, obispo de la Diócesis de Occidente, a la que pertenece el templo de Corquín, aclaró que el sacerdote "no tiene la autoridad" para obligar a los feligreses a incumplir las medidas de bioseguridad. 

"Si él no quiere usar la mascarilla, que no la use, pero la gente debe usarla porque hay contagio", añadió el obispo en declaraciones a medios locales. Con cerca de diez millones de habitantes y un sub-registro de muestras, el país centroamericano contabiliza más de 187 mil casos de covid-19 y 4 mil 600 fallecidos. 

La Iglesia Católica hondureña convocó a los feligreses a las celebraciones de Semana Santa con medidas de bioseguridad y distanciamiento físico en los templos, mientras suspendió las procesiones por temor a los contagios.​