Al estar deshabilitada la planta de tratamiento de aguas negras de Punta Bandera, las autoridades sanitarias deberían informar a la población diariamente la calidad del agua y avisar si los flujos marinos van al norte o al sur.
Manuel Rodríguez, director de la organización ambiental Río Arriba, considera que además, se debe de Informar de los cierres en las playas del Sur de California, pero no solo alertar a la población, sino dar cumplimiento a las leyes en materia ecológica y de salud.
“No funciona el Comité de Playas Limpias, que integra a autoridades y a organismos de la sociedad civil, no tienen actividad, porque es un tema delicado”, confía.
Rodríguez afirma que se trata de 18 kilómetros de costa contaminada por descargas de aguas residuales, de la frontera hacia el sur, porque con algunas excepciones, como Real del Mar, que cuenta con planta de tratamiento, el resto de los fraccionamientos arrojan sus aguas negras sin tratar: Playa Blanca, San Antonio del Mar y Baja Malibú, entre otros
“Cuando tienen fondos, Proyecto Fronterizo de Educación Ambiental toma muestras de la calidad del agua, pero actualmente no hay otra entidad, ni pública, ni privada, que realice muestreos. Esperamos que la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris), vaya a realizarlos, le correspondería al organismo operador del agua dar a conocer los resultados y dar avisos periódicos de la calidad de las aguas, si son aptas o no para uso recreativo”.
En San Diego, las aguas tratadas se descargan mar adentro, a través de una tubería. En Punta Bandera, las aguas van directo a la costa, sin tratar, lo que aumenta el riesgo para la salud, esto sin contar que además de materia orgánica, suelen llevar metales pesados y otros químicos utilizados en la industria, finalizó.