Recuerdan magnicidio de Luis Donaldo Colosio
A 27 años del asesinato de Luis Donaldo Colosio, en Lomas Taurinas, analistas y escritores de Tijuana recuerdan al candidato del PRI que vio truncada su carrera hacia la presidencia de la República.
Francisco Ruíz escribe: "como entonaba el corrido compuesto por el cantante duranguense Lorenzo de Monteclaro: “Para orgullo de Sonora, (Luis Donaldo Colosio) en Magdalena nació”, el 10 de febrero de 1950 en el estado norteño de Sonora. En tierra de misioneros y última morada del padre Eusebio Kino, el evangelizador italiano que fundó más de una docena de misiones en Sonora y Arizona, a inicios del siglo XVIII.
"Luis Donaldo fue hijo de Armida Ofelia Murrieta y Luis Colosio Fernández, y aunque en México, la tradición de la época indicaba que el primogénito debía llamarse idéntico a su padre, don Luis decidió añadirle el nombre de “Donaldo”, en reconocimiento y gratitud a su exjefe estadounidense Donald McQuaid.
Luis Donaldo se tituló como economista por el Tecnológico de Monterrey, estudió una Maestría en Desarrollo Rural y Economía Urbana en la Universidad de Pensilvania y realizó un postgrado en Austria. Contrajo nupcias con Diana Laura Riojas, con quien tuvo dos hijos: Luis Donaldo y Mariana.
"Comenzó su carrera política como militante del PRI en 1979, luego, como cantara el propio Monteclaro: “Primero fue diputado, después llegó a senador. Del PRI fue su dirigente, también de la SEDESOL”.
"Existieron fuertes vínculos entre Colosio y Baja California, como él mismo dijera en su última aparición pública: “En repetidas ocasiones hemos dialogado. Primero cuando fui dirigente nacional de nuestro partido. Después, como secretario de Desarrollo Social. Y ahora vengo a Tijuana, a Baja California, con mucho orgullo como su candidato a la Presidencia de la República”. Aquí, en 1989, le tocó aceptar la transición partidista en la gubernatura bajacaliforniana.
"Muchos son los testigos y demasiadas las versiones que existen sobre ese fatídico día. Algunas veraces, otras sumamente aderezadas por los mitos del colectivo. No conocí a Luis Donaldo, pero le estoy tremendamente agradecido porque, derivado del enigma que encierra su nombre, surgió en mi la inquietud de forjarme como político. Aunque fue de mis padres y abuelos, de quienes aprendí la importancia de ser sensible y solidario para servir al prójimo.
"Aquella tarde del 23 de marzo, antes de que dos disparos le arrancaran la vida a las 17:12 horas, Donaldo dejó en claro cuáles serían las líneas de lo que hubiera sido su sexenio: “Un gobierno responsable es aquél que sirve a todos sin distingo de partidos políticos. Un gobierno responsable es el que está cerca de la gente. Un gobierno responsable es el que escucha y atiende el reclamo popular”. Por eso, hace ya 27 años, más de cuatro mil personas coreaban al unísono: “¡Duro, duro, Luis Donaldo! ¡Por un México mejor!”.
"Por primera vez, en 27 años, Othón Cortez no estará presente en Lomas Taurinas".