Abandonado y enfermo, el chofer de la pipa que volcó en la 5 y 10
Una parte de Rodolfo Martínez murió, el día que la pipa de Baja Gas que manejaba se quedó sin frenos y volcó, antes de llegar al crucero de la 5 y 10 de Tijuana: está sin trabajo, sujeto a un proceso penal y enfermo. Clama justicia a las autoridades, ya que además, la empresa lo despidió sin reconocer sus derechos.
“Me quieren dar 20 años de cárcel por haber evitado una explicación que hubiera dañado media ciudad. Quiero pedir al presidente López Obrador que revoque la concesión de Zeta Gas y Transportadora Central de Gas, por ser un peligro para Tijuana y un peligro para los trabajadores como yo.
“Ayer a las nueve de la mañana se llevó la audiencia y cambie de abogado, porque el licenciado Matías Torres no me resuelve, yo sigo luchando porque soy inocente y pido justicia porque ya no quedé bien y ya no podré trabajar en lo que más me gusta, que es manejar porque mis riñones no quedaron bien, ni mi brazo y la cintura también quedó dañada y hasta el momento desde el accidente no cuento con ningún apoyo, ni de la empresa gasera ni de la aseguradora, porque no tenía el transporte que yo manejaba.
“Sigo a mi suerte, abandonado y enjuiciado por la fiscal María de los Ángeles Castellanos Burroel, quien está apoyando a la gasera desde el accidente”, asegura el chofer.
El accidente que refiere Rodolfo Martínez ocurrió el 27 de abril, cuando una pipa de Baja Gas con 40 toneladas de gas licuado se quedó sin frenos en la rampa descendente del Libramiento Sur, en dirección a la 5 y 10.
Para evitar un choque mayor con autos que estaban en el crucero, esperando en el semáforo su turno para circular, el chofer maniobró para volcar la unidad. Paró el vehículo, pero él quedó lastimado, un automovilista murió en el lugar y otros dos resultaron lesionados.
Todo indica que la pila de Baja Gas se quedó sin frenos, por falta de mantenimiento.