Vuelve a cerrar sus playas Imperial Beach por contaminación en el Alamar
La ciudad costera más al sur de Estados Unidos, Imperial Beach, abrió sus playas al turismo con motivo de la celebración del Día del Trabajo, pero apenas habían pasado 24 horas, cuando de nuevo las cerró, debido a los altos índices de contaminación de los escurrimientos provenientes de Tijuana.
Mantienen en alerta las descargas de aguas residuales de la planta de tratamiento de Punta Bandera, los escurrimientos por el Cañón Los Laureles y en especial, los del Río Tijuana que provienen del Arroyo Alamar, una zona negra en materia de protección al ambiente.
Manuel Rodríguez, ambientalista mexicano, afirma que el organismo operar del agua arregló recientemente dos colectores rotos y el sistema de bombeo.
“Se frenaron los escurrimientos del drenaje, al río y posteriormente al mar, pero no se ha detenido la descarga ilegal de aguas residuales en la zona del Alamar. Pareciera que hay una zona de tolerancia, donde la autoridad mantiene los ojos cerrados, una especie de ceguera en esa zona, no se dan cuenta que es una zona interconectada con el Río Tijuana, en la que si algo se vierte, el agua no se detiene y corre hasta traspasar la frontera”.
Rodríguez describe esto como una terrible situación “y pareciera que no hay interés, no se está ejerciendo la autoridad en cuanto a reforzar las normas ambientales, hay descargas, saqueo de arena, de piedra, no se ejerce la autoridad de protección al ambiente, como marca la normatividad”.
Explica que en base a los monitoreos del sur de California, sobre la calidad del agua que les enviamos, la realidad es que seguimos contaminando, por ello cerraron de nueva cuenta la playa en Imperial.
“Aquí es la misma playa, en lado americano que en Tijuana, es el mismo índice de contaminación, el delta del río concentra metales pesados como cromo, factores cancerígenos que han afectado al ejido Chilpancingo”.
En cuanto a calidad del aire es una situación similar, porque en el área del Arroyo Alamar la quema de desechos es permanente, se incinera todo tipo de materiales al aire libre.
“Es lo que estamos respirando todos los días en la región, tenemos además en estos días los incendios del sur de California y no hay una alerta, no hay una autoridad que nos guíe. Se invirtió tanto en los centros de monitoreo de calidad del aire y no se aprovecharon, dependemos de una red de monitoreo casero, de una red ciudadana, si no fuera por esto estaríamos en estado de indefensión”.
Agrega que “no se limitan las actividades cuando hay mala calidad del aire, en ciudades como Londres se han registrado decesos. En Tijuana, como ciudad industrial, se generan contaminantes y debemos procesarlos, debemos ir autoridad y sociedad de la mano para atender ése asunto”.
Y es que en base a este descuido, Tijuana como ciudad pierde calidad de vida, plusvalía, pierde en turismo, porque todas las actividades se realizan dentro de un restaurante en el sector gastronómico, pero no hay actividad en playas, en el campo, porque no tenemos nada que ofrecerle a nuestros visitantes. Estamos muy desconectados de nuestro entorno y eso debe cambiar.