Toma de caseta de Playas, crónica de una irresponsabilidad jurídica y política
El martes de esta semana, el gobernador Jaime Bonilla acudió a la caseta de cobro de la autopista Playas de Tijuana-Ensenada y tomó las instalaciones, acompañado por una decena de seguidores, entre ellos, Amador Rodríguez Lozano y Guillermo Ruíz, argumentando un decreto estatal.
Por la tarde del martes, se publicó en el Diario Oficial del Estado, el decreto oficial para desincorporar de la federación la caseta de cobro de la autopista en Playas de Tijuana.
Caminos y Puentes federales alertó a los usuarios que manifestantes se encontraban en las instalaciones.
Ayer, la dependencia emitió un boletín de prensa en el cual se afirmaba que la acción del gobernador Jaime Bonilla era inconstitucional y que carecía de facultades para emitir un decreto ex propiatorio.
El delegado federal único, jesus ruiz Uribe, afirmó que Bonilla estaba en su derecho y que no solo la caseta de Playas, sino toda la autopista, debía ser liberada de pago.
La madrugada de este jueves, a las tres de la mañana, personal de la Secretaría de la Defensa Nacional, con elementos a bordo de 30 vehículos, algunos de ellos artillados, evacuaron de la caseta elementos de la guardia estatal que resguardaban las instalaciones.
Acudió al sitio un agente del Ministerio público federal, quien les aclaró que de presentar resistencia a la orden de retirarse, se les detendría con cargos de carácter federal. Los elementos estatales se retiraron de las instalaciones.
A las siete de la mañana, el gobernador Jaime Bonilla partió vía aérea a la Ciudad de México, para participar en una reunión de seguridad con autoridades federales, una reunión que dijo, ya estaba agendada con antelación.
Bonilla dijo que aún no se cierra el tema de la caseta de cobro y que vienen nuevos capítulos.
Para las diez de la mañana de este jueves, vecinos afectados por la caseta de cobro afirmaban que no se manifestarían ni tomarían la caseta, en espera de un solución al problema planteado.
Al mismo tiempo, manifestantes tomaban de nueve cuenta la caseta de cobro, en un intento por permitir el libre paso de los vehículos, sin cobro de por medio.
Elementos de la Guardia Federal los sacaron de las instalaciones federales, incluso a rastras.
Se restableció el orden en la caseta y por la tarde, se empezó a circular y cobrar el peaje con normalidad.